Hoy de nuevo vuelven al blog los bolsilibros, esos pequeños volúmenes que tan buenos ratos hicieron pasar a nuestros padres y abuelos años ha. En esta ocasión, el género escogido para el tomo es el de terror, con dos historias independientes entre sí pero que, sin duda, harán pasar un buen rato a todos aquellos que se acerquen al mismo. Desde aquí, dar las gracias a la editorial por el ejemplar de cortesía para hacer la entrada.
Con prólogo a cargo de Carlos Díaz Maroto, en el que se nos explica la tradición tanto de los bolsilibros como del género de terror dentro de la literatura, los dos relatos resultan bastante interesantes, sobre todo el primero, y nos harán pasar un buen rato, mientras lo pasamos mal leyendo las peripecias de los protagonistas. Pero en esto consiste el encanto del terror, en pasarlo bien mientras vemos como las creaciones del escritor lo pasan mal.
Como viene siendo costumbre haré un breve resumen de cada una de las historias, y mi opinión acerca de las mismas:
- Dame tu muerte: escrita por Alejandro Riera Guignet, la trama nos cuenta como una noche el guardaespaldas Lance Shore, se encuentra con un accidente en el que ve a una preciosa mujer muerta. Desde ese momento, su vida cambiará ya que comenzará una extraña obsesión con la misma.
Poco más puedo decir acerca del relato, sin estropear alguna que otra sorpresa y, sobre todo, ese giro final que me gustó bastante. Tanto por la sorpresa, como por la conclusión de la historia bastante sangrienta.
Este es una historia que bebe bastante del gótico, ya que la obsesión con la persona fallecida es una de las características principales de las historias de terror escritas en esta época. Salvando las distancias, puesto que el relato se ambienta en nuestros días, es un relato que podía haber sido escrito por Bécquer o Poe. Aquí, el concepto de Eros y Thanatos, está bastante presente a lo largo de las peripecias de nuestro protagonista.
El autor nos presenta escenas bastante sangrientas, que no tienen nada que desmerecer a las vistas en cualquier cinta de terror. Las principales referencias que uno puede observar, una que vez que ha leído el relato, son el género zombi y, sobre todo, la brujería. Este segundo elemento comienza a ganar peso, sobre todo a medida que la historia se va acercando a su final.
Otro aspecto a destacar es el descenso a la locura por parte del protagonista. No sabemos si lo que le sucede son por las voces que oye en su interior, o si está siendo controlado por otra persona y él es inocente puesto que es manipulado por alguien externo.
A medida que iba leyendo, no podía parar de pensar que tanto esta historia, como la que viene a continuación, podían haber formado parte de Historias para no dormir, Cuentos de la cripta o La dimensión desconocida, tanto por el tono como por su conclusión.
- Compulsión: escrita por Eneele Horst, la historia nos cuenta como Runar Landvik, experto en estudios folklóricos se encuentra con una extraña criatura mientras hace un reportaje. Este suceso le llevará a encontrarse con su hermano Asgeir, con quien lleva años distanciado y que es experto en fenómenos paranormales.
A diferencia de la historia anterior, la que aquí nos ocupa bebe más de la ciencia ficción que del terror. Toma aspectos del segundo elemento, sobre todo por su tono, pero lo que es la trama principal puede recordar a cualquier relato escrito por Matheson o Bradbury por citar los ejemplos más evidentes.
El relato se encuentra dividido en dos partes: en la primera de ellas se nos cuenta la relación que se establece entre la criatura y el hermano de Runar y que concluye con la desaparición de ambos, en un laberinto que ha construido el ser. En la segunda seremos testigos de la misión de rescate que se crea para salvar a Asgeir.
Cada una de las partes tiene dos tonos bastante diferenciados: en la primera la autora nos va presentando a los personajes, además de los hermanos ya citados también nos encontramos a Jaswinder, una militar que es contratada para ayudar a Runar, y a diversos técnicos y militares que están en la base. Aquí Eneele va sentando las bases para lo que nos vamos a encontrar en la segunda mitad.
Así, en la primera mitad seremos testigos de las relación que se establece entre Asgeir, que puede tener poderes psíquicos, y la criatura a la que llama Pigmalión, mientras que también conoceremos algo más sobre el pasado de ambos hermanos.
En la segunda, la autora apuesta más por la acción y el terror. Ya que a medida que el pelotón de rescate se va adentrando en el laberinto, se encontrarán con las criaturas creadas por el ser a imagen de Asgeir, y que salen de los lugares más insospechados. Aquí, mi memoria cinéfila no pudo sino acordarse, salvando las distancias, de la parte final de Aliens, en la que los marines espaciales tendrán que hacer frente a los xenomorfos que salen de los lugares más insospechados.
Esta segunda mitad me gustó más que la primera. Tanto por el tono como por los sucesos ante los que nuestros protagonistas tienen que hacer frente. Aquí habrá bastantes muertes, algo normal teniendo en cuenta lo que pasa cada vez que un pelotón de soldados han de hacer frente a una amenaza que desconocen, pero también nos encontraremos con un arco de redención de los protagonistas principales que buscan, ante todo, sanar sus heridas y que han encontrado en su enfrentamiento con la criatura la mejor forma de hacerlo.
Buena historia que pese a la diferencia entre ambas partes, la suma de ambas consiguen el equilibrio perfecto.
Tal y como he dicho antes, el relato podía haber formado parte de las series anteriormente citadas.
Dos buenos relatos, bien diferenciados entre sí, pero que cumplen de sobra con el objetivo con el que fueron creadas, que no es otro que el de hacer pasar un buen rato a todos aquellos que se acerquen al volumen.
Si os gustan los cuentos de terror breves y que se leen en un suspiro, no lo dudéis y dadle una oportunidad al volumen. Seguro que no os arrepentiréis.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.