En ocasiones, los avances de las cintas que nos ponen antes de las películas pueden llevar a engaño. Uno puede creer que va a ver una cosa, y, una vez que empieza la proyección se da cuenta de que es algo completamente distinto a lo que se esperaba. Es lo que me ocurrió con la entrada de hoy. Un film que se estrenó el pasado viernes y cuya temática parecía ir en principio en una dirección, para luego tomar otra completamente distinta. Así pues, veamos que peripecias le esperan a nuestro protagonista.
Escrita y dirigida por Bong Joon-ho y basada en la novela de Mickey 7 de Edward Ashton, la trama nos cuenta como en el año 2054 Mickey Barnes, Robert Pattinson, y su amigo Timo, Steven Yeun, huyen de un prestamista y se enlistan en una misión espacial con destino al planeta Niflheim para colonizarlo. Al mando de la misma se encuentra el inepto presidente Kenneth Marshall, Mark Ruffalo, y su esposa Yifa, Toni Collette. Mientras que Timo se presenta como piloto, Mickey se presenta como un prescindible, alguien a quien le encargan las misiones más peligrosas para luego clonarle. Pero nuestro protagonista encontrará el amor en la figura de Nasha, Naomi Ackie.
Tras una misión en la que se le da por muerto, Mickey regresa a la nave para encontrarse con su múltiple Mickey 18. Desde ese momento, ambos hombres harán todo lo necesario para salir con vida de este atolladero, puesto que no pueden existir dos clones a la vez. Por si esto no fuera todo, el presidente está empeñado en acabar con la vida de los Creepers, los pacíficos habitantes del helado planeta que salvaron la vida a Mickey 17.
He de decir que no me esperaba en absoluto el tono que iba a tener esta película. Como dije en el párrafo que inauguraba esta entrada, me pensaba que el realizador de Parásitos iba a tirar por la ciencia ficción más seria, con el tema de la clonación. Pero, lo que me encontré fue algo distinto. Una cinta que, bajo su aspecto de comedia de ciencia ficción, esconde tras de sí una crítica nada velada hacía el capitalismo, y hacía el abuso de la explotación de los recursos de nuestro planeta.
Uno de los aspectos que no me convenció del todo, fue su duración. Sus dos horas y veinte no se hacen pesadas, pero, si se hubiera reducido a dos horas solo, el resultado final quizá hubiera sido más satisfactorio. Uno no mira el reloj apenas, pero si que es cierto que en su tercio final puede acabar haciéndose algo pesado.
Otro punto que tal vez no pueda convencer a aquellos que se acerquen a verla, es su tono. Yo desde que comenzó la proyección, entré en el juego que propuso el director. Pero ya sabemos que no todo el mundo opina igual, algo que me ocurrió al acabar la proyección cuando uno de los asistentes a la misma dijo que eso era un rollo y una castaña.
Uno de los puntos fuertes, al menos en mi opinión, de la película es Mark Ruffalo. Aquí nos ofrece una interpretación muy histriónica, sobreactuada, de un político inútil, incapaz de gobernar y tomar decisiones por sí mismo. No son pocos los instantes en los que el intérprete de Spotlight, recuerda, al menos me lo pareció a mi, al villano que Gary Oldman dio vida en El quinto elemento. Alguien que se cree superior a los demás, pero que en el fondo es un pelele.
También hay que destacar la labor llevada a cabo por Toni Collette, que aquí nos muestra una interpretación que, sin llegar a ser tan histriónica como la de Ruffalo, si que tiene algún que otro instante sobreactuado. Pero es lo que le pide el personaje, no se podía hacer de otra forma. Ambos personajes son caricaturas, por lo que en ningún momento se les puede pedir que interpreten de forma seria.
Otro de los aspectos a destacar es Pattinson. El que fuera protagonista de la saga Crepúsculo ya lleva demostrando que la etiqueta de ídolo adolescente quedó atrás. Así, con sus roles en El faro, Tenet, Batman o sus colaboraciones con Cronenberg, demostró que era un actor a tener en consideración. Salvando las distancias, se puede decir que es el Leonardo DiCaprio de las nuevas generaciones. Baste recordar que al protagonista de Titanic le llevó tiempo quitarse la dichosa etiqueta.
El aspecto visual está bastante cuidado, sobre todo en lo que respecta al diseño de las criaturas del planeta. Pese a que su aspecto sea amenazante, aquí se aplica que no se puede juzgar a un libro por su portada. En los instantes finales, cuando les podemos ver en su plenitud, se puede apreciar que las texturas de los mismos están muy curradas.
No es la primera vez dentro de la filmografía de Joon-ho, que el realizador esconde críticas nada veladas hacía diferentes aspectos de la sociedad. Si ya en su oscarizada Parásitos, resaltaba la diferencia entre las clases sociales, tema que se también se vio en Rompenieves, en The host mostraba la incompetencia de las autoridades a la hora de hacer frente a un problema y en Mickey 17 crítica el capitalismo. Lo que demuestra que el cineasta surcoreano sabe meter el dedo en la llaga en temas más o menos espinosos.
Tanto si os gusta la ciencia ficción, como si sois seguidores tanto de Ruffalo como de Pattinson, es una cinta que os recomiendo ver. Además que siempre es bueno ver en pantalla productos que se salgan de la tónica habitual de lo que se suele estrenar en pantalla grande.
A continuación, el tráiler:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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