miércoles, 6 de enero de 2016

libro: zombificalo

Muy buenas a todos. Hoy por ser día de reyes os traigo una nueva entrada. Pero ya aviso que en esta ocasión voy a sacar el hacha, los que me llevéis siguiendo un tiempo sabéis que tiendo a ser benévolo con los libros que aparecen. En esta ocasión no es así, incluso es de las peores antologías que han caído en mis manos, algo que fastidia ya que algunos autores que colaboran en esta antología han demostrado su buen hacer en otros momentos pero aquí no estaban inspirados, lo que es una verdadera pena. Acompañadme a un viaje para conocer el lado más divertido de los muertos vivientes. ¿ Listos ? Allá vamos.


Publicado por la editorial Universo, la antología consta de 15 relatos de humor en el que los autores utilizan los zombis como vehículo para criticar la sociedad en la que vivimos, para ello se sirven de famosos, ya sean patrios o no para ofrecernos el lado más divertido de la muerte, si es que lo tiene.

Cada vez que leo un volumen de relatos suelo ofrecer un breve resumen de cada uno de ellos, para que los lectores se hagan una breve idea de lo que trata cada uno de ellos. En esta ocasión no va a ser así, debido al enfado y decepción que me llevé al leer la antología.

Todos sabemos que hacer reír no es fácil, hay que tener talento y habilidad para conseguirlo. No a todo el mundo le gusta el mismo tipo de humor, los hay que les gusta el absurdo; el inteligente; el simple etcétera. Cada uno de ellos va enfocado a un tipo de publico diferente, y a no todo el mundo le gustan las mismas cosas, eso es evidente que a no todo el mundo les hacen reír las mismas cosas.

El principal problema que radica en la presente antología es precisamente el humor, o para ser más concretos la falta del mismo. Los autores que aquí escriben, tal y como he mencionado en el párrafo que inauguraba esta reseña, han dado muestras de su talento cada vez que han aparecido por aquí. Algo que por desgracia no ocurre aquí, si bien los relatos están escritos de forma correcta el sentido del humor brilla por su ausencia.

Salvo 4 relatos, escritos por Tony Jiménez; Fayna Bethencourt; Miguel Chamizo y David Arrabal que sin hacerte reír si que consiguen mantener nuestra atención de forma más o menos interesantes, el resto de relatos son muy muy flojos, apenas consiguen mantener nuestro interés y solo queremos pasar al siguiente para quitarnos el mal sabor de boca que nos han dejado. Tony nos cuenta la historia de un escritor de terror famoso por Carrie; Fayna narra la no vida de cierto presentador y ahora supuesto actor de un programa del corazón; Miguel ofrece uno de los mejores relatos con la figura de un presentador que ahora entrevista en un sofá y manda a sus invitados al rincón de pensar y por último David nos ofrece las aventuras de un grupo de música famoso por sus maquillajes.

El resto de relatos escritos por Emilio Bernal, que firma tanto el que inaugura la antología como el epílogo con los Mojinos Escozíos o sus sosías como protagonistas; Juan Miguel Fernández con la figura de Santiago Segura o su imitación; Pepa Mayo con cierto director neoyorquino bastante neurótico; Daniel Gutiérrez con una tonadillera más peluda de Chewbaccca y su hijo; Fernando Peréz Arrabal con un potro vallecano caído en desgracia; Bea Magaña con dos ídolos teen ligados a los escándalos; David Gambero con cierto programa de cotilleos y sus integrantes de una cadena privada que parece especializada en la telebasura; Athman M. Charles con cierta duquesa fallecida hace poco; Esteban Dilo con cierto jugador argentino de un club catalán; Gabriel Romero de Ávila con un presentador de televisión sobre cuya inmortalidad se han hecho miles de chistes; Paloma Aragón que toma la figura de un periodista famoso por dar caña a sus entrevistados; Carmen Moreno nos vuelve a traer a la vida o mejor dicho no vida, a cierto dictador español; Montiel de Arnáiz nos cuenta la historia de un boxeador caído en desgracia que se hizo famoso por morder la oreja de su rival; Guillermo del Moral narra la historia de un humorista que alcanzó la fama por ser un fistro pecador; Antonio Sánchez Vázquez vuelve a recurrir a cierta princesa del pueblo famosa por aparecer en el programa del corazón antes mencionado y Roberto García Cela nos traslada al otro lado del charco de nuevo para ver como cierto presidente que sufrió el atentado del 11 S hace de las suyas.

Mientras avanzaba en su lectura, el pensamiento que se repetía una y otra vez en mi cabeza era que se acabara el libro de una vez. Se me hizo muy tedioso, y es que el principal problema radica cuando tomas como punto de partida el tema zombi sobre el que se ha escrito en multitud de ocasiones y del que ya resulta complicado sorprender a los lectores avezados en su lectura. Si a ello le añadimos que hacer reír es muy difícil , el experimento da como resultado un libro muy fallido. Lo que es una pena debido a autores como Antonio; Bea; Pepa; Carmen o Athman se desenvuelven bien en el género de horror, pero aquí no supieron dar con la tecla adecuada.

Este libro lo han prohibido en Guantánamo por considerarlo que es demasiado cruel como para usarlo como instrumento de tortura. No os podéis hacer una idea de lo malo que es, y es que los experimentos muchas veces no sabes como pueden salir, unas veces bien y otras sale rana. Es lo que ocurre con esta antología, muy floja y que no hace reír en absoluto. Salvo en un par de momentos en los que puedes esbozar una leve sonrisa, pero esto ocurre en contadas ocasiones y se pueden contar con los dedos de una mano. Se puede afirmar que esta antología es el Batman y Robin del género zombi, y todos sabéis lo que eso significa si habéis visto la cinta de Clooney con Chuache.

En definitiva, una antología muy poco recomendable y en la que no vale la pena malgastar vuestro tiempo.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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