En estos días de frío no hay nada como quedarse en casa, y aprovechar las tardes para ponerse al día con aquellas películas, series o libros que teníamos pendientes. Es lo que ha ocurrido con la entrada de hoy, un libro de extensión breve y que se lee en un suspiro si sois ávidos lectores. Así pues viajemos a Darkgate City, una ciudad donde está lo peor de lo peor en cuanto a crímenes se refiere, pero que está a punto de presenciar un enfrentamiento definitivo entre las fuerzas del bien y del mal.
Escrito por Tony Jiménez, la trama nos sitúa en los años 40 en Darkgate City, una ciudad donde el crimen campa a sus anchas y presidida por la oscura mansión Dekreta, en donde cuatro jóvenes se internarán en busca de aventuras. Lejos están de imaginar que pasarán a formar parte del enfrentamiento definitivo entre un sádico asesino en serie, el vigilante que lo encerró y de los oscuros seres que viven entre las sombras de la casa.
Tal y como se puede ver en las líneas generales del argumento, no hay nada nuevo bajo el sol. Y ahí radica parte del encanto del libro. El autor visita lugares comunes utilizados en el terror, ya sea en literatura, series o libros, para llevarlos a su propio terreno introduciendo elementos de comic, no resulta complicado ver en el vigilante Dark una mezcla entre Batman, Constantine y La sombra y añadiendo ligeros toques u homenajes a otros grandes escritores del terror como Lovecraft o Barker.
Si hubiera una palabra para poder definir a este libro sería piloto. Y voy a explicarme del porque he decidido usar este vocablo. Según la forma en que está escrito, parece el piloto de una serie de televisión, puesto que parece el avance de una serie que está por venir. Ignoro si la intención del autor es seguir con futuras entregas ambientadas en Darkgate City con el vigilante Dark como protagonista, pero desde luego si decide hacer más será más que bienvenido.
Y es que el libro no decae en diversión en ningún momento, ya desde sus primeras páginas consigue engancharnos a la historia. Nos da la mano y no nos suelta hasta que hemos acabado la lectura, o paramos para tomarnos un pequeño respiro.
Al tratarse de una historia de terror donde la sangre y la violencia abundan, el escritor no se corta a la hora de mostrar y narrar a los lectores escenas desagradables, y hay unas cuantas a lo largo de sus páginas. Al estar ambientada en la década de los cuarenta, el autor se vale de parte de la inocencia que había en aquella época para ubicar las peripecias de los protagonistas y del asesino. Él cual no duda en asesinar a todo aquel que se pone por su camino, precisamente valiéndose de la buena fe de las personas tal y como ocurre con su primera victima cuando le conocemos por primera vez.
Si algo ha caracterizado la carrera del autor hasta la fecha, es la cantidad de referencias, guiños u homenajes, táchese lo que se prefiera, al terror y cine que ha ido mamando desde su más tierna infancia. Pero no solo a autores consagrados dentro del horror, sino también a series que hoy día son clásicos dentro del terreno del terror, ciencia ficción o fantasía. Así basta citar como ejemplos Sobrenatural o Buffy cazavampiros como los primeros ejemplos que el autor cita que le sirvieron de inspiración a la hora de crear la que es, hasta la fecha, su último trabajo publicado.
No se me olvide destacar las ilustraciones que acompañan a la obra, algunas libres de derechos pero otras creadas expresamente para la ocasión por Jorge J. Alonso, Marco Gómez Gómez y José Raúl Orte. Tanto unas como otras son el acompañamiento perfecto a la trama, y ayuda a visualizar mejor a los lectores partes de la misma.
Un libro en formato bolsilibro que hará las delicias de aquellos fanáticos del terror, o que simplemente quieran evadirse durante un par de horas y que disfruten de los textos de autores como King, Lovecraft, cuya sombra es bastante alargada sobre todo desde el instante en el que la acción se traslada a la casa, o Barker.
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