lunes, 16 de septiembre de 2024

serie: Martial law

En el verano de 2001, Antena 3 estrenó la serie que hoy voy a reseñar y a la que le tengo un aprecio especial. No solo por acompañarme en esas tardes de estío, sino también por que su protagonista principal ha participado en algunas cintas de artes marciales clásicas. Si además, tenemos en cuenta que la mezcla de acción, comedia y unas gotas de drama funcionan bien, el resultado no podía ser otro que el de entretenimiento asegurado. Así pues, veamos que aventuras le esperan a nuestro protagonista.


Creada por Carlton Cuse, la serie nos narraba las aventuras de Sammo Law, Sammo Hung, un policía chino que persiguiendo a un señor del crimen llega a la ciudad de Los Ángeles, donde entrará a formar parte de su unidad anticrimen y buscará a su alumna infiltrada en la organización criminal Pei Pei, Kelly Hu. Allí hará equipo, y amistad, con otros oficiales, entre los que se encuentran Terrell Parker, Arsenio Hall, y Louis Malone, Louis Mandylor. Sammo estará bajo las ordenes del capitán Winship, Tom Wright, en la primera temporada y de Amy Dylan, Gretchen Egolf, en la segunda.

Este es, a grandes rasgos, el resumen principal de la serie. En cada uno de los episodios, Sammo intentará resolver el crimen de turno haciendo gala de sus habilidades marciales, hasta ir llegando a los capítulos en los que se resuelve la trama principal, la búsqueda del señor criminal en la primera y la lucha contra la organización Escorpio en la segunda, en la que se encuentra el hijo de Sammo.

A lo largo de sus 44 episodios, veremos a diversas estrellas invitadas entre las que se encuentran Mario Van Peebles; Neal McDonough; Tim Curry; Tzi Ma; Mako; Mark Dacascos; Mark Sheppard o James Hong por mencionar algunos ejemplos. Caras conocidas que alguna vez hemos visto, ya sea en otras series o películas, y que, salvo excepciones, suelen interpretar al enemigo de turno a detener por parte de Sammo y sus compañeros.

Incluso en un capítulo de la segunda temporada, hubo un crossover con Walker: Texas Ranger protagonizada por Chuck Norris. Ver a dos grandes artistas marciales en dos capítulos, tanto en la serie de Sammo como en la de Norris, es una gozada para los aficionados a las artes marciales. Me sorprendió gratamente y mi niño interior no pudo sino alegrarse de ver juntos a estos dos iconos repartiendo estopa en el nombre de la ley.

Lo mejor de la serie es, como no podía ser de otra forma, las escenas de acción en las que Sammo se luce. Pese a su físico nada convencional dentro de las artes marciales, Sammo demuestra estar en plena forma, haciendo gala de una agilidad inusual y de pegar hostias como panes. No resulta complicado ver el estilo de su amigo Jackie Chan, a la hora de pelear y de usar cualquier objeto que tenga cerca para incapacitar a sus enemigos.

La serie tiene una duración de unos 45 minutos por episodio, al final de cada uno de ellos podemos ver tomas falsas, en las que se ve a nuestros protagonistas metiendo la pata o a Sammo equivocándose en alguna coreografía. 

Son estas luchas, como he indicado anteriormente, el plato fuerte de show. Pero además, la química entre Hung y Hall es evidente. Esta no es la primera vez que vemos a una pareja de policías interraciales, puesto que en 1998, año en el que se estrenó en Estados Unidos esta serie, también se lanzó a la gran pantalla Hora punta, con Jackie Chan y Chris Tucker, quienes también demostraron entenderse bien.

Esta serie no va a ganar jamás Emmys o Globos de oro, ni lo pretende. Cumple a la perfección con el objetivo con el que fue creada, que no es otro que el de entretener. Sus capítulos siguen un patrón claro, presentación del caso, lucha y resolución del misterio. Poco importa que sus argumentos no sean elaborados, lo que queremos ver es a Sammo en acción repartiendo galletas, golpes de humor y ya. Para estrujarnos el cerebro en tramas complicadas, ya existen otras series.

