lunes, 10 de diciembre de 2018

libro: El caballero del viento

Siempre es un placer leer relatos de autores que uno viene siguiendo. En estas historias cortas, los escritores han de condensar lo máximo posible la idea que les ronda en la cabeza y darle forma en una extensión breve de páginas a una historia concreta. En el caso de la entrada de hoy, son 16 cuentos breves los que conforman el presente libro, cuyo tono varía del drama a la comedia. Así pues veamos que nos depara este volumen.

Escritos por Alberto Caliani, el presente volumen supone una recopilación de relatos que el autor ceutí ha ido escribiendo desde que debutase en 2013. Como es norma habitual en el blog haré un pequeño resumen de cada uno de los relatos, y expresaré mi opinión acerca de los mismos:

- El taxista del infierno: un hombre realiza una llamada al taxista del infierno, para que le consiga una cierta cantidad de droga. Pero nada es lo que parece. Con este relato duro da comienzo la presente antología, con un relato que se va recrudeciendo a medida que se acerca a su final. Una historia breve pero dura, en el que el autor ceutí da muestras que con pocas páginas también es capaz de crear una historia en el que la violencia hace acto de presencia en las últimas páginas.

- La peor cena de mi vida: escrito en primera persona, el narrador nos cuenta su experiencia en Londres como estudiante y lo que ocurrió cuando pidió para cenar una tortilla de patatas. Con este relato el autor ceutí nos dibuja una sonrisa en la cara, y sirve para que haga gala de su peculiar sentido del humor y mala baba. Una historia bastante divertida, sobre todo cuando se revela a los lectores el particular método de la madre inglesa a la hora de cocinar un plato tan español.

- El caballero del viento: de nuevo escrito en primera persona, y que tiene lugar a lo largo de varios años, el narrador Fred nos cuenta su relación de amistad con el piloto alemán Peter a quien conoce siendo adolescente, y quien le hará descubrir su pasión y talento a la hora de volar. Historia muy bonita y con un final sorprendente. Aquí sorprende ver la faceta más tierna del autor, pero no será la primera vez que deja ver a los lectores esta cara capaz de emocionar. Puesto que en otros relatos también será capaz de conseguirlo, e incluso conseguir que se nos ponga un nudo en la garganta.

- La tiza de Samuel Zimmermann: ambientado en la segunda guerra mundial, pocas páginas le bastan al autor para conseguir emocionar a los lectores en un relato que recuerda, a pesar de su crudeza, a La vida es bella. Sobre todo en el tratamiento que hace de los campos de concentración, y del trato que allí recibieron los judíos. Relato duro pero que a pesar de su crudo final emociona y hace dulce un final que es bastante crudo y amargo.

- Recordando al héroe: a la residencia de Santa Hermenegilda llega Luis Ribalta para asistir al funeral de su amigo Tonio. Allí le contará a Jesús, el jefe de celadores, la historia de amistad entre ambos hombres. De nuevo el autor ceutí consigue emocionar con un relato que supone un canto a la amistad, entre dos personas tan diferentes como son Luis y Tonio. Un relato que vuelve a conseguir emocionarnos y vuelve a mostrar la faceta más tierna del autor ceutí.

- Una mala idea: a veces el querer sorprender a tu pareja y querer ser romántico puede traer funestas consecuencias, tal y como podrá comprobar el protagonista de este divertido relato. Después de tres relatos cuyo objetivo era emocionar, se agradece que el autor brinde un pequeño respiro a los lectores ofreciéndoles un relato con mucha mala baba, y que seguro conseguirá arrancar un par de carcajadas en su parte final.

- Morir cada día: tras perder a su anciano padre, una hija se hace cargo del cuidado de su madre enferma de Alzheimer. Relato muy duro, en el que autor presenta a los lectores la cara más cruda de esta enfermedad degenerativa, y como han de hacerla frente las personas que conviven con ellas. Me resultó bastante triste el ver como la hija ha de contar a su madre una y otra vez que su marido ha muerto, para volver a hacer lo mismo al día siguiente ya que no se acuerda de que se lo han contado y pasar de nuevo por la experiencia de derramar lagrimas por el ser querido que ha muerto.

. El síndrome de Ana Rosa: una mujer madura le expresa a su pareja sus deseos de quedarse embarazada, a pesar de las reticencias del hombre. Para ello acudirá a una clínica de fertilidad, pero a veces no explicarse bien puede traer divertidas consecuencias tal y como podrá  comprobar nuestro protagonista. De nuevo el autor vuelve a conseguir dibujar una sonrisa en el rostro de los lectores, con una historia no exenta de mala leche y de cierta crítica a la telebasura.

- Jugada maestra del destino: un matrimonio anciano acude a una entrega de premios en la que interviene su hijo. Mediante un flashback, el hombre recuerda como por azares del destino conoció a la que es hoy su esposa. Bonito relato que nos cuenta como a veces el destino parece colocar a las personas, en un momento y lugar determinado para que su vida cambie. Historia sencilla y con un final que, esperemos, se haga realidad algún día.

