martes, 28 de marzo de 2017

pelicula: Jersey Boys

A lo largo de su carrera el actor y director Clint Eastwood ha tocado la mayoría de los géneros cinematográficos, por lo que el del biopic musical no le es extraño en absoluto. En 1988 estrenó Bird cinta biográfica del saxofonista Charlie "Bird" Parker, y en 2014 llevó a la gran pantalla la historia de cuatro jóvenes de Nueva Jersey que se acabaron convirtiendo en un icóno del rock gracias a canciones como "Sherry, Walk like a man o Big girls don´t cry". Este cuarteto fue Frankie Valli and the Four Seasons.

Dirigida por Clint Eastwood en 2014 y con guión de John Logan y Rick Elice según el libro de Marshall Rickman, la cinta está ambientada en la década de los cincuenta y nos cuenta como Frankie Valli (John Lloyd Young), Bob Gaudio (Erich Bergen), Nick Massi (Michael Lomenda) y Tommy DeVito (Vincent Piazza) son cuatro jóvenes que logran encauzar sus vidas al fundar el grupo The Four Seasons liderado por Valli.
Además de los intérpretes arriba nombrados, en papeles secundarios destacan Christhoper Walken como el mafioso Gyp DeCarlo que ayudará a Valli, Reneé Marino como Mary Delgado primera esposa de Frankie Valli o Joey Russo como el actor Joe Pesci, que en su juventud era amigo de los Four Season.

Cuando un director que cuenta con una amplia carrera a sus espaldas estrena una película, y la misma no acaba de convencer del todo a público y/o crítica enseguida se la tacha como de obra menor. La razón principal de tal etiqueta es que su nueva propuesta no alcanza la calidad o el nivel de otras producciones anteriores. En realidad estas películas no son malas en absoluto, tienen buena factura y están bien interpretadas, pero por alguna razón que no entiendo los críticos más sesudos las califican de esta manera. Como si crear obras maestras o grandes filmes fuera tan fácil como pulsar un botón. El cine fue hecho para entretener, algo de lo que no parecen darse cuenta. Y al menos en mi opinión cualquier "obra menor" de realizadores como Eastwood o Spielberg logra ser más interesante que cualquiera de las que se estrenan en los cines.

Es lo que ocurre en el caso de la entrada de hoy. Cierto que si la comparamos con otras producciones de Eastwood como Sin Perdón o Million Dollar Baby, la cinta resulta perdedora pero no es el horror que algunos críticos afirman. Los números musicales están bien dirigidos, los actores están más que correctos y tanto la ambientación como la historia resultan lo bastante interesantes para mantener a los espectadores entretenidos durante sus casi dos horas y veinte de metraje que pasan en un suspiro. Esto se debe tanto al talento de Eastwood tras las cámaras, como a la labor de sus intérpretes destacando Piazza por encima de todos. Su rol como Tommy DeVito hace que pases de quererle a odiarle en cuestión de segundos siendo uno de los grandes motores del film junto a Young interpretando a Valli. Y por supuesto Walken quien aprovecha sus pocos instantes en pantalla para demostrar que es uno de los grandes robaescenas del cine.

En no pocas ocasiones a lo largo de la película los actores rompen la cuarta pared para dirigirse a los espectadores, tal y como hacía el personaje encarnado por Ray Liotta en Uno de los nuestros o de forma más reciente Ryan Reynolds en Deadpool. De esta forma los protagonistas narran a la audiencia lo que sienten en esos momentos. Baste citar como ejemplo el final de la cinta en el que unos maduros Four Seasons narran a los espectadores cuales son sus sensaciones al volver a juntarse con aquellos que fueron parte importante de su vida al ser introducidos en el Rock and Roll Hall of Fame.

La cinta nos presenta el inicio, auge y caída de un grupo de amigos que lo tuvieron todo, pero que por diversas circunstancias lo perdieron de igual forma. No resulta complicado establecer un paralelismo entre el film de Eastwood, salvando las distancias, con los dirigidos por Martin Scorsese como la ya mencionada Uno de los nuestros o Casino o Brian DePalma en Scarface que nos narraban la historia de un mafioso que lo tuvo todo y que de igual forma lo perdió por tomar las decisiones incorrectas.

El film nos presenta unos cuantos momentos amargos, quedando los instantes de humor reducidos al mínimo. Lo que Eastwood nos muestra es la cara más triste de las bandas, lo que se oculta detrás del éxito,lo que han dejado atrás y la lucha de egos que se establece entre sus miembros que sobre un escenario han de dejar aparcadas para ofrecer a sus seguidores una gran actuación, a pesar que una vez se bajen del mismo apenas se puedan soportar. Algo que se puede comprobar en la secuencia que transcurre en casa del personaje encarnado por Christhoper Walken, donde todo lo que llevaban callando durante años estalla.

Una película que no pasará a la historia del cine, pero que merece un visionado para mostrar a los espectadores una nueva muestra del talento de Eastwood como realizador y que satisfacerá tanto a los aficionados a los musicales como aquellos que sean seguidores del realizador de Gran Torino.

En resumidas cuentas:
Lo mejor: la labor de Eastwood tras las cámaras, Walken, Piazza y Young y los números musicales.
Lo peor: que a pesar de su buena factura se le considere una obra menor.
La secuencia: la primera reunión de los Four Season cantando una canción compuesta por Gaudio.
La imagen: Gyp DeCarlo llorando mientras oye interpretar a Valli My mother´s eyes.
El momento: el número musical que supone el punto y final a la cinta.

A continuación el trailer:












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