Tanto si sois seguidores del cine de artes marciales, como de las series de acción, ésta es una serie que no debéis dejar pasar.

A continuación la introducción de la serie:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.


sábado, 14 de septiembre de 2024

libro: En busca de la luz

Oliver Stone es un buen director y guionista, algo que ha venido demostrando a lo largo de los años donde nos ha regalado un puñado de peliculones. Desde las oscarizadas Platoon y Nacido el 4 de julio, pasando por Un domingo cualquiera, JFK o Asesinos natos, por citar parte de su obra el cineasta neoyorquino nos presenta esta primera parte de sus memorias, en las que nos irá desgranando su infancia, sus adicciones y luchas por sacar adelante proyectos hasta alcanzar el éxito con su cinta sobre la guerra de Vietnam, que pone el punto y final a este primer volumen.

Escrito por Oliver Stone, el director y guionista nos va desgranando parte de sus recuerdos, desde su infancia, donde tuvo que asistir a la separación de sus padres, hasta su experiencia en la guerra de Vietnam, que le sirvió como base para su oscarizada Platoon sin olvidar sus adicciones o multitud de peripecias en los rodajes de El precio del poder, donde ejerció de guionista o Salvador, producción protagonizada por James Woods y que, sin duda, daría para otro libro aparte.

Stone es un cineasta que me gusta, tanto por su estilo a la hora de rodar como a la hora de contar sus historias. Esto lo ha trasladado a estas memorias, utilizando un lenguaje sencillo y para nada técnico y que, sin duda, hará las delicias de todos sus seguidores entre los que me incluyo. Stone no se corta a la hora de utilizar lenguaje soez o confesar como a la hora de recoger su globo de oro por su labor como guionista por El expreso de medianoche lo hizo colocado y borracho.

Algo que desconocía, y que pude descubrir gracias a este libro, es que Stone tuvo como profesor en la escuela de cine a Martin Scorsese. Fue bastante chulo saberlo, puesto que no sabía que Scorsese fue profesor en dicho lugar. Es más, el realizador de Casino alabó un corto de Stone delante de toda la clase, diciendo que era bastante realista y que esto era lo que quería ver. Ya por aquella época Stone demostraba de lo que sería capaz años después.

A lo largo de sus 10 capítulos, Stone nos va guiando por su vida, e incluso nos adelanta lo que se puede incluir en el segundo volumen, que esperemos no tarde mucho en salir. Y es que, aquí viene la pega del libro, Stone se detiene en la noche en la que alcanzó el cielo con la ya citada Platoon. Dejando a los lectores sin saber como fueron el resto de sus producciones.

Filmes como JFK, Asesinos natos o Nacido el 4 de julio que, pese a ser nombrados muy de pasada, no nos explica nada de ellos. Si acaso se detiene en no pocas ocasiones en la cinta protagonizada por Tom Cruise, puesto que fue un proyecto largamente acariciado que estuvo a punto de volverse realidad en no pocas ocasiones. Es más, Al Pacino estuvo a punto de ser el protagonista cuando se iba a haber hecho a primeros de los 80. Sin duda hubiera sido interesante verle en el proyecto.

Una de las partes que más me gustó del libro, es cuando Stone nos narra las peripecias que sufrió para sacar adelante Salvador. No solo por el presupuesto, sino también por los incidentes que surgieron con el protagonista, un James Woods tocapelotas, así como con los problemas con el ejercito salvadoreño. Problemas que luego se vieron solventados con sus nominaciones al Oscar, pero que, aún así, costaron no pocos disgustos al cineasta neoyorquino.

Aflicciones que se vieron multiplicadas a la hora de sacar adelante Platoon. Ya desde que escribiese el guion, que podría pasar por autobiográfico, Stone quería ver este proyecto en pantalla grande. Pero hasta que encontró la financiación, recuperó su libreto que estaba en manos de un productor y pudo encontrar a los protagonistas adecuados pasaron largos años. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa, la cual llegó a Stone en forma de Oscar al mejor director por su cinta sobre Vietnam.

