Muy buenas a todos. Hoy de nuevo volvemos a reseñar una obra de microteatro, que tuve oportunidad de ver ayer en su estreno. Y todo gracias a la invitación de su protagonista, a la que desde este blog damos las gracias. Una representación donde las risas y las lagrimas, quedan perfectamente equilibradas sin que ninguna quede por encima de la otra. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, acompañadme a una sala de espera donde nuestros dos protagonistas, esperan su turno para poder entrar en el reino de los cielos. Listos? Allá vamos.
Con texto de Pedro Pablo Picazo y dirección de Diego Sanchidrián Rubio, la trama es la siguiente: Martín, rol de Jesús Calvo, lleva muerto desde 1936 esperando en el purgatorio para entrar en el cielo. En uno de esos días llega una joven llamada Sonia, papel de Esther Pastor, que acaba de fallecer en un accidente de lo más tonto según ella. Empezarán una conversación donde ambos descubrirán facetas desconocidas de los dos.
Y poco más puedo decir, avanzar algo más sería reventar el par de sorpresas que nos tienen reservadas sus máximos responsables. Tal y como he avanzado en el párrafo que inauguraba la reseña, la obra es un perfecto balance de risas y lágrimas. En un primer momento abundan las primeras, pero llegados a un determinado punto de la representación, las segundas van haciendo su aparición hasta que son las que predominan en el tercio final de la aventura de nuestros dos protagonistas.
Con una decoración muy sencilla, apenas un par de sillas, una mesa y dos puertas convenientemente decoradas que dan acceso a la sala de juicios del purgatorio, y al reino de los cielos tiene lugar la obra. De nuevo vuelve a cumplirse la norma en esta clase de representación, con pocos medios pero con una gran imaginación y una hábil dirección e interpretación, se pueden dar casos como el de hoy. Que te consigue llegar a la patata, y no solo a mí, a algunos espectadores que me acompañaban en una sala abarrotada, se les humedecieron los ojos.
Los actores tienen mucha química entre ambos, y son creíbles en todo momento. Jesús en su rol de Martín, nos transmite tranquilidad, extrañeza ante la nueva compañera que le ha tocado en la sala ya que lleva casi 70 años muerto. Esther, en su papel de Sonia, es una chica que en un primer momento parece alocada, tonta, inocente y que vive la vida a tope. Pero todo es fachada, conforme avanza la representación vemos que todo es una pose, puesto que la inocencia y dulzura son las que acaba mostrando a los espectadores y a su compañero de aventuras. Resulta imposible no apreciar a ambos, se meten al público en el bolsillo casi desde que comienza la obra.
La obra tiene un par de golpes muy buenos de humor, como la muerte de ella, que cayó por un ascensor del centro comercial cuando salía de hacer unas compras. A ver no es gracioso que una persona muera, pero por el tono en que lo cuenta y tal es imposible no reírse. También destacar que para ella, el logro más importante fue aparecer en cierto concurso que vigila a sus concursantes las 24 horas del día. Es una pequeña crítica a los jóvenes de hoy, que parece que solo quieren triunfar por aparecer en tal o cual concurso y fijarse solo en el físico, descuidando la parte cultural.
Pero es Jesús el que lleva la carga dramática, sobre todo al contar cómo murió y porque. En ese momento, lo que era divertido cambia completamente, dejando al espectador con la sonrisa congelada en su rostro. La historia que cuenta no es ajena, todos conocemos casos parecidos como el que cuenta. Después, el drama sigue apareciendo pero no crudo, es un drama con toques dulces, que no almirabados, y que nos viene a decir que la muerte, proceso por el que todos pasamos, no es tan mala al fin y al cabo. Al otro lado nos encontraremos con nuestros seres queridos, para estar con ellos para siempre.
Es una obra que merece la pena ver, una historia muy sencilla y bonita que llega al corazón de la audiencia. Si estáis interesados en verla, se representará desde el 7 de este mes hasta el 28. Pero donde se hace, hay más obras, si estáis interesados en la de la reseña de hoy, o en las que se están haciendo aquí en el siguiente enlace tenéis más información: http://www.elesconditeatro.com/
Cómo es norma en este tipo de entradas, no se pueden sacar fotos de la representación. Pero sí que pude hacerme una con sus protagonistas al acabar la obra. Desde aquí les doy las gracias, a continuación os pongo la instantánea:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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