viernes, 21 de febrero de 2025

libro: El juego de las tinieblas. Lo mejor de David Jasso Volúmen 1

En la entrada de hoy, damos la bienvenida de nuevo a un autor que, sin duda, volverá a aparecer en un futuro no muy lejano. Y lo hace, del mejor modo que lo sabe hacer, aterrorizándonos con historias que parten de lo habitual, para mostrarnos el lado oscuro, en la mayor parte de relatos, de lo que ocurre en nuestro día a día. Desde aquí, dar las gracias a la editorial por hacerme llegar un ejemplar de cortesía con el que poder hacer la reseña que vais a leer a continuación.

Escrita por David Jasso, y coordinada por Patricia Espinosa Sánchez, la presente antología consta de 5 prólogos, puede parecer exagerado, pero no lo es en absoluto ya que cada uno de los mismos están escritos tanto por el autor, como por la coordinadora y el editor de Apache Libros. En cada una de estas breves historias, cada uno de ellos ya nos ponen en guardia ante lo que nos vamos a encontrar una vez comencemos las historias en sí, lo que resulta cuanto menos curioso, a la par que divertido.

Así pues, vamos a analizar cada uno de estos relatos. Como es norma habitual del blog, cada uno de los resúmenes serán sin destripar las historias para que, al leerlas, os sorprendáis con las mismas. Por cierto, antes de continuar, en cada uno de los mismos nos encontraremos con una breve introducción a cargo de Jasso y de unos pequeños huevos de Pascua, en los que el escritor maño nos desvela las conexiones que existen entre la historia que estamos a punto de leer con otras creaciones del autor de La silla, cuya reseña podéis encontrar aquí:

- El niño de las estrellas: una mujer embarazada, se encuentra presa por un hombre que ansía la llegada del bebé que la mujer tiene dentro de sí. Buena forma de iniciar la antología, con una historia que nos va desvelando sus cartas a medida que avanza la historia. Pese a su brevedad, Jasso consigue asustar a sus lectores, e incluso le da tiempo a introducir un giro final que, por esperado, no le quita impacto ninguno.

- Sueños febriles: dos hermanos se dirigen al colegio, cuando llega la tragedia. Hasta aquí puedo leer, puesto que si dijera algo más, estropearía las sorpresas que David nos tiene reservadas. Desde luego, es un relato que trata de manera bastante interesante las enfermedades mentales, y, el modo en que las refleja, resulta, cuanto menos, interesante. Una historia que seguro no os va a dejar indiferentes.

-El aporte: relato ya aparecido en la reseña Esta noche conectaremos con el infierno pero que no me importó volver a leer. Un joven obsesionado con los vídeos violentos, se obsesionará con conseguir el vídeo definitivo con el que poder entrar en el grupo al que pertenece. Interesante aportación sobre la violencia, y las redes sociales, en las que el autor maño da su punto de vista sobre la obsesión de los chavales con pertenecer a determinados grupos.

- Al otro lado de la pared: una pareja se encuentra atrapada en su piso tras un apocalipsis. Sin apenas víveres y agua, deciden pasar haciendo un agujero al piso de al lado. Cuando lo consiguen, no estarán preparados ante lo que les espera al otro lado de la pared. Dentro de las antologías, es raro aquella que no incluya un relato sobre zombis, como ocurre aquí. Un más que apreciable relato que se va volviendo más terrorífico, a medida que se acerca su final. Por si fuera poco, y a modo de extras, se incluyen pequeñas historias que enriquecen el relato de acabamos de leer.

- Los peces: algo tiene Lovecraft, que suele ser homenajeado sin parar. Jasso no podía ser una excepción trayéndonos una historia en la que las criaturas del creador del Necronomicón hacen acto de aparición cuando una niña acompaña a su abuelo al campo. Mientras el hombre trabaja, la pequeña se dedica a capturar peces para luego soltarnos, pero con la prohibición de que no se acerque al pozo. La tragedia no tarda en ocurrir. El giro viene, con lo que realmente ocurre en la parcela en la que el abuelo está trabajando. He de decir que esa vuelta a la historia no la vi venir en absoluto, y me gustó bastante.

- Los niños que lloran: uno de mis relatos favoritos. Liz, la protagonista de la historia, se despierta en mitad de la noche, antes de realizar un viaje con sus padres. Lo que descubre de sus progenitores, en especial del padre, hará que la pequeña decida a que dedicará su vida cuando crezca. Muy inquietante historia, con unos instantes finales bastante sangrientos y donde Jasso nos indica que, a veces, los monstruos no nacen, sino que se hacen.

- La mentira al final del pasillo: Jennifer se queda a cargo de su hermano pequeño, que tiene miedo de la oscuridad y disfruta haciéndole rabiar con su temor. Aquí Jasso juega con uno de los temores esenciales de cuando éramos pequeños, lo que se escondía tras esos lugares oscuros, y lo sabe llevar a su terreno hasta sus últimas consecuencias. 