Como no podía ser de otra forma, el libro viene acompañado de fotografías personales de Stone. Aquí me hubiera gustado que hubiera un cambio de papel, que fuese más grueso para diferenciarlo del resto del libro, algo que no ocurrió en otros libros de la misma editorial como el de Mel Brooks o los Blues Brothers donde si se apreciaba la diferencia de grosor.

Tanto si sois seguidores de Stone, como si os gusta saber más sobre como se hacen las películas, este es un libro que recomiendo a pesar de que, tal y como he venido diciendo, se quedé a medias y nos deje con la miel en los labios, puesto que no somos pocos los que queremos saber como continúan estas memorias. Esperemos que Stone se decida a sacarlas y saber como fueron los rodajes de sus producciones posteriores.

Esta editorial está sacando libros bastante interesantes, ya sean de cine o música, por lo que deberíais darle una oportunidad. Seguro que no os arrepentiréis.

sábado, 7 de septiembre de 2024

película: Bitelchús Bitelchús

Ayer se estrenó la secuela de Bitelchús, como amante de la primera entrega que soy, y que vi en cine en momento de su lanzamiento, decidí ir a verla. La sorpresa fue más que agradable, como pienso detallar a continuación. Esta segunda parte nos trae de nuevo al bioexorcista más irreverente de la historia del cine, por quien no parecen haber pasado casi cuarenta años. Así pues, veamos que nuevas peripecias le aguardan a este fantasma tan divertido.

Dirigida por Tim Burton y escrita por Alfred Gough y Miles Millar, la trama nos cuenta como Lydia, Winona Rider, presenta un programa de entrevistas sobrenatural producido por su pareja Rory, Justin Theroux. Al enterarse del fallecimiento de su padre, decide viajar con su madre Delia, Catherine O'Hara, a arreglar los papeles en compañía de su hija Astrid, Jenna Ortega. Al llegar a la casa, su hija encuentra el papel con el que invocar a Bitelchús, Michael Keaton, que anda escondiéndose de su novia Dolores, Monica Bellucci, a la que conoció en la época de la peste negra y que anda matando a fantasmas, por lo que el detective Wolf Jackson, Willem Dafoe, decide seguirle la pista.

He de decir que no me esperaba mucho de la cinta, una vez acabado su visionado, tengo que admitir que me ha sorprendido gratamente. No solo por devolvernos al Burton más gamberro y gótico, sino también por ofrecernos un humor bastante negro y con un Keaton en estado de gracia, recuperando uno de sus personajes más icónicos.

Uno de los aspectos que más me gustó del film, fue el uso de efectos tradicionales junto a más modernos. Esto es algo que se puede apreciar en el instante de los gusanos de arena o cuando al famoso fantasma se le salen los ojos de las órbitas, que recuerda y mucho a los Looney Tunes. Los efectos más modernos no desentonan en absoluto, e incluso ayudan a la producción.

Sin lugar a dudas, lo mejor es Keaton. Pese a sus 73 años el intérprete demuestra estar en plena forma, volviendo a ofrecernos un Bitelchús por el que parece que no hayan pasado casi 40 años. Sigue siendo ese ente gamberro, al que todo le importa un pimiento que busca su propio beneficio, incluso cuando ayuda a los demás. Si lo hace, es por que le interesa.

Otra sorpresa agradable fue O'Hara, aquí mucho más disparatada que en la anterior entrega de la saga. Aquí se ha soltado la melena y muestra a los espectadores su faceta más loca y divertida. Baste citar como ejemplo el momento de su presentación, o el del cementerio por la noche. Instante que me arrancó unas buenas carcajadas por lo absurdo de la situación.

