Dirigida por su creador y por Masamune Ochiai, la serie nos contaba como el conde Drácula, cuya fijación es la de beber la sangre de jóvenes guapas y vírgenes, se traslada a Japón con su hija Chócola y su sirviente Igor. Allí vivirá divertidas aventuras mientras intenta dar esquinazo al profesor Helsing, que va al baño cuando se pone nervioso y ejerce de profesor en el instituto donde estudia su hija, y a Blonda su primera víctima en el país asiático y desde entonces obsesionada para que el señor de los vampiros vuelva a morderla a pesar de su poco agraciado físico
Otros de los personajes que aparecerán a lo largo de los capítulos serán el inspector Murai, de gatillo fácil, Nobuhiko Obayashi, compañero de clase de Chócola y gran aficionado a la ciencia ficción o el murciélago Yasube narrador de los capítulos.
Muy divertida serie de tan solo 8 capítulos de 25 minutos de duración, con un humor muy disparatado y que consigue arrancar no pocas carcajadas. No es complicado ver la influencia de esta serie sobre obras posteriores de carácter humorístico como Chicho Terremoto o Shin Chan. En donde las expresiones de los personajes consiguen hacer reír a los espectadores, sobre todo gracias a sus caras al enfadarse o a las situaciones disparatadas deudoras del slapstick, género que basa su humor en las caídas y golpes y que tiene en la animación de los Looney Toones o Tom y Jerry a sus mejores exponentes.
Pese a su tono abiertamente cómico existen un par de momentos alejados del humor a lo largo de sus 8 capítulos. Uno de ellos resultaría imposible de hacer hoy, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una serie infantil para todos los públicos. Me refiero al capítulo que rinde homenaje a la obra de Oscar Wilde El retrato de Dorian Grey, y en donde Dorian tiene relación con uno de los personajes principales de la trama. Pues en dicho episodio Dorian da dos sopapos a este personaje, algo impensable hoy día. Pero estamos hablando del año 1982 en donde no se miraba con lupa todo lo que se hacía.
Otro instante que toca la patata es el del penúltimo capítulo de la serie, donde los cachorros de un panda y un tigre cobran especial protagonismo. El final es muy triste y sigue emocionando tanto hoy, como cuando lo vi por primera vez en vídeo hace más de 20 años.
El punto fuerte de la serie, además de la animación, es su doblaje en castellano con verdaderos puntazos y en donde destaca la labor de Antonio Gómez de Vicente, voz de Q en algunos filmes de la saga 007 o de George Takei en 4 películas de la saga Star Trek con la tripulación clásica donde estaban entre otros Kirk y Spock. El resto de voces también molan sobresaliendo por encima de todas la del protagonista principal, que tiene para si los mejores detalles cómicos.
La serie comenzó a emitirse en Japón en 1982, tras publicarse en forma de viñetas en 1979 en la misma revista donde se publicaba Black Jack, pero tan solo se lanzaron los 4 primeros episodios debido a que el estudio de animación de Tezuka quebró. El resto de capítulos se pudieron ver doblados en otros países, por lo que los japoneses tuvieron que esperar a que se editara en DVD para poder disfrutar de la misma en el idioma en que fue creada.
Una serie muy divertida y poco conocida con la que seguro os lo pasareis bien. Si os gustan las series con el humor absurdo y divertido por bandera, no lo dudéis y dadle una oportunidad. Seguro que no os arrepentiréis.
A continuación la intro:
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