miércoles, 16 de marzo de 2016

pelicula: 12 trampas

Muy buenas a todos. Hoy os traigo una cinta que si bien no es ninguna maravilla, ni pretende serlo, al menos si que resulta bastante entretenida tratándose de una cinta de serie B de acción. Los protas están correctos, la dirección está bien, algo normal tratándose de un film de Renny Harlin un realizador que conoció tiempos mejores pero que demuestra que el que tuvo retuvo. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, viajemos a Nueva Orleans para acompañar a nuestro protagonista a lo largo de 12 pruebas infernales. ¿Listos? Allá vamos.

Dirigida en 2009 por Renny Harlin, la trama nos cuenta como el detective de Nueva Orleans Danny Fisher, John Cena, se verá envuelto en un juego mortal planeado por el terrorista Miles Jackson, Aidan Guillen, quien quiere vengarse de nuestro protagonista por un suceso ocurrido un año atrás. Para ello se fuga de la cárcel y secuestra a la novia de Fisher, Ashley Scott, para salvarla tendrá que recorrer la ciudad resolviendo las sucesivas trampas que el malvado ha ido colocando.

Entretenido film de acción que, sin ser nada del otro mundo, al menos si que mantiene enganchado al espectador durante su metraje, de poco más de hora y cuarenta. La película recuerda al cine de de acción que se hacía en los años 90, con trabajo de especialistas y todo bastante físico sin abusar de los efectos digitales. Lo digo y lo mantengo, el cine de acción debe hacerse sin apenas efectos digitales y si con efectos tradicionales, que es como de verdad se aprecian este tipo de producciones.

El guión no es nada original, ni pretende serlo. Lo que nos cuenta ya lo hemos visto antes, baste citar los ejemplos de Jungla de cristal 3 o Harry el sucio, en el que los protagonistas han de seguir el juego que les plantea el maloso de turno para salvar el día, esquivando las pruebas que el villano ha ido pensando para salirse con la suya.

El final se ve venir desde el minuto uno, aquí los buenos son muy buenos y el malo un cabronazo de padre y muy señor mío, que interpreta de manera magistral Guillen, ya acostumbrado a este tipo de roles, baste recordar su papel en Blitz, junto a Jason Statham, o sobre todo de meñique en Juego de tronos. El tío desde luego sabe como dotar de carisma a sus papeles.

Me ponga una familiar con pepperoni, que esto de putear
al bueno da gazuza.

Que nadie se lleve a engaños, la cinta es floja, carne de videoclub. Pero aquí reside parte de su encanto, sabe que jamás ganará chorrocientos premios en festivales serios, que sus protas no tendrán en sus estanterías copas volpi y que su guionista no obtendrá la palma de oro en Cannes. Poco importa, saben que tipo de film han hecho, van a poner la mano para cobrar el cheque y a otra cosa mariposa. Con saber que han entretenido a los espectadores les basta y les sobra.

Cena hace lo que puede el pobre, su interpretación se limita a sonreír cuando le toque, dar hostias como panes y a correr. Desde luego no es prodigio actuando. Apenas mueve los músculos faciales, por lo que jugar al poker con este tío debe ser mortal, nunca sabes si le han tocado cartas buenas, si va de farol o que. El luchador de la WWE aquí despliega el carisma que posee como héroe de acción, en espera que le lleguen mejores oportunidades. Al menos en la entrada de hoy lo hace mejor que otra cinta anterior como es Persecución extrema, en la que comparte reparto junto con Robert Patrick, el inolvidable T-1000 de Terminator 2. 

Si no la habéis visto os la recomiendo. Salva una tarde aburrida y Harlin demuestra que mantiene parte del talento que había perdido haciendo chorradas como The Revenant o El exorcista: el comienzo sobre las que será mejor correr un tupido velo. Lástima que no se prodigue más en pantalla grande, puesto que demuestra ser un realizador bastante eficaz cuando se trata de hacer acción. Y si ya la visteis en su momento, siempre es buen momento para darle una nueva oportunidad.

A continuación el trailer:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.







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