- La trampa del amor: narrado en primera persona, un taxista con una vida personal caótica, conoce a una chica. Tiene una cita con ella y todo parece ir bien, hasta que la joven le cuenta lo que hay detrás del encuentro romántico. Algo tiene David con los giros, que consigue pillarnos con la pierna cambiada. Aquí vuelve a ocurrir, ya que la trama de la chica consigue ser bastante interesante, así como el origen de sus verdaderas intenciones. Una historia de fantasmas bastante interesante, y en el que el amor juega un rol fundamental.

- La barca: cuatro adolescentes, tres chicos y una chica, se adentran en el mar para contar historias de terror. Pero está a punto de ocurrir una que nos pondrá los pelos de punta. Una vez más, no puedo decir nada más sin reventaros la trama. Es mejor que os adentréis vosotros en la misma, pero he de decir que pocas páginas le bastan a Jasso para provocar terror verdadero, aquél que nos encontramos en nuestro día a día y que, por desgracia, sucede más a menudo de lo que nos gustaría.

- El viento del olvido: historia narrada en varios tiempos, en los que conoceremos la historia de amor de nuestros protagonistas, desde que se conocieron hasta ahora. Una historia muy triste y que, por desgracia, puede tocar de cerca a algunas personas que pueden ver reflejados a personas de su entorno en la figura de los personajes del relato. Aquí Jasso nos muestra que no hacen falta monstruos, o escenas sangrientas, para conseguir estremecernos.

- Víctimas inocentes: sin duda, el relato que más me gustó de toda la antología. No solo por la introducción a cargo de David, sino también por la historia que cuenta. En un mundo asolado por vampiros, unos padres tendrán que tomar una difícil decisión con respecto al destino de su bebé infectado por los chupasangres. Pese a que en un inicio la historia pueda recordar a Soy leyenda de Richard Matheson, nada más lejos de la realidad. David aprovecha una historia personal, para mostrarnos como el amor de unos padres puede ser más fuerte que cualquier arma que se haya inventado, y llevarán al mismo hasta sus últimas consecuencias.

El capítulo viene con otra breve historia, en la que se nos cuenta la guerra que la resistencia lleva a cabo contra estos monstruos, entrenando para ello a niños con los que poder hacer frente a esta plaga que amenaza con acabar con la humanidad.

- La chica del ascensor: un youtuber muestra en su canal un vídeo viral, en el que se muestra la muerte de una niña pequeña. Mediante el relato de lo sucedido, los lectores podrán averiguar qué o quién se esconde tras el fallecimiento del infante. Historia que se va volviendo más inquietante a medida que avanza, y su revelación final sin duda hará que miremos el conjunto con otros ojos. Buena historia que bebe de las leyendas urbanas y, en menor medida, del found fottage. Buen relato que hará las delicias de aquellas películas que se inspiran en cámaras de seguridad, como la saga de  Paranormal activity.

- El cebo: el relato más ligero y lleno de acción de toda la antología sin duda. Nuestro planeta ha sufrido una invasión alienígena, que se entretiene usando a los humanos a los que mantienen captivos como cebo para luchar contra las creaciones que ellos mismos han creado. Pero una joven demostrará ser dura de roer. Historia muy entretenida, llena de emoción y que hará las delicias de todos los seguidores de los dos monstruos extraterrestres más famosos de la historia del séptimo arte, los xenoformos y los yautjas.

- La visita: un hijo visita a su madre moribunda en un hospital para hacerle compañía. Todo parece ser normal, hasta que la madre detecta una presencia que no debería estar allí. Relato que pone el punto y final a la antología, que vuelve a conseguir tocarnos la patata por la historia. El notar que algo se aproxima, que no podemos verlo y que no poder hacer nada por ayudar a quien lo ha visto, nos hace estar impotentes por la incapacidad de ayudar.

Vaya con David Jasso. No me esperaba que esta primera antología de relatos que leo suya me fuera a gustar tanto. Todos sabemos que los autores, por regla general, suelen volcar parte de sus vivencias a la hora de dar vida a sus creaciones. Pero, lo que ha hecho David, es llevar buena parte de su vida a los diferentes cuentos del presente volumen, como si al contarlas se liberara de un peso, que lleva tiempo cargando.

Ya lo avisa el propio autor en sus introducciones, que buena parte de estos cuentos están basados en experiencias suyas. El de Víctimas inocentes es buena muestra de ello. Cuando uno conoce lo que se esconde detrás del relato, no le extraña en absoluto que ganara el premio que ganó en un concurso. Pero eso es lo de menos, lo importante es que mediante la narración de este hecho de su vida, David nos revela una parte dolorosa de su vida, por la que ningún padre o madre debería pasar.

Una antología de terror diferente, pero que sin duda recomiendo. Sus relatos os mantendrán pegados a las páginas y que no querréis que se acabe. Pero, por fortuna, hay más libros en la recamara para conocer más el universo creado por el escritor maño.

Por si esto fuera poco, en el epílogo tanto David, como Patricia como José vuelven para narrar como fue la experiencia de compartir la antología. Lo que supone un buen cierre a un volumen que supone el volver a encontrarnos con un escritor que se fue pero que, por fortuna, volvió.

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