Muy buenas a todos. Hoy os traigo uno de esos clásicos de los ochenta de los videoclubs y que nos llamaba la atención sobre todo por su portada y que los que hemos sobrepasado la treintena, seguro que habremos visto o al menos oído hablar de ella. Fue una de tantas cintas que intentaron sumarse al éxito de filmes como Rambo y similares que tan de moda estaban hace ya treinta años, pero los resultados no llegaron a ser del todo satisfactorios. Vayamos a Central Park y conozcamos a nuestro protagonista y los motivos que le han llevado a tomar tan famoso escenario de Nueva York. ¿Listos? Allá vamos.
Dirigida en 1986 por Steven Hillard Stern y con guión de Lyle Gorom, el argumento nos contaba como Mitch, Tommy Lee Jones, un veterano del Vietnam no termina de acostumbrarse del todo a la vuelta a su país. Sin trabajo y sin dinero con el que poder pasar la pensión a su ex mujer, el suicidio de un amigo le empuja a retomar lo que su compañero dejó a medias: tomar Central Park durante 72 horas justo antes de la celebración del día del veterano, para llamar la atención sobre la situación en la que se encuentran otros veteranos del Vietnam. Su aventura dividirá a la opinión pública y pondrá en jaque a las autoridades políticas y policiales.
Esta película fue estrenada para televisión, de ahí la factura que tiene y que entre nosotros llegó a la gran pantalla como ocurrió con otras producciones anteriormente. Como por ejemplo El diablo sobre ruedas de Steven Spielberg o Código del hampa de Donald Siegel que siguieron el mismo camino que la entrada de hoy.
La cinta se une a otros films como El cazador o Acorralado, por citar dos de los más famosos que tenían como base la vuelta de veteranos del Vietnam y los problemas que tienen para integrarse en una sociedad que no los acepta. Los anteriores ejemplos son superiores a la de la entrada de hoy, no solo por la realización o porque el guión sea mejor, si no porque ambas saben sacar todo el jugo a la historia, algo que por desgracia no consigue Zona de guerra.
Y es que el principal problema radica en la dirección y el guión. Ambos se quedan cortos, no saben explotar el potencial de una historia que sin duda podría haber sido más interesante, y la realización para las escenas de acción es pobre. Y justo cuando parece que la cosa se podía poner interesante y despegar, es cuando el film está a punto de concluir lo que deja un sabor agridulce en los espectadores.
Lo mejor del film sin duda alguna reside en la interpretación de Jones. En esta película ya empezaba a dar muestras de su talento, que se confirmaría años después gracias a cintas como El fugitivo; Los tres entierros de Melquiades Estrada o No es país para viejos por citar tan solo algunos de sus mejores trabajos. Aquí Jones sostiene sobre sus hombros todo el peso de la producción y sale bastante airoso. Su personaje pese a ser un perdedor en toda regla, resulta complicado que no te caiga bien puesto que lo que quiere es justicia para aquellos soldados y en vez de recurrir a una protesta pacífica, decide tomar el famoso parque neoyorquino, pero sin causar bajas entre los civiles puesto que no está loco en absoluto.
Junto a Jones, nos encontramos en roles secundarios a Yaphet Kotto, como policía que intentará ayudar a Mitch y a Helen Shaver como la ex mujer del veterano. Ambos interpretes están correctos en sus interpretaciones e intentan hacer lo que pueden con unos personajes que podrían haber estado mejor escritos y definidos.
Las conversaciones de Jones con las autoridades nos muestran a un hombre que quiere llamar la atención sobre el problema de los veteranos del Vietnam. No quiere matar a nadie, baste recordar el momento en que expulsa a la policía del parque sin causar ninguna baja entre los miembros del cuerpo. Pero si amenazan su vida como ocurre en el tercio final, no dudará en aplicar sus conocimientos sobre armas para salir airoso de la situación.
Esta es una cinta fallida pero que uno recuerda con nostalgia. Tiene elementos interesantes pero no están del todo desarrollados como a uno le gustaría. Si la silla del director hubiera tenido a un realizador acostumbrado al cine de acción, como Walter Hill; Richard Donner o John McTierrnan el resultado final hubiera sido sin duda mucho más interesante. Estamos hablando de los ochenta, época dorada para este género y que nos ha dado cintas que todavía permanecen en la memoria del aficionado al cine y en la que los realizadores arriba mencionados tuvieron gran parte de culpa.
Si no la habéis visto os la recomiendo, sobre todo por ver la interpretación de Jones y por un par de momentos de acción sin duda curiosos. Y si la visteis en su momento, es buen momento para darle un nuevo visionado y ver que tal ha aguantado el paso del tiempo. No del todo bien por desgracia.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Nos ha encantado.
ResponderEliminarSaludos desde Donosti.