La trama nos cuenta como tres atracadores de poca monta Milo, Gary Sinise; Law, William Fichter, y Dova; Matt Dillon, tras un golpe fallido y tras matar de forma accidental en su huida a un policía se refugian en el bar de Dino, M. Emmet Walsh, tomando a las personas que allí se encuentran como rehenes. Al poco llega la policía por lo que la situación se volverá tensa entre los delincuentes y los secuestrados.
Muy interesante thriller en el que además de los interpretes arriba citados, encontramos a Faye Dunaway; John Spencer; Skeet Ulrich y Viggo Mortensen como los rehenes. Joe Mantegna y Frankie Faison son los encargados de dar vida a los policías encargados de que la situación no se desmadre y acabe de la mejor forma posible.
Uno de los puntos fuertes de esta cinta está en el guión, que por momentos llega a recordar a Tarde de perros, debido al ambiente claustrofóbico en el que se desarrolla la acción y a que los personajes son unos perdedores que se han metido en un asunto que les queda grande. Forte se guarda un par de giros, que por supuesto no voy a desvelar, que sorprenden al espectador pese a que uno de ellos se ve llegar. No por ello resulta menos interesante el ver como se van desarrollando las sorpresas.
El otro punto a destacar es la labor que llevan a cabo todos los actores. Fichter vuelve a encarnar un villano, rol en el que parece sentirse cómodo; Sinise nos regala otra gran interpretación como el más sensato de los tres atracadores, mientras que Dillon es el duro pero de buen corazón y al que no le gusta usar la violencia.
Del resto del reparto sobresalen sobre todo Dunaway, que no duda en enfrentarse a los atracadores, y Mantegna como irónico policía. El intérprete de El Padrino III sabe sacar provecho de las pocas escenas de las que dispone para ofrecernos una actuación solvente. Especialmente hilarante es el momento en que atiende a la prensa que ha acudido al lugar para informar de la noticia.
Spacey sabe sacar partido de los pocos lugares en los que transcurre la acción. Quitando los primeros minutos de metraje, unos 10 más o menos, el resto de la cinta tiene lugar en dos únicas localizaciones: el bar y la calle. Esto hace que tanto entre los atracadores y rehenes, como en el espectador se cree una sensación de claustrofobia debido a que no pueden salir del lugar en el que se encuentran encerrados. Y si salen los atracadores ya conocen su destino.
Cuando se estrenó esta película supuso un fracaso en taquilla, lo que no me explico. Se trata de una producción bastante correcta. Cierto que lo que nos cuenta no es nada novedoso, pero de nuevo es la forma en la que lo cuentas o como lo haces el que pueda resultar más o menos interesante. Y este film consigue mantenernos interesados en sus poco más de noventa minutos de metraje, por lo que pasa en un suspiro.
Una cinta poco conocida y que se une a la larga lista de producciones en las que interpretes como Robert DeNiro en Una historia del Bronx; George Clooney en Confesiones de una mente peligrosa o Clint Eastwood en Escalofrío en la noche dieron el salto detrás de las cámaras para probar suerte como realizadores.
Un modesto thriller que os recomiendo ver si no le habéis visto, puesto que se trata de un film que merece reivindicarse. Si la visteis en su momento, siempre es buen momento para volver a hacerlo y ver que tal le ha sentado el paso del tiempo.
A continuación el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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