martes, 22 de noviembre de 2016

libro: Delirios de persecución

Hoy vuelve a aparecer por este blog una autora que apareció unas entradas atrás. En esta ocasión vengo a hablaros de la obra que supuso su debut en el mundo literario, una hábil mezcla de thriller y drama que engancha desde sus primeras páginas, donde pasado y presente se dan la mano y mantiene la atención de los lectores en sus casi 300 páginas.

Escrito por Alicia Huerta el libro nos narra la historia de Marcos, quién tras perder a su mujer Claudia y su hijo de manera trágica se tomará una excedencia de su trabajo para viajar a Santander para recuperarse. Lejos está de imaginar la aventura que está a punto de vivir, cuando se vea involucrado sin pretenderlo en una trama de tráfico de obras de arte y en donde su mujer, a quién recuerda de manera constante, tiene mucho que ver.

Pasado y presente se dan la mano en una narración ágil y con constantes saltos en el tiempo, en donde poco a poco vamos conociendo más acerca del pasado de Marcos y de como la enfermedad mental que padecía su mujer, manía persecutoria, afectaba su relación.

Es precisamente la culpabilidad el cimiento en el que asienta el libro. ¿Los acontecimientos hubieran discurrido de otra forma de haber hecho caso Marcos a lo que le decía su mujer? ¿Todo lo que contaba lo ignoraba conociendo la enfermedad que padecía, creyendo que eran fruto de su imaginación? Eso es lo que Marcos no deja de preguntarse a medida que va conociendo más las circunstancias que rodearon la misteriosa muerte de su esposa y la rememora en sus recuerdos.

Mediante un personaje ficticio Alicia nos muestra una triste realidad. La de aquellas personas que ven condicionada su vida y relaciones por tener a alguien de su entorno afectada de manía persecutoria. La paciencia que demuestran día a día es digna de elogiar, pero llegan momentos en los que no pueden más y se derrumban viéndose impotentes ante el avance de la enfermedad y la manera en la que afecta a sus seres queridos.

Los tres protagonistas principales, Marcos, María y Claudia están muy bien construidos y presentan no pocas capas, que nos van siendo reveladas a medida que avanzan la investigación sobre el paradero del codiciado tesoro y las circunstancias que rodearon la muerte de Claudia. Tanto Marcos como María, a quién conoce en Santander, son dos personas marcadas por un pasado del que no pueden huir y del que intentan escapar sin conseguirlo.

Además de la culpabilidad temas como el amor, la codicia o la duda están presentes a lo largo de las páginas. Todos ellos conforman un perfecto coctel en el que estos sentimientos acompañan a los lectores a medida que avanzan en la lectura.

El final de la obra, que por supuesto no voy a desvelar, casa con el tono predominante que tiene el libro. Es bastante amargo, en el que sin embargo podemos ver un leve rayo de esperanza para el personaje de Marcos, cuya evolución a lo largo de la trama es más que evidente. El Marcos que vemos al final de la novela no se parece en nada al que conocimos cuando empezó todo.

A medida que avanzaba en su lectura me pareció ver como la autora rendía homenaje, no sé si de forma evidente o no, a una obra clave de la literatura negra como es El halcón maltés de Dashiel Hammet. En donde un grupo de personas andaban tras la pista de un objeto de gran valor, y no se detendrían ante nada para conseguirlo. Pese a que tanto El halcón maltés como Delirios de persecución no podrían ser más distintas en su conclusión.

Un buen libro que nos mantiene enganchados y en donde las relaciones entre los personajes importan más que el misterio que planea a lo largo de sus páginas.




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