domingo, 27 de marzo de 2016

libro: Cacahuete

Muy buenas a todos. Hoy vuelve a aparecer por este blog un autor que ya lo había hecho con anterioridad, y espero que no sea la última. En esta nueva obra suya, vuelve a ofrecernos un conjunto de relatos en los que el terror, lo irónico, el suspense y el drama se dan de la mano para satisfacer los paladares de los lectores que se acerquen a este libro. Y es que en el fondo el nombre que da la obra cacahuete, puede presentarse de las más diversas formas: al natural; tostado; con sal; recubierto de miel o de chocolate, hay un sabor para todo tipo de público, tal y como ocurre con las historias que nos vamos a encontrar en la presente antología. Pero no adelantemos acontecimientos, acompañadme a un viaje donde a través de diversos personajes, viviremos distintos tipos de aventuras. ¿ Listos ? Allá vamos.

Escrita por Darío Vilas, la presente antología de poco más de 140 páginas se compone de 22 relatos, algunos más extensos que otros, los cuales paso a hacer un breve resumen de todos. Antes de proseguir, decir que de nuevo este libro te sabe a poco, te deja con ganas de más pero que no aburre en ningún momento y da muestras una vez más del talento del autor a la hora de narrar situaciones y personajes. Ahora sí, vamos a ello:

- 23 centímetros: un inmigrante nigeriano nos cuenta la historia que le llevo a entrar en prisión. Muy buena forma de iniciar una antología, con un relato dramático pero no exento de ironía. Breve, conciso y que es el encargado de abrir fuego, tarea nunca fácil pero que aquí supera con nota la prueba.

- Cacahuete: Mario y Roberto se disponen a salir de marcha, donde el alcohol y las drogas tendrán un papel fundamental. Relato bastante irónico y cuyo final, que por supuesto no voy a desvelar, lo deja a la interpretación de los lectores. Muy chulo y entretenido.

- Orgullo de padre: la religión y la tradición familiar juegan un papel fundamental en este relato ambientado en Japón. Muy bueno, simple, conciso y duro en algunas partes y que fue ganador del premio Calabazas en el trastero en 2010 en su sección terror oriental. De las mejores historias que aparecen en el presente volumen.

- Me queda el bote de champú a la fruta: un joven compra un bote de champu y se dispone a salir de juerga, pero no llega a utilizarlo. Una noche de fiesta que no saldrá como el quiere, pero el champú le ayudará a la mañana siguiente. Relato dramático y que puede haberle pasado a cualquiera de nosotros, cuando eramos jóvenes y la noche no sale como habíamos planeado.

- El pasillo: Elena, la protagonista del relato recuerda una historia de terror que le contaba su hermano cuando eran pequeños. Pero algunas historias pueden hacerse realidad. En pocas páginas Darío consigue crearnos una sensación de angustia, jugando con nuestros miedos más primarios que siguen asustándonos siendo adultos. Chulo, entretenido y conciso.

- A tres pasos de mi nuevo hogar: un hombre presencia un accidente y al llegar a casa se dispone a preparar la cena para su mujer y un grupo de amigos. Pero no todo es lo que parece. Relato que va ganando velocidad a medida que uno avanza en su lectura, sobre todo en el segundo paso hasta su conclusión.

- Es algo: alguien, el protagonista del relato es un pobre hombre al que nadie respeta y todo el mundo se aprovecha de él, nada le sale bien, incluso el haber matado a su cuñado que le puteaba siempre que podía no hace que su vida cambie. Muy buen relato, de los más largos de la antología y cuya historia está narrada en presente y en pasado, momento que aprovecha el protagonista para narrar a los lectores el día en que asesinó al hombre que le hacía la vida imposible.

- Esas cosas no pasan: una pareja que acaba de alquilar un piso, recibe un regalo en forma de mesa de ordenador de sus vecinos, pero el mueble parece tener algo más. Relato divertido, en la línea de la serie de televisión Cuentos asombrosos o En los límites de la realidad.