También hay que destacar los constantes homenajes a la primera parte. No solo por el uso de la banda sonora, de nuevo a cargo de Danny Elfman, sino también por el homenaje a Jeffrey Jones, que aquí vuelve en modo de animación, debido a sus problemas fuera de la gran pantalla, bastante chula todo hay que decirlo, como padre del personaje encarnado por Ryder.


Willem Dafoe sorprende gratamente, su rol de detective es bastante divertido y aprovecha cada ocasión en la que aparece, para robar escenas a aquellos intérpretes que comparten pantalla con él en ese momento. Dafoe no es la primera vez que aborda un rol cómico en su amplia carrera, baste recordar su participación en El gran hotel Budapest de Wes Anderson. Es una lástima que no se prodiga más en este tipo de papeles, puesto que ha demostrado su talento para hacer reír a las audiencias.

Hay un momento en el que Burton se permite homenajear a Mario Bava, con un flashback en el que se nos narra como Bitelchús conoció a Dolores. Rodado en blanco y negro, con un buen uso de la fotografía y con Keaton narrando la acción, es una gozada para todos aquellos que somos seguidores de uno de los maestros del terror europeo. No resulta ver extraño ver el enorme guiño que el realizador de Batman le hace a La máscara del demonio.

Si hubiera que ponerle un pero, sería al villano. Los pocos momentos en los que el personaje de Bellucci aparece, son bastante chulos. Lástima que la antagonista quede bastante desdibujada, puesto que cada vez que aparece demuestra ser una amenaza a tener en cuenta. Es una pena que Burton se haya fijado más en la historia de amor entre el personaje de Ortega y el de Arthur Conti, que interpreta al interés amoroso de la joven. Si tan solo Burton hubiera dejado de lado, o por lo menos no se hubiera centrado tanto en la misma, tal vez hubiera podido aprovechar más al personaje de Dolores.

Otra cosa que no me acabó de convencer fue el rol de Ortega. No es que la chica lo haga mal, pero parece una copia de Hacendado del personaje que encarnase Ryder hace casi 40 años. No tiene el mismo encanto que Ryder, puesto que salvando las distancias, son casi el mismo papel pero adaptado a los tiempos que corren.

Si os gustó la primera parte, sin duda recomiendo ver esta. Las dosis de humor negro aumentan, así también como una crítica, nada disimulada, a todos los instagrammers que buscan grabar el momento que están viviendo, en vez de guardarlo en su memoria. 

Una buena oportunidad de volver a ver a este fantasma tan divertido, en una vuelta a la gran pantalla que, en vez de ser innecesaria, ha supuesto la vuelta del mejor Burton en una de sus mejores cintas y que nos devuelve a ese cineasta gótico con una mirada especial que ahora, por fortuna, parece haber recuperado. Esperemos que siga así en futuros proyectos.

A continuación el tráiler:

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

película: Un vaso de whisky

Dentro de la filmografía española, existen pequeñas joyas y directores que merecen la pena reivindicarse. Es lo que ocurre con la entrada de hoy, donde el realizador nos ofrece una cinta que bascula entre el cine negro y el cine con moralina, lo que no está mal pero si el primer elemento hubiera primado sobre el segundo tal vez el resultado hubiera sido distinto. Lo que no quita para que nos acabemos encontrando con un filme bastante interesante.

Dirigida por Julio Coll, que se encarga del guion junto a José Germán Huici, la trama nos cuenta como Víctor, Arturo Fernández, es un joven vividor que no duda en aprovecharse de los demás, ignorando que con su conducta puede acabar haciendo daño a aquellos que le rodean. Entre quienes se encuentran su amigo Carlos, Carlos Larrañaga, Laura, Yelena Samarina, una joven enamorada de él o María, Rossana Podestà, dueña de un hotel cercano a la playa a quien Víctor conoce de manera fortuita tras una noche de borrachera que le lleva a su establecimiento.

