Dirigida en 1990 por Phil Joanou, la trama es la siguiente: Terry Noonan, rol de Sean Penn, salió de la cocina del infierno y ahora regresa a ella como policia encubierto, para acabar con la mafia irlandesa liderada por Frankie Flannery, papel de Ed Harris, que le da la bienvenida sin saber la verdad sobre Terry. Pero al volver, nuestro protagonista volverá a encontrarse con Jackie, con los rasgos de un enorme Gary Oldman, hermano de Frankie y con Kathleen, interpretada por Robin Wright. La misión de Terry es impedir que los irlandeses lleguen a un trato con la mafia italiana, por lo que la situación no tardará en complicarse cuando el deber de su placa y el amor por sus antiguos amigos pongan a Terry en un aprieto, mientras trata de impedir que el grupo descubra la verdad.
Muy interesante thriller en el que lo mejor sin duda alguna son sus interpretes, aquí ya daban muestras de lo que nos podían ofrecer en un futuro. Destacando por encima de todos ellos un Oldman impresionante, que se come con patatas a sus compañeros de reparto. Que este actor no tenga todavía ninguna estatuilla en su haber, me parece una de las grandes injusticias de la reciente historia de estos galardones. Ha dado muestras una y otra vez de su talento, no se a que esperan para que se haga de una vez con el famosa figura.
Dos amigos a ambos lados de la ley
Cuando uno repasa el thriller de los 90 varias son las cintas que a uno se le vienen a la cabeza, siendo las primeras Casino o Uno de los nuestros. Luego ya recuerdas unas obras menores, por así decirlo pero que recuperan el mejor sabor de este género cinematográfico como ocurre en los casos de La última seducción; Red Rock West o La muerte golpea dos veces, títulos que serán analizados en un futuro. Todos estos filmes cuentan con buenas interpretaciones, una dirección más que correcta pero no se porque razón no se reivindican más todavía. Es una verdadera gozada para los que somos amantes del cine negro.
Puede que la dirección de Joanou no termine de funcionar del todo, a ver no es que lo haga horrible, pero el que fuera realizador de Análisis final no acaba de dar con la tecla correcta, para que este film sea más redondo de lo que ya es. Si el guión hubiera sido algo mejor, sin duda alguna estaríamos hablando de uno de los mejores thrillers de los años 90.
A los actores y dirección, hay que sumar la banda sonora del maestro Ennio Morricone. Poco importa el género al que pertenezca la cinta en la que le encarguen la partitura, sabemos que le va a dar ese plus que le faltan a otras producciones. Baste recordar que uno de los elementos más recordados de Los intocables de Elliot Ness, es su música que se ajustaba como un guante a las imágenes de De Palma.
El final, que por supuesto no voy a desvelar, es seco, frío, violento y duro. Y además se celebra durante el día de San Patricio, el día por excelencia de los irlandeses y donde todos los protagonistas pondrán punto y final a sus problemas caiga quién caiga.
Si no la habéis visto, hacedlo seguro que no os vais a arrepentir. Es una de esas cintas que sin ser una obra maestra, si que consigue colarse sin problema alguno dentro de esas grandes películas de las que uno no ha oído hablar y que cuando las ve, se pregunta cómo ha podido estar tiempo sin verla. Los que ya la hayáis visto, siempre es buen momento para volver a verla y ver que tal ha aguantado el paso del tiempo. En opinión de quién esto suscribe, nada mal en absoluto.
A continuación el trailer:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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