La sombra de Lovecraft es alargada. El autor de Providence no solo ha influenciado a un buen puñado de escritores de terror, ya sea extranjeros o españoles que le han rendido homenaje de una forma u otra, sino que también ha servido de inspiración para videojuegos, juegos de mesa e incluso varios de sus relatos han sido trasladados a la gran pantalla. Es por ello, que en la entrada de hoy un narrador que ha aparecido por aquí en anteriores ocasiones, rinde su particular homenaje al creador de los mitos de Cthulu creando su propio panteón de dioses oscuros ocultos en la ciudad de Madrid.
Escrito por Magnus Dagon, el libro se compone de la novela corta La perversión fractal, que da título al libro, del relato Donde usted quiera llegar, y, a modo de apéndice, Sessenkrad.com que tendrá bastante importancia una vez hayamos leído las páginas que preceden a este anexo.
Como viene siendo habitual en el blog, a continuación realizaré un breve resumen de cada una de las historias, sin reventar el final, y daré mi opinión acerca de las mismas:
- La perversión fractal: Julián San Martín es un estudiante de matemáticas de Madrid que, mientras realiza su doctorado en Barcelona, y aprovechando una conferencia en su ciudad natal, decide visitar el templo de Nebod. Al descubrir un pasadizo oculto se desmaya, lo que será el inicio de una pesadilla para el joven matemático.
He de decir que este relato me sorprendió de manera bastante grata. No solo porque el autor se aleja bastante del tono que me tenía acostumbrado hasta ahora, sino porque también va introduciendo el terror poco a poco, a la vez que el suspense. Va haciendo participes a los lectores del descenso a la locura de su protagonista, hasta llegar a un clímax que haría las delicias de cualquier aficionado a las películas de terror de ambiente claustrofóbico, como The Descent, o directamente que remite al terror ochentero.
En esta historia Magnus aúna sus dos pasiones, las matemáticas y el terror. Y es que, el autor no puede evitar mencionar en un par de ocasiones alguna cita matemática, tranquilos que las formulas brillan por su ausencia, ya que está relacionado con lo que nos está contando.
Una buena forma de iniciar este libro, y que nos deja con ganas de saber más acerca de este panteón de dioses que ha creado el autor. Algo que se satisface en el siguiente relato.
- Donde usted quiera llegar: Tras una discusión durante sus vacaciones, una pareja se separa, diciéndose mutuamente que se vayan al infierno. Lejos está el hombre de saber, que al meter la dirección en el GPS que irá a donde le ha indicado su navegador.
Relato breve y que se va enrareciendo a medida que se acerca su final. Aquí el autor se vale tan solo de dos personajes, para ofrecernos un viaje al infierno, y nunca mejor dicho. Nunca se sabe el motivo de la discusión, pero las palabras que se dicen ambos serán el detonante para que todo se vaya al diablo, y nunca mejor dicho.
A medida que el protagonista se acerca a su destino en Madrid, nota como todo se va volviendo más opresivo. Amenaza tormenta, no se encuentra nadie por las calles. Es como si la ciudad supiera lo que está a punto de ocurrirle, y no quisiera testigos.
Buen relato que se alzó con el primer premio en el IX Certamen de Narrativa Corta Villa de Torrecampo.
- Sesseskrad.com: Y aquí llegamos a la chicha del libro. El autor deja lo mejor para el final. En esta página web, el escritor nos presenta a los diferentes dioses que ha creado, sus poderes, características y sus motivaciones a la hora de hacerse con nuestro mundo.
Un apéndice bastante interesante, acompañado con los dibujos que representan a cada una de las divinidades, y que nos deja con la miel en los labios.
Ya que una vez uno ha leído estos relatos, uno quiere saber más acerca de este nuevo panteón inspirado en el maestro de Providence. Si la intención del autor era enganchar a los lectores y atraparlos con unos nuevos dioses, sin duda lo ha conseguido.
Un libro recomendable, y que se lee en un suspiro, puesto que apenas llega a las cien páginas. Ideal para pasar un par de horas entretenido, y más en estos momentos en los que hay que mantener la mente ocupada.
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