Esta no es la primera película que veo del realizador, puesto que años antes vi Distrito quinto la cual recomiendo ver, y en donde vuelven a coincidir Arturo Fernández y Carlos Mendy, que en la entrada de hoy desempeña un rol secundario pero vital en el desenlace de la trama. Es en éste film de cine negro, antecesor a Reservoir dogs, donde Coll muestra su talento a la hora de dirigir cine negro.

Aquí Arturo Fernández vuelve a desempeñar ese rol de caradura vividor, por el que mucha gente le conocimos por La casa de los líos o Trúhanes. Pero, a diferencia de estas producciones donde su personaje es simpático, aquí es todo lo contrario. Es un interesado, no le importan las consecuencias de sus actos en absoluto. Vive al día, aprovechándose de las mujeres y pasando sus noches de barra en barra.

Es aquí donde el filme cojea puesto que quiere mostrar a los espectadores un filme moral, tal y como se nos advierte con los párrafos que hay antes de que comienza la producción. No hay que olvidar que estamos hablando de una cinta de 1958, realizada en Barcelona por lo que la moral y buenas costumbres estaban a la orden del día. Y si su protagonista va por la senda del mal camino, su final tiende a ser el esperado, para advertir a los espectadores de lo que les puede ocurrir si siguen igual.

La cinta está bien, donde lo que más destaca es la actuación de los actores, en donde todos rayan a un buen nivel, pero es Fernández quien se lleva el gato al agua. Su rol amoral hace que no te caiga simpático en ningún momento, es el polo opuesto al rol de galán pícaro y romántico que vino desempeñando en los últimos años de carrera.

Su duración, inferior a los 90 minutos hace que pase en un suspiro, a pesar de sufrir un pequeño altibajo hacia mitad de metraje, en los que Víctor parece encontrar el camino de la redención junto con María, pero, como se suele decir, la cabra tira al monte. Es como si la naturaleza de Víctor le empujase a hacer el mal, ya sea de forma voluntaria o no.

Lástima que Coll no hubiera tirado más por la faceta de cine negro, sin duda hubiera sido interesante ver como Víctor va enredando, aún más si cabe, a todos aquellos en su red. Pero, afortunadamente, aquellos que escapan de la misma han visto la luz, e inician su propio camino a la redención. Hilando muy fino, se puede decir que Víctor es una especie de demonio, tentando a todo aquel que se acerca a él.

Si os gusta descubrir cintas de cine español, sin duda la entrada de hoy es una buena oportunidad para hacerlo.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

martes, 3 de septiembre de 2024

libro: el otro Hollywood

No hay duda que la industria del porno mueve millones de dólares, pero no siempre fue así. Ya desde sus primeros pasos fue un género al que le costó llegar al público, pese a que el mismo buscaba ver este tipo de cintas subidas de tono. Fue con el estreno de Garganta profunda y su consiguiente polémica, que las audiencias empezaron a reclamar los filmes. Pero, tal y como explica este ensayo, no todo fue un camino de rosas.

Escrito por Legs McNeil, en colaboración con Jennifer Osborne y Peter Pava, el libro supone un extenso recorrido por la industria del cine porno, desde sus primeros pasos hasta la década de los 90. A través de diversas declaraciones de muchas de las personas que, en mayor o menor medida estuvieron relacionadas con la industria, los lectores podrán descubrir los entresijos que rodean a esta industria.

Más que agradable sorpresa la que me llevé con este ensayo. A diferencia de otros ensayos, éste se caracteriza por contar con multitud de declaraciones con buena parte de los implicados con esta industria. Enumerar la lista de los mismos sería demasiado extenso, baste decir que aquellos que se acerquen a leer el libro, se podrán encontrar nombres clave del porno como Linda Lovelace, protagonista de la ya citada Garganta profunda; Marilyn Chambers que protagonizó Tras la puerta verde; Ron Jeremy; Tricia Deveraux; John Holmes; Traci Lords; Ginger Lynn o Savannah.

