Muy buenas a todos. Tanto la entrada de hoy, como la próxima estarán dedicadas a una misma autora, si bien los dos libros son de temática completamente diferente, pero con la curiosidad de contar ambas con el mismo protagonista, si bien en el caso de la segunda novela cuenta con un papel secundario pero a la vez destacado. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, acompañadme en un viaje a la Sevilla del Siglo XIX, donde el joven Gustavo vivirá una aventura difícil de olvidar. Listos? Allá vamos.
Escrito por Ana Belén Rodríguez, autora que ya apareció por aquí hace unas cuantas entradas, la trama es la siguiente: el niño Gustavo Adolfo es un voraz lector y desea vivir aventuras como las que ha leído en los libros que ha leído, poco imagina que sus deseos se harán realidad al ayudar a un esqueleto de un caballero a aclarar el misterio de su muerte. En su aventura contará con la ayuda del tartuco Sigfredo, el duende Plata, su amiga Julia Cabrera o el pianista Néstor.
Libro que pude conseguir gracias a la autora, que me puso en contacto con la editorial y me hicieron llegar un ejemplar de cortesía para poder analizarlo en el blog, por lo que les doy las gracias. Libro al que tenía la vista echado, pero que no pude hacerme con él en su momento y ahora ya ha quedado subsanado. He de decir que el argumento me llamó la atención, tanto por lo atractivo de la trama, cómo por conocer los jóvenes años de uno de nuestros escritores patrios básicos.
Ana demuestra saber cambiar de género y público sin ningún tipo de problema, lo que se agradece. Ya que hay autores que notan la diferencia y las nuevas creaciones pueden resentirse por ello. Menos mal que no es el caso que ahora nos ocupa. La novela, con una extensión de poco más de 150 páginas se puede leer en un suspiro si le metéis caña o sois ávidos lectores. Por si fuera poco, la letra es grande y en unos cuantos capítulos hay unos bonitos dibujos obra de David Santos Rodríguez.
Este es un libro homenaje a todas las personas que aman los libros, y de cómo ya desde pequeños han crecido con ellos y forman parte de sus vidas. Además, Ana nos introduce a un personaje que con un poco de imaginación, ya puede pasar a formar parte de nuestras vidas como son la raza de los tartucos. Y que merecen un libro para ellos solos, que espero que se haga realidad.
La trama avanza a toda chufa, a ello ayuda que los capítulos son cortos y que cuando te quieres dar cuenta ya te lo has ventilado. Por si ello fuera poco, es adictivo e ideal para que los niños de corta edad empiecen a iniciarse en la lectura, lo que luego les puede llevar a leer más cosas de Becquer, cuándo pregunten a los más mayores que escribió el famoso poeta.
El final del libro, que por supuesto no voy a desvelar, nos promete una segunda parte que ojalá se haga realidad. Pero que según te vienen en las solapas del libro, es algo que puede ocurrir ya que te viene el nombre de lo que será la secuela. Esperemos que no tarde mucho en ver la luz, ya que hay cabos sueltos que hay que atarse.
Lectura recomendable, pero sabiendo en todo momento lo que vais a leer, hay que ser consciente que es literatura destinada para un público más joven, por lo que hay leerlo con los ojos tal y como lo haría un niño o adolescente.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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