El nombre de Eloy de la Iglesia está ligado al género kinki. Cintas como Colegas, Navajeros o las dos partes de El pico son los primeros ejemplos a la hora de hablar del cineasta vasco. Pero a lo largo de su carrera tocó más géneros, como el terror o el drama. El presente ensayo, se encarga de desvelarnos no solo algunas claves de su filmografía, sino también a aquellos intérpretes que colaboraron con él o las dificultades que tuvo a la hora de sacar adelante sus proyectos.
Coordinado por Carlos Barea, y con la colaboración de diversos autores como Diana Aller, Vicente Monroy o Carlos Bravo entre otros, el presente volumen supone un completo recorrido no solo por la vida del realizador de La semana del asesino, sino también por las claves que marcaron su carrera a lo largo de los años.
He de decir que no sabía que habían editado este libro, hasta que mi pareja me lo regaló por Reyes, sabiendo de mi pasión por cualquier libro de cine que se edite. Una vez comencé a leerlo, supe que me iba a gustar. No solo por que el director vasco me gusta, sino también por que me ayudó a conocer mejor a su figura y también a los numerosos obstáculos a los que se tuvo que enfrentar, tanto por parte de la crítica, que no solía ver con buenos ojos parte de sus proyectos, como de la censura franquista.
Hay que recordar que parte de su filmografía, estuvo dentro de la dictadura de Franco, por lo que sus proyectos nos llegaban incompletos, debido a los cortes que los censores aplicaron a sus títulos. El ejemplo más evidente lo encontramos en la ya citada La semana del asesino, que sufrió la friolera de 64 cortes, por lo que hasta hace poco no se ha podido disfrutar del film tal y como lo pensó en un primer momento Eloy.
Si de algo pudo enorgullecerse Eloy, fue por los repartos que consiguió reunir a lo largo de su filmografía. Ya sea con estrellas del momento, como José Sacristán, Carmen Sevilla, Juan Diego o Ana Belén, por citar algunos ejemplos, como por su unión con el que sería su amante y actor fetiche, José Luis Manzano y por descubrir la figura del tristemente fallecido El Pirri, al que dirigió además de en El pico 2, en otros títulos como Navajeros, La mujer del ministro o Colegas.
Cada uno de los capítulos, está dedicado a aspectos clave dentro de su filmografía. Ya sea con sus colaboraciones con actrices; con actores; la homosexualidad, presente en buena parte de su filmografía; la delincuencia o las drogas. Estos elementos son analizados por los colaboradores del ensayo, utilizando para ello un lenguaje bastante sencillo, lo que facilita la lectura para todos aquellos que se acerquen a leerlo.
Algo que me sorprendió saber, fue saber que el género de terror no era ajeno a Eloy. Además de la ya citada La semana del asesino, el realizador vasco también nos brindó títulos como El techo de cristal u Otra vuelta de tuerca, que ya fuera adaptada por Jack Clayton con Deborah Kerr en los años 60 en Suspense.
Algo que caracteriza buena parte de la filmografía de Eloy, fue la fatalidad y el destino trágico que le esperan a la mayoría de sus protagonistas. En pocas ocasiones suelen acabar bien, ya que su final no suele ser todo lo esperanzador que uno quiera para ellos. Pero esto es lo de menos, puesto que a cambio el director vasco nos ha regalado un buen rato de entretenimiento.
Tanto si os gustan los títulos de Eloy, como si queréis ahondar más tanto en su filmografía como en su figura, éste es el volumen ideal para hacerlo.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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