En 1971 Michael Caine protagonizó una de sus películas más conocidas Get Carter, Asesino implacable en nuestro idioma, que era la adaptación a la gran pantalla de la novela Jack´s return home escrita por Ted Lewis y que era la primera de una trilogía protagonizada por este asesino londinense. En la entrada de hoy voy a reseñar la primera y que lleva por título Carter. Desde aquí dar las gracias a la editorial por hacerme llegar un ejemplar de cortesía para poder hacerla.
La trama del libro nos cuenta como Jack Carter, sicario que trabaja para los mafiosos londinenses Les y Gerald Fletcher, regresa a su ciudad natal en el norte de Inglaterra para asistir al funeral de su hermano Frank. Carter sospecha que el fallecimiento de Frank no fue un accidente por lo que se pone a investigar. A medida que avance en sus pesquisas se encontrará con que nada es lo que parece, lo que le motivará para buscar la verdad sobre la muerte de Frank.
Muy buena novela negra en el que el autor nos sumerge en el mundo del hampa londinense. El ambiente que nos describe Ted Lewis es un entorno de hombres duros, que siguen sus propias normas y donde apenas hay lugar para los buenos sentimientos. Es un mundo donde los criminales no se relacionan con la gente decente, y en donde cada uno de los personajes que aparecen guardan sus secretos. Todos tienen algo que ocultar y solo dirán la verdad con el empleo de la violencia.
El personaje principal es alguien que sigue sus impulsos y al que no le importan sus consecuencias. Al vengar la muerte de su hermano inicia tanto un ajuste de cuentas con los responsables de la misma, como una redención al querer recuperar el cariño de su sobrina a quien no ve desde que abandonó su ciudad y con quien no mantiene una buena relación. El querer retomar este vínculo afectivo, será una de las pocas acciones nobles que el criminal ha hecho a lo largo de una vida marcada por la violencia.
A medida que Carter se va acercando a la verdad, las escenas de violencia y muerte comienzan a sucederse hasta llegar al final del libro. Sobre todo desde la aparición de dos sicarios que tienen como misión llevar a nuestro protagonista ante los mafiosos para los que trabaja, lo que hará que Jack tenga que utilizar sus habilidades contra aquellos que creía que eran sus aliados. Pese a que ello le ponga una diana gigante a su espalda, y le convierta en el objetivo de sus compañeros criminales.
El estilo narrativo de Lewis es bastante ágil, lo que hace que el libro se devore de forma rápida. Es novela negra cien por cien y en el que su protagonista asume el rol de detective, salvo que aquí lo que le mueve para buscar la verdad sea la venganza y no el resolver el caso para el que ha sido contratado. Lo que suele ser el tema principal de la novela negra clásica que cuenta con Raymond Chandler o Dashiell Hammett como sus grandes exponentes.
A diferencia del género negro en el que una mujer fatal traerá por el camino de la amargura tanto al protagonista como al resto de los hombres, aquí su rol no es tan determinante salvo en dos casos que resultan clave en el de devenir de los acontecimientos. El resto de féminas se limitan a ser meros testigos de los acontecimientos que suceden.
El tono de la novela es seco y dramático, el humor que aparece es bastante negro y las frases de los personajes resultan bruscas, acorde con el carácter de la obra. Son sujetos que no conocen otra vida que no sea la criminal. Incluso no dudan en traicionarse los unos a los otros, si con ello consiguen sacar más tajada. Como se puede comprobar en un par de momentos de la obra, cuando quieren utilizar a Carter para su propio beneficio con la excusa de proporcionar al protagonista una pista que le ayude a esclarecer el misterio de la muerte de su hermano.
Una novela recomendada para todos aquellos amantes de la literatura negra ambientada en el mundo de los criminales y que nos permite conocer a un personaje icónico dentro de la novela criminal británica, y cuyo personaje permanecerá para siempre asociado a Michael Caine.
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