Muy buenas a todos. Hoy os traigo una cinta de animación muy divertida, mítica de la infancia de muchos y que hoy día, se puede seguir viendo que se puede disfrutar tanto o más que la primera vez que la vimos. Han pasado 40 años desde su realización y no ha envejecido en absoluto, los golpes de humor siguen funcionando y uno no se aburre aunque la haya visto más de una vez. Pero no do adelantemos acontecimientos todavía, viajemos al pasado y acompañemos en su aventura más complicada a nuestros amigos Asterix y Obelix. ¿ Listos ? Allá vamos.
Dirigida por sus creadores René Goscinny y Albert Uderzo junto con otros realizadores, la historia es totalmente original y no parte de ningún comic de ambos creadores, la historia nos cuenta como Asterix y Obelix han de enfrentarse a 12 pruebas para evitar caer esclavos del César si fracasan, pero si triunfan serán los amos de Roma.
Todo lo que se diga de esta película es quedarse corto. Funciona como un reloj suizo, la animación es una pasada y es una pena que este tipo de cintas no se hagan más. Cintas ligeras, muy divertidas y para toda la familia y que gustan tanto a los niños como a los adultos, sin que ninguna de las dos partes sea tomada por estúpida.
Desde que comienza el film uno no para de reírse. Cada una de las pruebas es muy original y divertida, es complicado quedarse con una sola, pero es imposible no reírse a carcajada limpia con la prueba del hipnotizador; la de la comida o la que es sin duda mi favorita, la de la casa que enloquece que retrata de forma perfecta lo que es la administración hoy día y que puede volver loco al más paciente de los seres humanos.
Con una duración de poco más de hora y veinte, que pasa en un suspiro los espectadores son testigos de las diversas peripecias a las que han de hacer frente nuestros héroes. Para pasar las pruebas no solo han de usar su fuerza, sino también su inteligencia, astucia y por supuesto la amistad que les ayudará a irlas superando poco a poco, y que no superarían en caso de estar solos. Puesto que donde no llega uno, lo hace el otro.
Hace poco se estrenó una cinta de Asterix, pero no era de animación tradicional como esta, sino hecha por ordenador. Pese a ello es un divertimento bastante digno, pero que no llega al nivel de las anteriores películas como la que hoy se comenta o Asterix en Bretaña; Asterix y Cleopatra o Asterix y la sorpresa del César. Todas ellas títulos imprescindibles en la infancia de muchos los que han pasado la treintena o los que están cerca de ella.
Hace poco le dejé a mi sobrina todas las películas del irreductible galo, y las disfrutó como hicimos su madre y yo. Es que son cintas por las que no pasa el tiempo, se siguen disfrutando como la primera vez que uno la vio siendo niño.
Si no la habéis visto, cosa que dudo ya que es de visión obligada si os gustan las cintas de animación, la tenéis que ver, seguro que no os vais a arrepentir en absoluto. Y si ya la habéis visto, pues siempre es buen momento para darle un nuevo visionado y ver que tal ha aguantado el paso del tiempo. En opinión de quién esto suscribe nada mal en absoluto.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario