Hoy os traigo una novela negra con la que su autor debuta en nuestro blog y que hará las delicias de todos los aficionados a este género, puesto que tiene todos los elementos necesarios para hacerlo: una trama en la que nada es lo que parece, mujeres fatales, violencia, frases secas y cortantes y un tipo duro. Es decir, las características principales que son seña de este tipo de literatura/cine. Desde aquí, dar las gracias a la editorial por hacerme llegar un ejemplar de cortesía para la entrada de hoy.
Escrita por Hernán Elvira, la trama nos cuenta como Charly Camacho, que trabaja para una inmobiliaria, recibe el encargo de una bella mujer para que intente desalojar a unos okupas que se han instalado en su vivienda. Lejos está nuestro protagonista de imaginar, que lo que parecía una simple tarea será la punta del iceberg de algo más grande.
Menuda sorpresa me he llevado con esta novela, cuya extensión apenas supera las cien páginas, lo que te sabe a poco. Ya que aquí estamos ante uno de esos casos, en los que uno se queda con ganas de más. El autor lo cierra todo, pero cuando uno acaba la lectura no le hubiera importado que el libro que acaba de disfrutar hubiera tenido varias páginas más.
Pese a que el protagonista trabaja para una inmobiliaria podía haber sido un detective, en la línea de Sam Spade o Philip Marlowe ya que coincidencias no le faltan con estos iconos de la literatura noir o hard boiled: secretaria atractiva; le gusta el alcohol; siempre tiene dispuesta una frase cortante; sabe defenderse cuando la ocasión lo requiere y siempre sabe hacer lo correcto.
El autor se vale de una trama de corrupción urbanística, para ofrecernos una serie de personajes que, salvo excepciones, no le pondrán las cosas fáciles a Charly. Y es que, nuestro protagonista se las tendrá que ver con todo tipo de fauna a medida que la trama se va desarrollando: desde punkis hasta mafiosos, todos intentarán sacar su propio beneficio. Pero, incluso en estos mundos, el agente inmobiliario se encontrará con personas honradas y con otras que, a pesar de estar al otro lado de la ley, cuentan con su propio código de honor y son fieles a su palabra.
En no pocas ocasiones, Charly me recordó a Toni Romano, el personaje creado por Juan Madrid en su saga de libros y cuya lectura os recomiendo. Como Toni, Charly nos muestra aquellos lugares más peligrosos de Madrid, así como las personas que viven en los mismos. Ambos personajes saben usar sus puños y se ven envueltos, de forma consciente o no, en algo que parecía una cosa y luego demuestra ser otra distinta.
A lo largo de sus páginas los lectores se encontrarán con no pocas escenas de violencia, sobre todo gracias a la habilidad de Charly con el krav maga, que no duda en poner en práctica cada vez que tiene ocasión, y no son pocas las veces que lo veremos hacer gala de sus dotes de este sistema de autodefensa.
El final es bastante violento, y es un estallido breve pero que los que seáis seguidores de Tarantino o Peckinpah sin duda aplaudiréis ya que no desentonaría en cualquiera de los filmes dirigidos por ambos cineastas.
Esperemos que el autor vuelva a traernos otra aventura de Charly, o que, por lo menos, vuelva a atreverse a escribir algo más de literatura negra, género al que le tiene cogida la medida.
Si os gustan las novelas negras cortas y concisas, o si simplemente sois seguidores del género, es un libro que os recomiendo. Dadle una oportunidad, seguro que no os arrepentiréis.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
Mil gracias por tu reseña, me parece muy acertada y perspicaz. La mención a Toni Romano, muy bien traída 👍Me alegra que te haya gustado, saludos, H
ResponderEliminarMuchas gracias por tu respuesta y palabras me alegra mucho que te haya gustado la reseña. Fuerte abrazo.
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