domingo, 23 de febrero de 2025

película: El mono

Algo tendrán los juguetes para que, de vez en cuando, sean los protagonistas de relatos, películas o series de terror. Los primeros ejemplos que a uno se le vienen a la cabeza son Chucky en la saga Muñeco diabólico; Annabelle en su propios filmes o el payaso de Poltergeist por nombrar a algunos. Ahora, un nuevo amigo viene a ingresar a este selecto club para causar no pocas pesadillas, a aquellos que se atrevan a conocerle. Así pues, veamos que maldades va a hacer este simio.

Escrita y dirigida por Osgood Perkins, y basada en un relato de Stephen King, la trama nos cuenta como los gemelos Hal y Bill, Theo James de adulto y Christian Convery de niño, se encuentran con un mono que no para de provocar muertes cada vez que toca el tambor. Creyendo haberse desecho de él siendo niños cuando lo arrojan a un pozo y separándose, sus caminos volverán a encontrarse con el simio, cuando una serie de misteriosas muertes suceden en el pueblo donde se criaron, por lo que se reencontrarán para acabar con la amenaza de una vez por todas.

Menudo cambio de registro para Perkins. Después de asustarnos el año pasado con Longlegs ahora regresa al terreno del terror, pero con bastantes dosis de comedia negra. Algo que no me esperaba en absoluto, y que le sienta bastante bien a la cinta. Si bien el relato original de King carecía de este sentido del humor, al menos que yo recuerde, aquí el realizador de Gretel y Hansel: Un oscuro cuento de hadas saca su faceta más gamberra y mezcla los sustos con risas.

La unión de miedo y humor no resulta novedosa en absoluto. Baste recordar Terroríficamente muertos o Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro por citar dos casos, en los que un humor muy negro iba de la mano de los sustos y la sangre. Aquí, en no pocas ocasiones, los espectadores se estarán riendo de situaciones que, de estar en otro film, no causan risa ninguna.

He de decir que el humor le sienta bien a esta producción. Ya desde sus primeros minutos, los espectadores se dan cuenta que un macabro sentido del humor, va a estar presente en la mayoría del metraje. Algo que no me esperaba en absoluto, puesto que buena parte de las obras adaptadas de Stephen King, no tienen este sentido del humor tan negro. Cierto es que de vez en cuando, hay algún que otro instante que ayuda a aliviar la tensión del momento, pero es algo que ocurre en contadas ocasiones. 

Las muertes, que son unas cuantas, son bastante originales. E incluso, me atrevería a decir que beben bastante del espíritu de los Looney Tunes. Y es que, al menos en mi caso, no podía evitar acordarme de Bugs Bunny y cía, cuando veía algún que otro fallecimiento. Con la diferencia de que mientras ellos se reponen como si nada de explosiones o aplastamientos, aquí, aquellos que las sufren, no vuelven a levantarse como si nada hubiera ocurrido.

El reparto es bastante correcto, destacando el protagonista principal, así como el que hace de su hijo Petey, con los rasgos de Colin O'Brien, que asiste atónito a las peripecias de su padre. Algo que no me esperaba, fue el cameo de Elijah Wood, en el rol del nuevo padre adoptivo del personaje encarnado por James.

Los efectos de maquillaje, no sé si son por entero artesanales o si, por el contrario, también hace uso de ordenador. Si que es cierto que algunas de las muertes, se nota que no han podido ser creadas de forma normal, pero, en otras, si que se puede notar la mano del departamento de trucajes de maquillaje.

Un punto a su favor es su duración, de poco más de 90 minutos. Por lo que pasa en un suspiro, cuando uno quiere mirar su reloj, como fue en mi caso, ya quedaban poco tiempo para que el film llegara a su fin. 

El mono, todo hay que decirlo, da bastante mal rollo. Ya desde su primera aparición, sabemos que muy buenas intenciones no lleva. Algo que se confirma cuando le dan cuerda, o cuando aparece por primera vez a los pocos segundos de que ha comenzado la proyección. 

Para los aficionados al terror, supone una gozada de sustos, sangre y vísceras. Perkins ha recogido el testigo de Raimi y Jackson, para ofrecernos un espectáculo que ellos mismos hubieran filmado en sus primeros años de carrera.

Tanto si os gustan las cintas de terror, como las adaptaciones de King o las comedias con un humor muy negro, esta es sin duda una gran oportunidad para comprar un bol de palomitas, un refresco grande y disfrutar ante lo que estamos viendo en pantalla.

A continuación, el tráiler:


Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

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