martes, 6 de enero de 2015

pelicula: dos duros sobre ruedas

Muy buenas a todos. Qué tal se han portado los reyes? Espero que os hayan traído todo lo que habéis pedido. Yo os traigo un regalo, en forma de reseña desde este blog. En esta ocasión, volvemos a viajar al pasado para comentar una de esas cintas que, si bien no es ninguna maravilla, al menos entretiene que es su objetivo. Viajemos pues, a un futuro donde el caos y la corrupción campan a sus anchas. Más o menos como estamos hoy día. Listos? Allá vamos.

Dirigida en 1991 por Simon Wincer, la trama es la siguiente: Harley Davidson, rol de Mickey Rourke, y Marlboro man, papel de Don Johnson, acuden en ayuda de un amigo que tiene problemas con su bar. Para ello roban un furgón blindado, están lejos de imaginar que su buena intención les hará meterse en un buen lío, y les pondrá en el punto de mira de una banda de peligrosos criminales.

Como se puede ver por el resumen del film, no hay nada nuevo bajo el sol. No es la primera, ni seguro la última vez que veremos argumentos parecidos a lo largo de la historia del cine. Es una historia que hemos visto muchas veces, pero de nuevo es la forma en la que lo cuentas, lo que hace que sea una producción olvidable o no. Digamos que en este caso, hay un termino medio. No es un desastre, pero tampoco una buena cinta. Simplemente cumple.

Una de las cosas a destacar es la química existente entre sus dos protagonistas. Ambos actores son creíbles, dentro de unos personajes más planos que un papel de fumar, y con menos profundidad que un charco de lluvia en una acera. No esperéis que tengan conversaciones filosóficas, acerca de lo divino y lo humano. Ellos únicamente saben darse de tortas con los malos, mientras no pierden su chulería y sonrisa.

¿ Tú estas seguro que con esta peli vamos 
a los Oscars?

A modo de curiosidad decir que, al comienzo de la cinta, tanto la casa de las motocicletas como la de los cigarrillos niegan haber participado de forma alguna en la producción de la misma. Algo se debían oler, o que no les pagaron la suficiente pasta para utilizar sus nombres. Se puede decir que cualquiera de las dos opciones, son perfectamente válidas.

Otro de los detalles a destacar es que las escenas de acción vuelven a ser rodadas en plan artesanal, sin necesidad de efectos digitales. Están hechas a la antigua usanza, lo que se agradece si los que como un servidor, hemos crecido con los héroes ochenteros, en donde se valoraba mucho el trabajo llevado a cabo por los especialistas. Sin ser ninguna maravilla, al menos no causan vergüenza ajena, son correctas, así sin más.
 
Este es un ejemplo más, y van unos cuantos, de lo que es un placer culpable. Tu sabes que lo que estás viendo no es bueno en absoluto, pero aún así no puedes despegar la vista de la pantalla durante su metraje. Tiene una duración ajustada y no aburre, menos da una piedra.

Recomiendo verla solo si sois fans de la acción de finales de los ochenta y principios de los noventa. Ya sois conscientes de lo que vais a ver. En todo caso, no perdéis nada por darle una oportunidad, quién sabe, puede que hasta os acabe gustando y todo. Los que la habéis visto, siempre es un buen momento para recordarla. No es muy conocida y me ha parecido oportuno rescatarla del olvido donde se encuentra.

A continuación el trailer:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.



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