sábado, 27 de octubre de 2018

documental: Desenterrando Sad Hill

Una de mis películas de cabecera es El bueno, el feo y el malo, cinta dirigida por Sergio Leone en 1966. Me encanta no solo por su dirección y guión, sino también por su banda sonora y su trío de intérpretes, entre los que destaca un excepcional Eli Wallach como El feo. Precisamente es Wallach el artífice de que este documental se llevara a cabo. Ya que cuando falleció el actor la asociación cultural Sad Hill, grandes seguidores del film, decidió ponerse manos a la obra, y reconstruir el cementerio donde tiene lugar el duelo a tres para hacerse con el botín escondido en una de las tumbas. Este documental es la historia acerca de como se llevó a cabo la restauración del camposanto.


Escrita y dirigida por Guillermo de Oliveira, quien debuta en la gran pantalla tras haber dirigido algunos cortos para el canal de YouTube de Zapruder Pictures, la cinta nos transporta al abandonado cementerio y cuenta con los testimonios no solo de algunos miembros de la asociación antes citada como Joseba del Valle, Diego Montero, David Alba o Sergio García, sino también del biógrafo del fallecido realizador italiano Christopher Frayling; de famosos que son confesos seguidores del film de Leone como James Hetfield, Joe Dante o Alex de la Iglesia y de algunos de supervivientes de la cinta como el compositor Ennio Morricone, el ayudante de cámara Sergio Salvati o Clint Eastwood.

Me resulta complicado escribir esta reseña sin que el fan de esta película salte. Pero es que resulta muy difícil ser imparcial cuando dos de tus pasiones, como el amor al cine y el film de Leone, se dan la mano y te transportan a un viaje que logra emocionar y ser interesante a partes iguales.

Y es que el documental no solo muestra a los espectadores las historias personales que hay detrás de los miembros de la asociación de Sad Hill y lo que para ellos significa el final de la trilogía del dólar, sino también la magia que rodea a esta cinta y como 52 años después de su estreno, sigue siendo un referente para muchos cinéfilos.

El trabajo llevado a cabo por el director ha sido arduo, puesto que además de viajar a diferentes localizaciones como Londres, Roma, San Francisco o Los Ángeles para conseguir entrevistar a Morricone; Hetfield; Frayling o Salvati, tuvo que grabar también como el abandonado cementerio situado en Burgos poco a poco iba recuperando su aspecto original de 1966, y cuya construcción fue llevada a cabo por el ejercito español. En ese proceso de restauración no solo participó la asociación Sad Hill, sino también voluntarios llegados de Alemania o Francia quienes no dudaron en viajar a nuestro país para ayudar a reconstruir el camposanto. Esto hace una idea de lo que la película de Leone significa para mucha gente.

Algunos de los testimonios resultan bastante interesantes, e incluso algunos de ellos bastante divertidos. Uno de ellos es el que rodea a una de las anécdotas más famosas ocurridas durante el rodaje, que es la de la voladura del puente, sobre la que se han escrito multitud de historias. El documental por fin la aclara, y uno no puede sino esbozar una sonrisa a pesar de conocer la misma. Pero oírla por aquellos que la vivieron, no es lo mismo que leerla.


Cuando fui a ver el documental, tuve la suerte de coincidir con Joseba del Valle, integrante de la asociación, y con Luisa Cowell, productora de la cinta. Al acabar no pude sino expresarles mi agradecimiento por haberla hecho posible. Y es aquí cuando el fan ha salido, ya que al acabar la proyección estaba muy emocionado. No solo por lo que acababa de ver, sino también de poder expresar mi agradecimiento a que uno de los responsables del documental hubiera hecho posible el sueño de muchos de los seguidores, entre los que me incluyo, de ver en su estado original a uno de los cementerios más famosos de la historia del cine.

Tal y como nos comentó la productora, si bien pudieron conseguir el testimonio de los famosos como Morricone, Hetfield o Eastwood esto no fue tarea fácil. Puesto que si algunos de ellos les pareció buena idea colaborar, primero había que pasar por sus representantes, secretarios, etcétera hasta conseguir llegar a ellos para conseguir sus declaraciones. Pero hubo un famoso que no colaboró, a pesar de fan declarado del film y lo ha confesado en multitud de ocasiones. Me estoy refiriendo a Quentin Tarantino, con quién resulto imposible obtener sus opiniones. Sin duda hubiera resultado muy interesante oír sus opiniones acerca del film de Leone.

Uno de los mejores momentos del documental tiene lugar en sus momentos finales, cuando el cementerio ha sido reconstruido y, coincidiendo con el 50 aniversario del estreno de El bueno, el feo  y el malo, una proyección tiene lugar en el mismo. En ese instante sentí envidia, sobre todo por los saludos que hay antes de que comience la cinta. El último de ellos es sin duda el mejor. El estar en ese instante, en ese lugar, y estar en persona y sentir como se dirigen a ti es un momento que se queda clavado en la memoria de cualquier cinéfilo.

Un documental imprescindible para todos los amantes del cine en general, y de los fans del film de Leone en particular. Quienes colaboraron para que el documental se hiciera realidad, gracias a ellos pudo llevarse a cabo. Como recompensa todos obtuvieron su nombre en su correspondiente lápida en el cementerio.  Este es un ejemplo claro de como, en algunas ocasiones, los sueños se acaban haciendo realidad si uno pone el esfuerzo en conseguirlo. Algo que los protagonistas han demostrado de sobra.

A continuación el tráiler:


Desde aquí dar las gracias a la distribuidora por proporcionarme las imágenes y el tráiler a la hora de realizar esta reseña.

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