martes, 10 de julio de 2018

libro: Imperia. Los predestinados

El pasado 29 de junio tuvo la presentación de la segunda parte de la entrada de hoy, por ello hoy os traigo la reseña de la primera parte de esta nueva saga de fantasía patria y que viene a sumarse a otras como Cuentos de la luna llena o las diversas aventuras que transcurren en el reino de Marabilia. En este primer volumen conoceremos a los que serán a los principales protagonistas del resto de libros y que transcurren en el imaginario mundo de Imperia.


Escrito por Carola Vercaigne y con ilustraciones de Claudio Sánchez Viveros y Guillermo Liroz Martínez, el libro nos cuenta como en el ficticio reino de Imperia y dividido en los sectores de Unicornio; Libélula; Dragón y Leviatán. Cada uno de estos sectores tiene sus propias características y suministra al resto de sectores de aquellos elementos de los que carecen el resto. Los encargados de mantener la paz en cada uno de estos sectores son los Ságritos, una especie de sabios. Cada uno de los sectores escogerá a un predestinado para salvar al reino de su extinción. Los elegidos resultan ser tres chicos, Nathan, Yeres y Daniel y una chica Eris, a quienes más tarde se les unirá Zack, un ságrito menor. Si quieren salvar al reino tendrán que aprender a dejar de lado sus diferencias y unirse para salvar a sus seres queridos.

Tal y como se puede ver por el resumen de la trama, esta es una historia que ya se ha contado otras veces dentro de la literatura de fantasía. Y es que hoy día resulta difícil contar algo nuevo, pero de nuevo es la manera en como lo cuentas lo que hace que el libro merezca ser leído o no. Y una vez acabada la lectura de esta primera parte, no puedo si no recomendar la lectura del mismo, puesto que el punto en el que acaba nos deja con ganas de más y de saber como continúan las aventuras de sus cinco protagonistas.

Y es que precisamente en sus protagonistas es donde está el punto fuerte del libro. Cada uno de ellos posee sus propias habilidades, ya sea en el combate cuerpo a cuerpo o a la hora de controlar uno de los cuatro elementos: aire, tierra, fuego o agua mediante el uso de formulaciones, las cuales les serán muy útiles en el futuro.
Mi personaje favorito fue sin duda Eris, pese a que es el que más tarde entre en entrar y ser presentado. Y es que a pesar de su carácter tosco y huraño poco a poco se va revelando como alguien que no lo ha pasado bien, y que esa forma de comportarse es un escudo ante los demás. A medida que avanza la aventura, demostrará ser una buena compañera de armas y con conocimientos útiles que serán de gran ayuda a sus compañeros de aventura.
El resto de personajes también resultan interesantes, pero no me llegaron a gustar tanto como Eris. Tal vez sea porque en sus correspondientes capítulos conocemos casi todo de ellos, y sabemos como se comportan o actúan. Por eso Eris resulta una sorpresa, ya que nos es una completa desconocida hasta que poco a poco se nos van desvelando detalles de su pasado.

A pesar de sus casi 600 páginas el libro no resulta excesivamente pesado o denso. Tal vez tarda un poco en arrancar con la presentación de los personajes y de cada uno de sus mundos, pero una vez los cuatro se conocen comienza la verdadera aventura. Como si de un juego de rol se tratara, cada uno de los protagonistas irá a su propio sector, no exento de peligros, para recoger aquellos elementos que les serán útiles en sus peripecias.
Al ir a cada uno de estos sectores servirá, para que los jóvenes conozcan algo más tanto del sector correspondiente como de sus compañeros de aventura. Poco a poco, nuestros protagonistas irán dejando sus diferencias a un lado hasta centrarse en el objetivo común. Pero a lo largo de su aventura, no serán pocas las ocasiones en las que discutan. Y es que en cada uno de sus sectores, les han enseñado a no fiarse del resto. Esto llevará a que entre ellos se dirijan de forma despectiva y que las diferencias surjan a la mínima ocasión.
En este aspecto me recordó a las buddy movies, en las que personajes que al principio se caen mal poco a poco van dejando de lado sus diferencias hasta entablar una relación sólida de amistad.

Dentro del libro se alternan los momentos más dramáticos, con otros con más acción e incluso hay espacio para el humor. Varios son los momentos que más me gustaron, pero decirlos sería reventaros parte de la trama y de las sorpresas que nos tiene reservadas la autora. Pero baste decir que la aparición de tres criaturas mitológicas harán que os quedéis con la boca abierta.

Si la historia resulta interesante gracias al uso de la narración por parte de la autora, las ilustraciones que acompañan a los capítulos son impresionantes. Gracias a las mismas podemos visualizar mejor como son cada uno de los personajes, y ayudan a que la imagen que nos habíamos hecho de los mismos resulte más o menos acertada. Una de ellas resulta simplemente espectacular, y nos muestra el juego entre las dos criaturas ya mencionadas en el párrafo anterior.

El final del libro nos deja con la miel en los labios, por lo que no puedo esperar a leer la segunda parte y conocer que nuevas peripecias le tiene preparada la autora a los protagonistas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario