sábado, 14 de diciembre de 2024

película: Kraven el cazador

Hace pocos días, Sony anunció el final de los spin-offs relacionados con Spiderman después de no pocos fracasos. Lo que resulta irónico que coincida con su nuevo film, que resulta una de sus mejores propuestas tras la saga Venom. A pesar de sus múltiples retrasos, lo que no suele ser una buena señal, lo que ayer se estrenó en nuestras pantallas fue una cinta que, sin ser sobresaliente, no es el horror que anticipaban no pocas críticas y que me hicieron ir a ver la película sin ninguna expectativa.

Dirigida por J.C.Chandor y escrita por Matt Holloway, Art Marcum y Richard Wenk, la trama nos cuenta como Sergei Kravinoff, Aaron Taylor-Johnson, hijo del mafioso Nikolai Kravinoff, Russell Crowe, quiere alejarse lo más posible del legado de su padre, por lo que se convertirá en un cazador que caza criminales como su progenitor, lo que le pondrá en el punto de mira del criminal Rino, Alessandro Nivola, y de su secuaz El extranjero, Christopher Abbott. Pero en su aventura no estará solo, puesto que se reencontrará con Calypso, Ariana DeBose, a quien conoció siendo adolescente y con su medio hermano Dmitri, Fred Hechinger, que con el tiempo se convertirá en el villano Camaleón.

Tal y como he dicho en el párrafo que inauguraba esta reseña, iba sin ninguna expectativa. Si bien los nuevos avances me llamaron la atención, las críticas sobre el film y que su estreno se viera postergado en no pocas ocasiones, hicieron que fuese a la aventura. Lo que acabó siendo un acierto, puesto que me sorprendió para bien, lo que no quita para que tenga sus lagunas y errores que hacen bajar el resultado final.

En la parte negativa hay varios aspectos. Uno de ellos es la utilización de efectos visuales. Sin llegar a ser tan horribles como los vistos en Gladiator 2, si que se notan bastante, lo que es una verdadera pena. No me canso de decir que no me explico como cintas estrenadas 30 años antes, o quizás con menos tiempo, luzcan mucho mejor visualmente que las nuevas propuestas de las grandes superproducciones. No sé si será falta de ganas por los responsables de su creación, o que no su acabado no es del todo satisfactorio, pero su acabado parece digno de un film del canal Syfy.

Otro de los puntos que restan son sus lagunas. Si bien la historia se sigue más o menos bien, ya que supone el ABC dentro de las cintas de origen del protagonista, ya sea héroe o villano, algunas cosas quedan sin explicar. Y buena culpa de ello son los numerosos guiños al universo de Spiderman, y que quedan repartidos a lo largo del metraje. Aquellos que sean seguidores de este superhéroe los cazarán enseguida, e incluso sonreirán de manera cómplice ante el juego que nos proponen los guionistas. Pero, para todos aquellos ajenos al universo del arácnido, no sabrán de que les están hablando.

Otro problema es el exceso de villanos. Puesto que a lo largo de su aventura, nuestro protagonista no solo tendrá que hacer frente al Rino y al Extranjero, sino también, aunque sea en menor medida, a su padre. Para una presentación del personaje resulta algo excesiva, más teniendo en cuenta que sus adversarios son rivales de segunda fila del arácnido por excelencia de Marvel. Además, que el Extranjero acaba por ser más peligroso que el villano principal, y que sus apariciones molen más que las de el antagonista principal del film.

Pero, sin duda alguna, lo peor de la cinta es su villano principal interpretado por Nivola. En ningún momento llega a ser una amenaza creíble para el protagonista. No ayuda que Rino sea un rival de segunda fila para el trepamuros, y que apenas le ponga en apuros cada vez que se enfrentan. El problema reside en su origen. Puedo entender, e incluso apoyar, en que le quieran dar un nuevo principio al personaje. Pero, cuando no se sabe hacer bien, y más con la idea potente que le quieren dar en su inicio, hace que no te lo acabes de creer del todo. A ello no ayuda tampoco, que el antagonista del personaje principal sobreactúe en no pocas ocasiones, y que su carisma sea menos 100.


Pero no todo va a ser negativa. El principal reclamo es su protagonista, y es que Taylor-Johnson ya ha dado muestras de su carisma y buen hacer en productos de acción. Baste recordar sus intervenciones en Bullet train, Kick ass o Vengadores: La era de Ultrón. Lo que no quita para que también de muestras de su talento en producciones más alejadas del cine taquillero, baste recordar su aplaudido rol en Animales nocturnos o su intervención en Anna Karenina.
Aquí consigue crear un buen antihéroe que, a pesar de sus acciones bastante discutibles, consigue que el público se ponga de su parte casi desde el principio de la proyección,

Los secundarios también resultan otro de los puntos a destacar. Destacando, por encima de todos y en opinión de quien esto suscribe, el Camaleón. Un personaje que va ganando en molonidad según va avanzando la cinta, sobre todo en el final, en el que podemos ver su aspecto final y que es por el que todos los aficionados al cómic le conocemos.
Lo que no quita para que tanto DeBose como Crowe, también nos consigan llamar la atención, sobre todo en el caso del segundo. De un tiempo a esta parte, el que fuera Gladiator parece haber dejado de lado sus roles más intensos y dramáticos y centrarse más en papeles en los que pueda pasárselo bien actuando y que, además, le paguen por ello.

Las escenas de acción tampoco están mal. Son violentas, algo raro tratándose el universo Sony, y no están mal dirigidas. En no pocas ocasiones veremos salir sangre, y, pese a que esta sea digital, es de agradecer que sus responsables se hayan arriesgado al ofrecer a la audiencia un producto más adulto y alejado de tonterías como Morbius.

La pena es que, tal y como he avanzado antes, Kraven suponga el punto final al universo Sony. Ya que planta alguna que otra semilla que nos hace querer ver más aventuras de este cazador, pero dudo mucho que sea así. Puesto que costó 130 millones y la recaudación, hasta ahora, apenas ha llegado a los 5. Sacad cuentas. El hostión en taquilla ha sido más que evidente.

Tal y como he dicho, el film tiene altibajos y, pese a ello, consigue ser lo bastante entretenido como para darle una oportunidad. Sus dos horas de metraje no se hacen pesadas en ningún momento. Lo que nos cuenta es más simple que el mecanismo de un chupete, puesto que la historia la conocemos de sobre y la hemos visto una y mil veces en lo que a inicios de héroes o villanos se refiere. Pero, tal y como suelo decir, es el modo en que lo cuentas lo que hace que merezca una oportunidad o no. Kraven la merece.

A continuación el tráiler:



Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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