libro: mascotas

Muy buenas a todos. Hoy os traigo un libro que acabe de leer hace poco, y cuyo tema y punto de partida es desde luego más que interesante. Apenas se ha tratado o esbozado salvo en un par de ocasiones, por lo que el terreno estaba casi sin explorar. Y han sido una serie de autores jóvenes españoles los que se han atrevido a sacar partido de ello. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, acompañadme a un viaje donde unos animales, harán de las suyas a sus sufridos dueños. Listos? Allá vamos.

Antología coordinada por David Rozas, y publicada por La pastilla roja,  consta de 12 relatos en el cada uno de los autores que participan en la misma, escogen a un animal para hacerle protagonista de una historia en la que el terror estará más que presente. Poco sabían los incautos dueños lo que les esperaba a la hora de hacerse con un ser en apariencia inofensivo, y que en la mayoría de los casos se tornará en su peor pesadilla.

Muy interesante antología, en el que los escritores huyen de los típicos animales que todos conocemos, para ofrecernos su punto de vista sobre unos animales que apenas han sido explorados en otros escritos anteriores. Por supuesto que hay perros y gatos, pero también hay espacio para los exóticos e incluso los raros o directamente inventados.

Una vez más, la regla no escrita de de las antologías vuelve a cumplirse, en el que unos relatos son mejores que otros. Los 12 que componen el presente volumen son los siguientes:

Arrakis, escrito por Ana Vivancos: una oruga hará de las suyas en una cabaña donde una familia va a pasar unos días de vacaciones. Un final inesperado y terrorífico, en una historia con tintes ecológicos. Muy interesante.

Nocte,  escrito por Lorena Gil: uno de los mejores relatos de la antología, en el que un hurón hará pasar las de Cain al pobre veterinario que le ha acogido buscando compañía. Este escrito te hace pensar muy mucho en respetar los horarios de cuidado de los animales de compañía.

Manolito, de David Rozas: un actor arrestado por la policía contará su historia, en el que un loro y la magia santera se dan de la mano para un relato que una vez empieza, no para hasta su conclusión manteniendo en tensión al lector.

Los huevos de Catalina, de José Manuel Durán: un animal en apariencia tan inofensivo como una tortuga, es capaz de cometer autenticas salvajadas, y a impulsar a cometerlas a su nuevo dueño que hará lo que sea para poner fin a la pesadilla.

El gato tigre, de Sergio Alarte: un escritor, un gato y una casa en una isla. De los que más me gustaron, cuya referencia a clásicos del terror como Poe o King es más que evidente. Muy disfrutable.

Cuando las aves cantan, de Marina Dal Molin: un cuervo visitará a una escritora. No me acabó de convencer del todo este relato, y no porque esté mal escrito, pero lo veo demasiado poético y poco terrorífico para una antología de estas características.

Pwottohtoh, escrito por Néstor Allende: un animal muy raro y con un gusto por destruir cada vez que le dan una orden. Muy divertido y una gamberrada de principio a fin. De mis favoritos.

Nueces, de Rain Cross: una ardilla no puede ser tan inofensiva como parece, o sino que se lo pregunten a sus nuevos dueños, que vivirán muy de cerca lo que puede hacer este roedor en apariencia tan simpático.

El pollito pío, de Judith Bosch: brujería, esqueletos y una gallina se dan la mano para uno de los relatos más inquietantes y terroríficos de este volumen.

Cotton, de Ricardo corazón de león: dos animales en apariencia tan dispares como un gato y un mandril, están más relacionados de lo que su dueña cree, sobre todo cuando una maldición vudu pesa sobre uno de ellos.

Urd, de Bea Magaña: mezcla de mitología y ciencia ficción, en el que se nos narra la vida de varias personas unidas por la robótica y una tarántula. Pese a que el tiempo transcurre durante un gran período de tiempo, todo queda explicado en sus líneas finales. De lo mejor de este volumen.

Rufus, escrito por Daniel Gutierrez: una familia y un perro que guarda un terrible secreto tras de sí. Buena forma de poner punto y final al volumen.

Hay de todo y para todos, unos relatos podrán gustar o menos, pero lo que no hay duda es que es una edición a la que merece la pena echar un vistazo. Tanto por el contenido y calidad de los relatos, como por la maquetación y la idea que desarrollan y que tal y como afirmaron los escritores en la presentación a la que tuve oportunidad de asistir, apenas ha sido tratada. Solo por eso merece una oportunidad.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.