- La rosquilla blanca: un hombre se encuentra en su casa la rosquilla perfecta y no deja de pensar en ella durante todo el día, hasta que llega a su casa y se encuentra con una sorpresa. Relato breve y muy divertido, cuyo final es bastante negro y que haría las delicias de Hitchcock.

- La última deuda del señor M: en Alemania un asesino de niños actúa impune, hasta que es capturado. Esta es su historia. Relato que es un homenaje en toda regla a esa obra maestra del cine que es M, el vampiro de Dusseldorf dirigida por Fritz Lang. Muy buen relato y que sirve de bonito homenaje al film del realizador alemán.

Una preciosa tarde de primavera: en un funeral ocurren sucesos extraños. Relato breve, pero que no me acabó de convencer del todo, no es que fuera malo pero no gustó como otros que aparecen en este volumen.

- Que jodida: una partida de cartas se acabará convirtiendo en una masacre. El humor muy negro está presente a lo largo de sus páginas, sobre todo al llegar a su conclusión. Se nota que el autor hizo este relato con la única pretensión de pasárselo bien, y es algo que se nota a media que uno lo lee, y sobre todo al llegar a la conclusión.

- Doble M: dos hermanos que comparten todo se acuestan con la atractiva cajera de un supermercado, pero esta vez no todo saldrá como tienen planeado. Relato con algo de picante y que le mete caña a aquellos hombres que solo se preocupan por acostarse con cuantas mujeres sean.

- Chispas: Victor y Rafa son dos paraspsicólogos que se trasladan a Lantana a investigar una habitación donde ocurren sucesos extraños. Una vez más Darío vuelve a una de sus invenciones para ofrecernos una aventura donde el terror y unas gotas de comedia se dan de la mano. Muy chulo y me gustó, sobre todo por la nostalgia que produce volver a leer algo de esta isla creada por su autor.

- El solar:  un abogado se entrega en comisaria después de haber disparado un arma. Relato muy divertido, sobre todo en su conclusión y que demuestra que Darío tiene un punto de mala leche irónica que disfruta sacando de tanto en cuando.

- Un día más: parece un día normal cuando un hombre se está duchando, nada más lejos de la realidad.
Al autor le basta poco más de una página para contarnos una historia donde la mala suerte está muy presente.

- La reunión: una joven acude a una oferta de trabajo con otras candidatas. De nuevo historia muy breve, la cual nos sorprende al leer las palabras finales del relato. Lo bueno si breve, dos veces bueno.

- Distorsión: un hombre al levantarse se da cuenta que su voz suena distorsionada, lo que causa un grave problema, así nuestro protagonista decide tomar una drástica decisión. Relato que trata sobre como a veces solo queremos oír lo que nos interesa.

- Entra tú: uno de los relatos más duros que tiene como protagonista a un espectro. La conclusión nos deja inconscientes, puesto que durante toda la historia juega con los miedos de los lectores.

- Caballito: una madre y su hijo pasan su día a día como pueden. Relato muy duro, sobre todo en lo que respecta a su final, que por supuesto no voy a desvelar, y en donde Darío vuelve a hacer gala de su talento a la hora de construir historias breves. No en vano, este relato fue el ganador del premio Nocte en 2015.

- Wimpy: el rodaje de una película es aprovechado por uno de los ayudantes para tratar de boicotear a su director. Me encantó este relato, sobre todo por sus protagonistas y por la historia que cuenta. Para los cinefilos es una gozada y un canto de amor al cine.

- Fin del  trayecto: un muerto nos narra como ha llegado a fenecer. De nuevo, en poco más de una página Darío consigue enganchar a los lectores con una historia breve y simple.

Una antología que deja con muy sabor de boca y con relatos ambientados en distintos géneros, en el que Darío demuestra estar en forma al ofrecernos historias diferentes pero que consiguen enganchar a los lectores de alguna forma u otra.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.





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