Tal y como se puede ver, aquellos que en mayor o menor medida hemos consumido porno alguna vez, entre los que me incluyo, son nombres que nos suenan. Pero, en no pocas ocasiones, tenía que parar la lectura para poder identificar a buena parte de aquellos que declararon para poder hacer posible el ensayo, puesto que ni siquiera había oído hablar de ellos.

Si sois sensibles con según que temas, este tomo os cabreará en no pocas ocasiones. No por el lenguaje que usa, sino por las declaraciones de algunos de sus implicados que harán que nos enfademos, puesto que implican malos tratos o drogas. Pero, de vez en cuando, también nos encontramos con algún momento bastante tierno y de amor verdadero, sobre todo en la historia entre Tricia Deveraux y John Stagliano.

Si bien ya se sabe que en esta industria se consume mucha droga, uno no puede sino echarse a temblar de como la misma arruinó la vida de no pocas personas relacionadas con la misma, lo que les llevó a relacionarse con mafiosos, como ocurrió con John Holmes. Precisamente es el famoso actor el que tiene una de las mejores partes del ensayo, en la que se nos narra su implicación con el crimen ocurrido en la avenida Wonderland, y que fue objeto de una adaptación protagonizada por Val Kilmer quien tuvo el rol de Holmes en el film Wonderland

Hay momentos en los que la multitud de nombres puede llegar a aturdir, ya que en una página nos podemos encontrar con 5 o 6 declaraciones distintas de diversos personajes. Algunos de ellos dicen una cosa para, acto seguido poder leer algo totalmente opuesto a lo que acabamos de leer. Teniendo en cuenta que la mayor parte de ellos ya han fallecido, uno no sabe con que quedarse. Pero, en no pocas ocasiones, uno sabe quien dice la verdad y quien miente.

Como no podía ser de otra forma, tratándose de un ensayo sobre el porno, se aborda el caso de Traci Lords y de como ella sola, estuvo a punto de cargarse toda la industria por completo. Para todos aquellos que no sepáis lo que ocurrió, Lords fue una actriz que intervino en un buen puñado de cintas siendo menor de edad, cuando se descubrió hizo que la justicia cayese sobre la industria puesto que declaró ser mayor de edad en el momento de hacerlas. Unas fotos de ella sosteniendo un carnet falso, fueron la prueba para que el juicio no siguiera adelante.

También se habla de como surgieron los números 906 de teléfonos eróticos, las cabinas, los sex-shops y el paso de celuloide a video, donde las producciones se podían hacer por mucho menos de lo cuesta realizar un filme para la gran pantalla. Esto hizo que surgieran diferentes sellos, algunos de ellos siguen en la actualidad, dedicados a la pornografía. Cuanto menos es curioso ver lo avispada que estuvo la responsable de la creación de las llamadas líneas calientes, supo ver un nicho de mercado y se lanzó al mismo.

Otra de los capítulos del libro, está dedicado al SIDA y de los estragos que causó, sobre todo en la década de los 90 debido a dos factores: el uso de drogas por parte de algunos de los implicados, y por otro a la ausencia del uso de preservativos. Esto tuvo consecuencias, ya que un actor contagió a no pocas actrices siendo seropositivo y acabando no solo con su carrera, sino también con la suya  propia y a que buena parte de la industria le hiciera el vacío debido a su inconsciencia.

Por si esto fuera poco, el libro viene acompañado con no pocas fotografías de algunas de las estrellas mencionadas en el libro, y que se pueden encontrar en las páginas finales, pero también nos vamos a encontrar con recortes de prensa o informes policiales. Lo que nos lleva a aplaudir a los responsables por la labor de indagación que han llevado a cabo. 

Tanto si sois seguidores del porno, como si os gustan los ensayos sobre cine, este es un libro que no debéis dejar pasar. Seguro que no os arrepentiréis.

Esta editorial no para de darnos alegrías en lo que a tema de ensayos se refiere. Esperemos que en futuras entregas sigan así, puesto que son libros fáciles de leer, con un lenguaje sencillo y que no se hace pesado a pesar de su extensión, cercana a las 600 páginas.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.