libro: bajo el paraguas azul

Muy buenas a todos. Antes de proseguir con la entrada de hoy, de nuevo daros las gracias. El blog ha superado las 50.000 visitas, algo que para mí significa mucho, os quedo muy agradecido por ello. Antes que se me pase, dar las gracias a la editorial que me hizo llegar un ejemplar de cortesía para poderlo reseñar.
El libro del que hoy voy a hablaros, toca un tema tan triste y real como es el del ciber acoso, al que se ven sometidos muchos jóvenes de nuestro país a lo largo del año. Algunos de los casos, acaban con el suicido de la víctima al no poder soportar más la situación en la que se han visto envueltos. Acompañadme a conocer a nuestra protagonista, ficticia pero que podría ser cualquier adolescente en cualquier parte del mundo. Listos? Allá vamos.

Escrito por Elena Martínez Blanco, la trama es la siguiente: Glauca es el patito feo de la clase, que no puede creer su suerte cuando su amor platónico Sergio empieza a salir con ella y le pide una foto en ropa interior. Lejos está la joven de imaginar que todo se trata de una broma cruel de Andrea, novia del chico y del daño que le hará al compartir la foto. Nuestra protagonista contará con la ayuda de Alberto su mejor amigo y de profesores que harán lo que puedan para ayudarla a salir de la situación, antes que sea demasiado tarde para ella.

Libro muy recomendable, sobre todo en los institutos y para los jóvenes, para que se den cuenta y abran los ojos, ante una situación que por desgracia se está dando más a menudo de lo que quisieramos. La autora, ha trabajado con niños y eso es algo que se nota. Las situaciones que nos describe, pese a que sean ficticias, tienen una base más real de lo que nos gustaría admitir. Son momentos muy duros los que nos vamos a encontrar a lo largo de sus páginas, y en no pocas ocasiones harán que nos enfademos por lo que estamos leyendo.

Que las redes sociales han venido para quedarse, es algo más que evidente. Como tal, pueden ser usadas con buenos propósitos, pero también para hacer la vida imposible a aquellos más débiles y que son objeto fácil de burlas y abusos. La villana de la historia se gana en seguida las antipatías de los lectores, que asisten impotentes a las mil y una perrerías que va cometiendo con la protagonista, lastima de no tener un objeto mágico con el que poder acceder al libro. Si así fuera, de la hostia no le libraba nadie. Así de asquerosa resulta, y es por ello que hay que felicitar a la autora, por crear un malo tan odiable.

La novela es bastante dura, en pocas ocasiones da lugar un momento de respiro. A la pobre chica no paran de acumularsele las desgracias. La autora es consciente de ello, no es un libro fácil. No esperéis momentos donde las risas hagan su aparición, apenas hay lugar para los momentos felices o edulcorados. Parte de los personajes que aparecen por sus páginas, son unos cabrones de padre y muy señor mío, tanto por parte de los adultos como de los adolescentes.

Menos mal que entre tanto pesimismo hay lugar para la esperanza, tal y como se refleja en sus páginas finales. Pero aún así, nos queda un regusto muy amargo. Se puede decir que es un final agridulce, conclusión que por supuesto no voy a desvelar. Pese a ello, la novela nos tiene con el corazón encogido durante la mayor parte de sus páginas. Un nudo permanente se agarra a nuestra garganta y pecho, debido a la dureza de lo que estamos leyendo.

Si tenéis hijos o sobrinos adolescentes o menores, y que se pasan buena parte de su vida enganchados a las redes sociales, haceros con este libro y hacer que lo lean, pero también hacerlo vosotros. Para daros cuenta de lo crueles que pueden llegar a ser los niños hoy día. Una novela que sirve para hacer que tanto adultos, como los más jóvenes de la casa, recapaciten sobre el uso que se le dan a las nuevas tecnologías, y a lo que se exponen a la hora de hacerse fotos y compartirlas con gente con la que no tienen demasiada confianza.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.