La primera historia en abrir fuego es 50 balas para los muertos, escrita por Nestor Allende, en la que se nos narra las peripecias de Mort y Mala, dos cazarrecompensas que han de enfrentarse al vudú y a los vampiros, entre otras amenazas, en los pantanos de Louisiana. Normalmente el relato que suele abrir una antología suele ser el más fuerte, en este caso no es así. Me explico, no es que sea malo o algo parecido, dista mucho de serlo. Me gustó, pero lo pasé mejor con la siguiente historia. Esta tiene elementos bastante interesantes, coge personajes clásicos de las leyendas de terror americanas como el Wendigo o Marie Laveau, para ofrecernos las aventuras de un peculiar dúo de aventureros. Para abrir boca no está nada mal. Un estilo ágil, entretenido y que va al grano.
La segunda historia, Venían del infierno está escrita por Francisco Dominguez y es en mi opinión la mejor que compone el presente volumen. Acción, personajes con carisma, multiples guiños a los comics, a personajes aparecidos en la obra de Naharro, a la serie de televisión Supernatural. Todo ello en un relato que no concede un minuto de respiro, uno acaba exhausto después de leerla. Es como si viéramos una cinta de Leone dirigida en los 80 por un director clásico del cine de acción. Muy divertida y con adrenalina a tope. Sin lugar a dudas solo por las peripecias de Nathaniel Winchester y Alex Hellstrom enfrentándose a demonios y vampiros, hace que la compra resulte amortizada.
La última historia, titulada La Noche es para los monstruos escrita por Naharro es la que cierra la antología. Y le pasa lo mismo que a la de Allende. Son buenas, están bien escritas pero son más pausadas que la segunda. Tienen acción y buen ritmo, pero sin las mismas revoluciones que la historia de Dominguez.Molar molan, pero no por faltarle acción son aburridas ya que distan mucho de serlo.Sobre todo por ver por segunda vez a Frankenstein en un universo tan alejado del terror como es el western, y más todavía cuando ha de unir sus fuerzas con otro peculiar investigador de lo paranormal como es el enano Clay Jules.
Aquí Naharro vuelve a utilizar a dos personajes clave en el universo de La Garra, y que en más de una ocasión ayudan a este peculiar dúo de héroes. Naharro demuestra encontrarse como pez en el agua en el universo pulp. La historia nos narra como estos dos personajes tan atípicos se enfrentan a un tren del horror, comandado ni más ni menos que por el padre de la criatura creada por Mary Shelley.
Pero no todo serán alabanzas. He aquí un par de fallos que le veo a todos los relatos. Uno de ellos vuelve a ser la maquetación, da mucha rabia ver palabras cortadas sin sentido o que tendrían que haberse cortado antes. Cómo lector es algo que me molesta. Si sabes que no te va a caber una palabra, pon el guión antes. La otra vuelve a ser el problema de su primer volumen, las historias empiezan muy bien, el nudo es impresionante, pero los desenlaces son demasiado precipitados. Pero es algo característico de estas habituales novelas de bolsillo, que cuando todo se pone interesante lo quieren acabar cuanto antes mejor. Lo que es una pena, un par de capítulos o páginas más le hubieran sentado genial.
Si os gusta el terror, la acción y pasarlo genial mientras intentáis adivinar los múltiples guiños que pueblan sus páginas, no lo dudéis y haceros con este volumen. Seguro que no os arrepentiréis.
Por cierto, como he indicado, en sus páginas nos introducen personajes que sin duda tendrán su momento de gloria en un anunciado volumen tres, lo que sin duda espero con ganas. Lo que están haciendo los autores es presentarnos a estos luchadores del mal, como si fuera una especie de aperitivo para lo que se puede avecinar. Alguien ha dicho Marvel y Vengadores?
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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