- El beso más largo que jamás he dado: de nuevo escrito en primera persona, el narrador, un asesino a sueldo, nos cuenta como quiere abandonar su profesión. Tal vez en su última misión su sueño se haga realidad e incluso sea capaz de conocer el amor. Uno de los relatos que más me gustó, tal vez por el aprecio que le tengo al thriller y a las cintas con sicarios como protagonistas, y que recuerda a The Mechanic, ya sea el original con Charles Bronson o el remake con Jason Statham, en el golpe que tiene lugar a mitad del relato. Un buen ejemplo de literatura noir, la cual espero que el autor vuelva a retomar ya que tiene buen ritmo y no se le da nada mal.

- Mi abuelo: relato con tintes autobiográficos en donde el autor ceutí nos revela como fue el encarcelamiento de su abuelo durante la Guerra Civil en Ceuta. Sin duda el relato que más me gustó de la presente antología, una historia muy bonita y tierna y en donde Caliani revela a los lectores una historia de su infancia, y que le narraron tanto su madre como su tía. Aquí el autor no carga las tintas acerca de los bandos ni se posiciona, su postura es neutral y hace ver que en ambos bandos se cometían atrocidades, pero no todos eran tan malos y eran capaces de dejar de lado sus diferencias para  apoyar a aquellos que eran amigos antes de que el conflicto estallase.

- Pánico en el cajero: un joven se dispone a sacar dinero, pero delante suyo hay una viejecita que pondrá a prueba su paciencia. Una vez más el autor deja salir su faceta más gamberra y con mala baba, para ofrecer a los lectores una historia que todos, en alguna u otra ocasión, hemos sufrido a la hora de retirar efectivo en el banco y más cuando andamos con prisa. Una historia que nos mantiene con una sonrisa permanente en el rostro, y que no nos abandona en ningún momento.

- La dama del estrecho: dos marineros trabarán amistad en Ceuta, la cual se volverá más estrecha cuando la tragedia golpee a uno de ellos. En un volumen que se ha caracterizado hasta entonces por el tono realista de la mayoría de los relatos, sorprende e incluso gusta ver como la magia y la fantasía hacen acto de presencia en una historia en el que el amor y la amistad van de la mano. De nuevo, el autor vuelve a conseguir emocionar a los lectores con un cuento en el que los sentimientos y la fraternidad se mostrarán en los instantes finales.

- El precio de la cobardía: escrito en primera persona, la narradora nos cuenta como hace tres años no tuvo valor para hacer una llamada o ayudar a su vecina Inés, y las consecuencias que se derivaron de ello. Relato que asusta debido a la realidad en la que está basado, y que no para de aparecer en las noticias. Una historia muy dura y cruda acerca de los malos tratos que sufren las mujeres, y de como buscan escapar de los mismos,  ya que lo único que les separa de seguir sufriéndolos es una simple llamada. Puesto que ya cuentan con el apoyo de sus familiares y amigos que conocen la situación por  la que están atravesando.

- Demasiado viejo para esto: ambientado en el futuro, un hombre acude a ver a su nieto recién nacido mientras que rememora los avances que ha sufrido esta sociedad futura, la cual permite vivir más tiempo mediante componentes robóticos. Interesante relato que plantea a los lectores, si los avances en algunos campos de la ciencia no puede suponer un paso atrás en según que situaciones. Una historia de ciencia ficción en la que el autor nos presenta una sociedad en apariencia feliz, tal y como nos cuenta el protagonista principal de la obra.

- La última navidad de Todd Banning: tras una guerra, un anciano enfermo hará todo lo posible para proteger a su nieto de una sociedad que se ha vuelto salvaje. Una historia en donde los buenos sentimientos y la ilusión están presentes a lo largo de sus páginas. Un relato que a pesar de presentar un futuro nada halagüeño, es capaz de ser lo suficientemente esperanzador tal y como se puede ver en los instantes finales.

Muy interesante recopilación de relatos y que, salvo los ejemplos citados, tiene un carácter bastante realista y da muestra del talento del escritor a la hora de alejarse del campo del género de aventuras y terror, en donde ha transcurrido hasta ahora su carrera literaria. Con estas historias el autor nos ofrece ejemplos de su versatilidad a la hora de contar a los lectores historias sin apenas sangre o violencia.

Con esta antología la editorial Palabras de agua vuelve a dar en la diana, a la hora de ofrecer a los lectores una colección de notables relatos y que nos muestran la faceta más tierna del autor ceutí, la cual me sorprendió. Ya que si bien conocía su faceta más guasona y gamberra, no supuse que sería capaz de emocionarme como hizo con algunas de las historias que aquí se han reseñado.

Si os gustan los relatos alejados de la fantasía y del terror, o si bien habéis seguido al autor en su periplo como escritor, no lo dudéis y haceros con el libro.








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