Según reza el famoso dicho, las mejores esencias vienen en frascos pequeños. Este refrán es la mejor definición para la entrada de hoy. Tres relatos breves en donde el amor, la nostalgia y los celos entre otros elementos son el motor que mueve a los protagonistas de los mismos. Esta es la primera entrega de la colección pequeño formato, y que ha sido publicado por la editorial Cazador de ratas. También es la primera vez que la autora aparece por este blog, pero no será la última. Así pues, veamos que historias nos aguardan en la reseña de hoy.
Escritos por Elia Barceló y con una extensión que apenas supera las 50 páginas, la autora nos ofrece las siguientes historias:
- La luz de las noches: una bella y misteriosa joven sale a cazar a su presa de cada noche. Buena forma de iniciar este formato, con un relato breve y con una extensión de unas 8 páginas. Esto le basta a la autora para contarnos una historia sencilla, que no simple, que nos atrapa desde sus primeras líneas y supone el mejor ejemplo de Eros y Tánatos. Una narración breve y contada de forma ágil, lo que hace que nos quedemos con ganas de más que es de lo que se trata a la hora de crear un relato.
- La belle dame sans merci: de nuevo nos volvemos a encontrar con una vampira, salvo que en esta ocasión se ve perseguida por la pareja su última víctima. A diferencia del relato anterior, el amor y la muerte eran los únicos elementos, aquí entran en juego además la soledad y la venganza. Tristeza por parte de la aparecida al no tener a nadie con quién compartir sus días y resarcimiento por parte de la que fuera compañera sentimental de su último muerto. En dos historias la autora nos presenta las dos caras de una misma manera, al mostrar a los lectores a los vampiros como seres que también sienten como si fueran humanos y que hacen lo que hacen por que está en su naturaleza.
- Una comida en el campo: un nonagenario, y exitoso profesor y ensayista, vuelve a donde pasó su infancia, con motivo de una comida homenaje a cargo de un maestro gran seguidor de su obra. El mejor relato de los tres que componen estos cuentos crueles y el que más disfruté. El amor y nostalgia se dan la mano para ofrecer los lectores un viaje a través de los recuerdos lejanos del viejo educador. La autora no solo hace viajar a su protagonista por sus recuerdos, sino también a los lectores al hacerles rememorar aquellas evocaciones que creíamos olvidadas y vuelven a nosotros de golpe mediante un olor, sabor o visión determinada.
Esta era la primera ocasión en la que tenía la oportunidad de leer algo por parte de la autora, y he de decir que me ha gustado mucho su estilo. Rico en detalles, con una muy buena narrativa y en donde los personajes y sus motivaciones tienen una gran importancia.
Elia Barceló ha desarrollado gran parte de su carrera literaria dentro del género de la ciencia ficción, lo que le ha hecho acreedora de diversos galardones. Pero también ha probado suerte en diversos géneros alejados de la ciencia ficción, como el terror o la literatura juvenil en donde también ha cosechado diversos éxitos.
Una vez más vuelve a demostrarse el dicho que lo bueno, si breve, dos veces buenos. Tres historias le han bastado a la autora para conseguir que quiera leer otras obras suyas. Un trío de narraciones en los que a uno le basta, pero que se queda con ganas de conocer más peripecias de sus protagonistas. Pero en ello reside el encanto de los relatos, el querer saber más de los personajes. Por ello escribirlos no resulta fácil, los autores han de crear una historia con un planteamiento, nudo y desenlace en un determinado número de páginas. Y los autores que han ido apareciendo por aquí han demostrado tener talento de sobra a la hora de crear estas narraciones cortas.
La editorial cazador de ratas no había podido comenzar con mejor pie esta nueva aventura con el pequeño formato. Seguro que nos irá deparando no pocas alegrías en un futuro próximo.
Si sois seguidores de los relatos que se salen de lo habitual, este es vuestro libro.
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