martes, 13 de noviembre de 2012

película: Zombie 2


De nuevo viajemos en el Delorean para traer una de las mejores películas de un director ya nombrado aquí como es Lucio Fulci para hablar de su aportación al universo zombie con Zombie 2 o como también se la conoce Nueva York bajo el terror de los zombies.

La película del año 1979 nos cuenta como a la ciudad de Nueva York llega un barco aparentemente abandonado, al llegar los guardacostas descubren con horror que hay un zombie que muerde a uno de ellos, comienza el terror. Una joven, hija del dueño del barco, junto con la ayuda de un periodista y de una pareja parten en ayuda del padre de la chica que se encuentra en una isla trópical, una vez que llegan no están preparados para el horror que alli se encuentra.
Si Mario Bava o Dario Argento tenían una forma de hacer terror de manera artística Lucio Fulci también, pero a su manera. Me explico: El director de la película hoy analizada no se cortaba un pelo a la hora de mostrar casquería, sangre, descuartizaciones, es decir a la hora de hacer que la hemoglobina salga por doquier. A los estomagos menos sensibles puede echarles para atrás, a los aficionados a este tipo de cine sin duda se lo pasan en grande.
El film, a pesar de su título no es una secuela de la película de George A. Romero Zombi ( cuyo título original era Dawn of the dead ) pero como el guión se escribió antes del estreno de la citada cinta del padre del género zombie y viendo que ésta era todo un éxito decidieron llamarla Zombie 2 cuando no hay ninguna similitud entre ambas.
A Fulci se le suele acusar de que no cuida sus guiones, constante que se repite a lo largo de su carrera. Tal vez en esto los detractores y defensores de Fulci se ponen de acuerdo pero en poca cosa más. Puede que no sea un director con tanto talento como los citados Argento o Bava, pero lo que no hay que negarle es que es único a la hora de realizar algunas secuencias o imágenes que quedan grabadas en la retina del espectador a lo largo de su filmografía.
En el caso de la pelicula que estamos comentando hoy dos de esas secuencias ya forman parte de la historia del cine de terror, una por su psicotropía y la otra por su espectacularidad. En el primer caso vemos como un zombie se enfrenta a un tiburón ( sic ) en el fondo del mar y en el segundo como una astilla se clava en el ojo de una de las personas que viven en la isla y que ha comenzado a llenarse ya de los muertos vivientes.

Curiosamente el origen en esta cinta de los zombies es el que más se aproxima a lo que conocemos de los muertos vivientes. Al transcurrir la acción en una isla trópical sin duda interviene el vudú que es lo que hace que los fallecidos vuelvan a la vida. Jacques Tourneaur trató en tema en su magnífico film Yo anduve con un zombie ( 1943 ).
La imagen final de la película es impresionante, con miles de zombies andando hacía la ciudad de Nueva York atravesando el puente de Brooklyn tal y como se puede ver en el poster promocional del film.
Si os gusta el cine de terror que no haga pensar y sois amantes de casquería no lo dudeís, esta es vuestra película. Por último decir que Fulci se encargó de Zombie 3 pero que no llegó a terminarla por problemas de salud y por desavenencias con los productores siendo sustituido por Bruno Mattei y Claudio Fragrasso en un film a todas luces mediocre y que salvo por algunos detalles gore no merece mucho la pena.

Como viene siendo habitual os dejo con el trailer de la cinta:


Espero que os haya gustado la entrada y como siempre os animo a verla y a conocer vuestras opiniones.

2 comentarios:

  1. Toma ya! Precisamente ahora que me estoy viendo algunas de este director. He de decir que tras ver esta y Miedo en la ciudad de los muertos vivientes me considero más detractor que seguidor ya que me parece que sus películas siempre prometen más de lo que dan.

    Como es el caso de esa película, en ningún momento los muertos vivientes se exitenden por Nueva York, que es lo que uno podría esperarse del título y del póster.

    Tienes razón sabe crear imagenes potentes pero también muy chapuceras, como las arañas de goma de EL más allá...

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