Dirigida en 1998 por Martin Campbell, la trama es la siguiente: Don Diego de la Vega, papel de Anthony Hopkins, es la identidad del zorro. Tras su última aventura, su alter ego queda revelado lo que le cuesta la entrada en prisión por parte de su enemigo Don Rafael Montero, con los rasgos de Stuart Wilson. Pasan los años y Alejandro Murrieta, interpretado por Antonio Banderas, busca venganza tras la muerte de su hermano a manos del capitán Love, Matt Lescher. La cosa se complica cuando a Mexico regresa Rafael con la hija de su enemigo Elena, con los bellos rasgos de Catherine Zeta Jones, para ejecutar su malvado plan. La aventura, la acción, el romance han comenzado.
Adoro esta cinta, ya desde el momento de su estreno en cine al que acudí a verlo, me encantó. Tal vez por el carisma de sus protagonistas, por el buen hacer tras las cámaras de su realizador, por la belleza de la Jones o por que es cine hecho con cariño y como el de antes, sin apenas efectos especiales y todo rodado por especialistas, hacen que este film sea un divertimento en toda regla y que no aburre en ningún momento en absoluto.
Con esta película, Campbell se confirmó como uno de los grandes realizadores a la hora de hacer cine de acción. Prueba de ello es que antes de embarcarse en esta aventura y había estrenado Goldeneye, poco después haría lo mismo con Límite Vertical y ya en la década del dos mil nos ofreció uno de los mejores Bond como es Casino Royale, es decir, a la hora de ofrecer set pieces y secuencias bien rodadas de acción sabe hacerlo más que bien.
Es una pena que no se haga más cine este estilo, en el que no se abusa de efectos digitales y se realiza todo de manera artesanal, como se hacía en los años ochenta y en las décadas antes mencionadas. Con trabajo de especialistas, que es como de verdad se aprecia este tipo de cine en opinión de quién esto suscribe, hecho con cariño y mucha ilusión por parte de todos los implicados. Prueba de ello, es la secuencia de la persecución a caballo por parte de nuestro protagonista, o el climax final que envuelve a ambos zorros contra sus enemigos.
El público descubrió gracias a este film a una belleza como Zeta Jones, que al año siguiente estrenaría La trampa y le llevaría a una carrera al estrellato, alternando cintas de autor con los blockbuster. Años después de dar vida a esta heroína de acción, ganaría el Oscar y trabajaría con cineastas tan reconocidos como Sodenberg; Spielberg o los Coen. A Banderas tampoco le fue tan mal, y de Hopkins pues ya se sabe lo que toca, aporta su buen hacer a un papel en el que pocas veces le hemos visto, el de actioner.
Siete años después se estrenaría la secuela, en la que repetirían Banderas y Jones como intérpretes y Campbell en la dirección. No la he visto, pero según he leído no alcanza el nivel de entretenimiento ofrecido por su predecesora. Si alguien la ha visto y quiere opinar, es más que bienvenido. Tal vez si se hubiera hecho un año o dos más tarde del estreno de la primera su recepción entre la crítica y el público hubiera sido distinta.
Hace poco la pude revisionar en blu ray, se ve y se oye genial y desde luego que es una compra obligada para todos los que nos gusta el cine de acción reciente. Uno no puede sino emocionarse al ver las peleas a espada, las acrobacias llevadas a cabo por nuestro protagonista y el sentido del humor presente en toda la película. No necesita recurrir al lenguaje soez, o a la violencia sin sentido para ofrecer a los espectadores un entretenimiento de primer orden.
Si no la habéis visto, os la recomiendo. Os lo vais a pasar genial. Y aquellos que ya la habéis visto, siempre es un buen momento para volver a verla y ver que tal ha envejecido. En opinión de quien esto suscribe nada mal, sigue estando igual de fresca y entretenida que en el momento de su estreno.
A continuación el trailer:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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