sábado, 28 de septiembre de 2019

libro: Todos los colores del Giallo

En un par de días, entraremos en el mes de Octubre. Mes por excelencia dedicado al fantástico, no solo por el festival de Sitges, sino también por el estreno hace ya cuarenta años de la cinta por excelencia del género slasher, La noche de Halloween. Por ello, las próximas entradas del blog, estarán dedicadas, en mayor o menor medida, al horror. Y nada mejor para inaugurarlas, que hablar de uno de mis géneros favoritos, como es el del giallo, que tiene dentro de su filmografía unas cuantas joyas y directores que, en mayor o menor medida, influenciaron a directores posteriores a la hora de hacer cine de terror. Así pues, viajemos al país transalpino para conocer los títulos que componen el ensayo del presente volumen.

Escrito por Roberto García-Ochoa Peces, y prólogo a cargo de Sergio Martino, director de títulos clave del género como La perversa señora Ward o Todos los colores de la oscuridad, el presente ensayo supone un extenso, y completo recorrido, a través del giallo, desde sus comienzos a principios de los sesenta, hasta llegar a nuestros días.

Si hay algo que hay que apreciar en el presente volumen, es la cantidad de títulos que conforman el presente ensayo. Si bien conocía algunos de ellos, muchos de los mismos me eran completamente desconocidos. Y es que, si de algo sirve el leer este tipo de libros, no solo es para refrescar algunos nombres que ya uno conocía, sino también para el dar a conocer muchos de los que ni siquiera conocía de su existencia. Lo que no quiere decir que sea bueno.
Y es que, tal y como dice el propio escritor, algunos de los títulos que conforman el presente ensayo están para darse a conocer y a modo de complemento de los grandes títulos. Bien sea porque argumentalmente no merecen la pena, o porque están pobremente dirigidos o interpretados, lo cierto es que si permanecen desconocidos para el gran público será por alguna razón. Pero esto no quiere decir que de vez en cuando, dentro de ellos, uno pueda encontrarse alguna sorpresa agradable, tal y como nos indica el autor en no pocas ocasiones.
Ya que en no pocas ocasiones, el giallo ha sido víctima de parodias a través de cómicos que explotaban las claves del género. Pero además, dentro del mismo podemos apreciar como en la década de los ochenta, hasta bien entrados los noventa, el giallo, en no pocas ocasiones, se atrevió a ir enseñando más chicha para mayor gloria de las exuberantes féminas que estaban en su reparto. Y es que, en no pocos títulos, se rozaba el porno suave, puesto que se mostraban felaciones o cunnilingus, tal y como nos señala el autor en algunos títulos de la década de los noventa. Esto hizo que el género, poco a poco, se precipitara al abismo del que, como indicaré, y salvo excepciones, permanece hasta ahora.

Si bien los realizadores que más hicieron por el giallo, son bien conocidos por todos los aficionados a este tipo de cine, es decir: Mario Bava, La muchacha que sabía demasiado; Dario Argento, Rojo Oscuro; o Lucio Fulci, Angustia de silencio, no es menos cierto que existen más directores que aportaron su granito de arena a la hora de expandir este género. Además del ya mencionado Sergio Martino, hay que citar nombres como Michele Soavi, Aquarius,  Pupi Avati, La casa de las ventanas que ríen, Lamberto Bava, Cuchillos en la oscuridad, o Emilio Miraglia, La dama roja mata siete veces, por nombrar solo alguno de los nombres más destacados.

De lo que no hay duda, es la cantidad de horas que el autor ha dedicado al presente volumen. Y es que, tal y como ya he mencionado, ha tenido que visionar o al menos revisionar títulos que ni me sonaban. Y, a tenor de sus palabras, algunas de ellas no merecían un segundo visionado. Por lo que hay que agradecerle el esfuerzo a la hora de volver a verlos.

Si bien tanto en la portada, como en la introducción, el autor nos avisa que dentro del libro no vamos a encontrar nada de fantástico dentro del presente ensayo, yo, y esto es una opinión personal, eché en falta la opinión del autor acerca de títulos clave dentro de la cinematografía de terror italiana como pueden ser Suspiria, Inferno o Zombi 2.
Cierto es que las cintas dirigidas por Argento y Fulci, hay bastantes elementos sobrenaturales. Pero no es menos cierto que dentro del libro se menciona Phenomena, también de Argento, la cual posee un toque sobrenatural, lo cual me hizo preguntarme la ausencia de los títulos arriba citados. Pero esto, tal y como digo, es una opinión personal.

El presente ensayo, a pesar de su longitud poco más de 400 páginas, se lee bien. A pesar de que en ocasiones puedan llegar a confundirse directores y actores, y esto es debido a la multitud de giallos que se facturaron sobre todo entre las décadas de los 70/80, que fue cuando se produjo el principal boom del género, para luego sufrir un parón motivado por el desgaste del género. Y es que salvo excepciones, El síndrome de Stendhal de Argento, el giallo poco más ha tenido que aportar de un tiempo a esta parte. Ni siquiera Argento, con la olvidable y horripilante Giallo, ha sido capaz de revitalizar el género.

Un libro que sirve tanto para los amantes del género, como para todos aquellos que quieran saber más acerca del mismo o acercarse a él. Un volumen bastante completo y que, sin duda, hará las delicias de los fans del cine de terror italiano.

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