Dirigida por Nikolaj Arcel y escrita entre otros por Akiva Goldsman, la cinta nos cuenta como el joven Jake Chambers (Tom Taylor) no para de tener sueños con el hombre de negro (Matthew McConaughey) y con un pistolero (Idris Elba), en un mundo apocalíptico donde se alza la torre oscura. Lejos está Jake de imaginar el papel que va a desempeñar entre ambos hombres.
Decepcionante y aburrida son los adjetivos que mejor describen a esta producción. Toda la acción, aventuras, emoción y drama presentes en la saga original quedan aquí diluidos por culpa del director y de un torpe guión. Y es que más que adaptar las 8 partes de las que se compone La torre oscura, lo que hace es hacer un batiburrillo con todos los libros. Como si de un monstruo de Frankenstein se tratara, el realizador toma elementos de varios de los libros, los une y el resultado final ha sido el que es. Una verdadera catástrofe, tanto a nivel de guión como de dirección.
Pese a durar poco más de noventa minutos, estos se hacen lentos. Y esto en una cinta de acción es pecado mortal. Mas que una película parece el episodio piloto de una serie. Tiene su misma duración y deja algunos cabos sueltos de cara a futuras secuelas, que parece ser que no se producirán a tenor de su batacazo económico. Los últimos treinta minutos parecen haber sido rodados a toda prisa, como si de repente el director hubiera querido meter más dinamismo en la parte final. Lástima que no lo hubiese hecho antes, el resultado hubiera sido, sin duda alguna, más interesante que el producto final que se ha acabado estrenando.
En primer lugar la dirección llevada a cabo por Arcel carece de interés o fuerza alguna. Es plana, aburrida y no hace justicia al trabajo de King. Un proyecto que fue largamente acariciado por diversos directores, como Ron Howard o JJ Abrams, ha ido a parar en manos de un realizador que tenía ante si una gran oportunidad para entrar en Hollywood y la ha desperdiciado. Una producción de estas características te pide a un director más familiarizado con el cine de evasión, que sabe dar con la tecla para entretener al público. Algo que por desgracia Arcel no ha sabido hacer.
En segundo lugar el guión es un verdadero despropósito. En primer lugar por mezclar al tuntún los 8 libros, los seguidores de la saga verán partes importantes reflejadas en la gran pantalla a modo de homenaje, algo que los que no la han leído no sabrán ver. Partes importantes como la final del sexto libro la meten cambiando protagonistas, otra del cuarto libro y esencial en la vida de Roland, el pistolero, aparece porque sí. Al adaptar una obra a la gran pantalla está bien meter cambios, no estoy en contra de ello, siempre que los mismos sean coherentes e intenten aportar algo nuevo. Algo que no ocurre aquí. La motivación de Roland aquí es distinta, le mueve la venganza y no la protección de la torre. Y ya lo de la habilidad de Jake es para mear y no echar gota
Otro de los grandes problemas de la cinta es la cantidad de guiños a otras obras de King. A lo largo del metraje el realizador decide meter, a saber porque, diversos homenajes a cintas como Cujo, Cadena perpetua, Christine o El resplandor entre otras porque sí. Si estos aportasen algo a la trama lo vería bien, pero es que no aportan nada. Parece que el realizador ha querido decir, eh mirad he leído a King y voy a meter referencias suyas a ver cuantas podéis identificar.
Otro detalle que no me gustó es que, en bastantes ocasiones, el protagonismo parece recaer sobre Jake dejando de lado a Roland y Walter. En los libros Jake es secundario, y Roland es el verdadero protagonista. Para que os hagáis una idea, es como si en Misery dejarán de lado a los protagonistas y se centrarán exclusivamente en la editora del personaje interpretado por James Caan. Menos mal que poco a poco el pistolero empieza a ganar más importancia, a medida que se van desarrollando los acontecimientos.
La película funciona por determinados momentos o instantes, y consiguen que no se haga tediosa. Pero estos son los menos, esto hace que la cinta avance a trompicones y sufra de constantes altibajos. Lo que en ocasiones, al menos en mi caso, te haga desconectar, o no prestar demasiada atención, a lo que está pasando en la pantalla.
Lo mejor de la cinta reside en su pareja protagonista. Elba y McConaughey se salvan de la quema. El inglés está muy bien como el pistolero. Poco ha de importar que se le haya cambiado la raza. El Roland de los libros es un homenaje a Clint Eastwood, nada que ver con Elba, quien aporta todo su buen hacer y por ese esfuerzo se salva de la quema. El propio King dio su visto bueno a Elba. Pese a su buena interpretación, no podía dejar de pensar en lo que hubieran hecho con el mismo papel Viggo Mortensen o Mads Mikkelsen, quienes fueron candidatos a interpretar al pistolero.
El mismo caso ocurre con McConaughey. El texano se lo pasa en grande interpretando al villano de la función, y tiene para si uno de los mejores momentos de la película. El ganador del Oscar también hace lo que puede con un pobre guión. Y las ocasiones en las que ambos intérpretes comparten pantalla son lo más destacado de esta producción.
Muy decepcionante y fallida, no recomiendo verla. Con ver el tráiler debería bastaros. Sin duda de lo peor del año.
En resumidas cuentas:
Lo mejor: Idris Elba y Matthew McConaughey.
Lo peor: la dirección y el guión.
El momento: Walter en casa de Jake.
La secuencia: Jake y Roland recitando el credo de los pistoleros.
A continuación el tráiler:
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