Creada por Daniel Cerone, emitida por la NBC y basada en el comic Hellblazer, la serie nos narraba la lucha de John Constantine (Matt Ryan) contra las fuerzas del mal. Pero en su camino no estará solo, puesto que contará con la ayuda de Zed (Angélica Zelaya) y Chas (Charles Halford).
Además de estos intérpretes, dentro del reparto también nos encontramos con Harrold Perrinau como Manny, un ángel; a Michael James Shaw como Papa Medianoche enemigo de Constantine o a Emmet J. Scanlan como Jim Corrigan, el alter ego de El Espectro, uno de los seres sobrenaturales más poderosos de DC.
Tal y cómo he indicado en el primer párrafo, es una pena que cancelaran la serie y nos dejaran sin saber como concluía. El final del capítulo 13 nos dejaba con la miel en los labios ante lo que estaba por venir. Pero las audiencias, por desgracia, mandan y la cadena decidió no emitir el resto de los 9 episodios programados.
Mientras veía la serie no podía evitar acordarme de Sobrenatural. Y es que ambos shows tienen un punto de partida similar: la lucha contra seres sobrenaturales. Pero la personalidad de los protagonistas no puede ser más distinta, mientras que el personaje de Ryan es fumador, mentiroso y manipulador los hermanos Winchester son todo lo contrario. Los tres personajes no podían ser más distintos entre sí, y aún así se puede decir que son complementarios: Constantine es el lado canalla y amoral, mientras que los Winchester son responsables y atados por lazos fraternales.
A pesar de no haber leído ningún comic del personaje, a partir del estreno del film de Reeves leí un par de artículos sobre Constantine. Por lo que más o menos sabía como era su personalidad, y he de decir que la interpretación llevada a cabo por Ryan me resultó más convincente que la hecha por Reeves. El Constantine interpretado por Reeves era la versión descafeinada del personaje, en donde no había rastro alguno del original del comic.
La serie cumple como entretenimiento, sus efectos especiales resultan efectivos y la trama se iba abriendo según avanzaban los capítulos hacia un arco argumental que abarcaría esta primera temporada inacabada, en la que nuestro protagonista se enfrentaría a La Brujería. Los personajes demostraban tener química entre ellos y los momentos violentos estaban presentes en cada uno de los episodios emitidos.
Otro motivo para darle una oportunidad es que uno de los creadores de la serie fue David S. Goyer, responsable junto a Nolan de la trilogía del hombre murciélago y bajo la dirección de algunos episodios estuviron Neil Marshall, realizador que nos ha traído títulos tan interesantes como Doomsday o The descent, o John Badham, Juegos de guerra o Cortocircuito. Ambos directores expertos a la hora de ofrecer a los espectadores cintas bastantes correctas. Pero por desgracia su participación no fue suficiente para la continuación de la serie.
Al menos nos queda el consuelo que la serie pueda recuperarse para CW, ya que Ryan se ha dejado caer por un par de capítulos de la serie Arrow y está prevista una web serie animada en que Ryan pondría su voz al personaje. Lo que no sería la primera vez, puesto que ya hizo lo mismo en la cinta animada de Warner La liga de la justicia oscura.
Una serie correcta y que supone una aproximación más adulta,nada que ver con la versión de Reeves, a este detective de lo paranormal y que hará pasar un buen rato a todos los que se aproximen a ella.
A continuación la intro:
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