Muy buenas a todos. Después del triste fallecimiento de Bud Spencer que me llevó a cambiar la entrada programada, hoy os traigo la que se supone iba a ser la reseña de ayer. De nuevo, una antología vuelve a asomarse a este blog y a la que pude asistir a su presentación hace unos meses. En esta ocasión, los autores nos hablan de algo que poseemos todos y que es nuestro bien más preciado, y algo que es codiciado por demonios y seres sobrenaturales y que nos sirve para obtener beneficios aún a costa de perderla. Por supuesto me estoy refiriendo al alma, pero no adelantemos acontecimientos todavía. Acompañadme a lo largo de 13 relatos, donde diversos autores nos darán su particular punto de vista sobre el alma. ¿Listos? Allá vamos.
Publicado por la pastilla roja, y coordinado por David Rozas, los lectores que se aproximen al siguiente volumen serán testigos a lo largo de las historias que lo componen de las diferentes peripecias por las que pasan los protagonistas de los relatos para conservar su bien más preciado. Como es norma habitual, haré un pequeño resumen de cada uno de los mismos:
- Amigo imaginario, de Antonio Sánchez Vázquez: un joven relata a los lectores los sucesos que le llevaron a estar donde está, todo por culpa de su amigo imaginario. Antonio abre fuego en la presente antología y deja buen sabor de boca. Aquí vuelve a aparecer una vez más su personaje fetiche, el inspector Santiago García. Una buena forma de presentación y uno de mis relatos favoritos.
- El edificio Baxter, por Marc Sabaté Clos: un moderno edificio guarda muchos secretos, y el conserje de noche será el encargado de desvelarlos. De nuevo un muy buen relato con toques sobrenaturales y con una lectura bastante adictiva, y que uno no puede dejar de leer hasta su página final. Otro de los relatos que más me gustaron, puesto que el autor no escatima en las dosis de gore y sangre que se van produciendo mientras el conserje va subiendo los pisos.
- Charlie y los ladrones de almas ( la marca ), escrito por David Rozas Genzor: dos seres sobrenaturales se disputan el alma pura de un niño. Guiños al rock y una narrativa chula se dan de la mano para ofrecer a los lectores un relato adictivo y que sin duda no defrauda tanto a los amantes del terror como de la música rock.
- El tipo de la tumba de al lado, por José Antonio Reyero: un muerto intenta acostumbrarse a su nueva vida en el cementerio hasta que le toque el turno de que su alma vaya arriba o abajo, durante su estancia en el campo santo, conocerá a un zombi. De nuevo otro relato bastante interesante y que sorprende con su giro final, salvando las distancias me recordó en algunos aspectos a El libro del cementerio de Neil Gaiman.
- El ogro de la Goutte D´or, escrito por David Gambero: una paciente en un psiquiátrico relata su historia a un médico de las circunstancias que la llevaron ahí. Relato con toques de melodrama y que de nuevo está bien escrito y con unos personajes bien construidos, su final que por supuesto no voy a desvelar sorprende por el giro final que mete el autor.
- El trotasueños, de Bea Magaña. en un reino de fantasía, nuestro protagonista intentará encajar las piezas que le faltan para encajar un puzle después de haber escapado de un demonio. Relato que en un principio puede descolocar, pero que en sus páginas finales todas las piezas encajan. Tal vez su final sea algo tramposo, pero es algo que no molesta puesto que la autora ha sabido dejar las pistas necesarias para que los lectores las vayan encajando.
- El músico nocturno, escrito por Beatriz Sánchez: relato que bebe del folklore y de las leyendas. Sorprende ver en un principio un relato de estas características, hasta que en sus páginas finales todo queda aclarado. Historia que recuerda y mucho a los cuentos de hadas y góticos.
- Crueldad intolerable, por Pedro Escudero Zumel: una entrevista de trabajo cambiará el porvenir de nuestro protagonista y de su familia. Aquí la sombra de la crisis hace su aparición y el autor hace hincapié en su relato en que no siempre alcanzar los sueños puede ser motivo de satisfacción y que la historia tiende a repetirse.
- Déjame explicarte, de José Miguel Gómez Gil: relato dividido en varias partes y con instantes gore, sobre todo en la segunda. El autor hace que el protagonista del relato rompa la cuarta pared para dirigirse a los lectores. Relato que no está mal y que cumple con el cometido de entretener a los que se acerquen al mismo.
- Lo que se oculta, por Miguel Ángel Naharro: una expedición llega a un campamento para tratar de investigar lo que le ha ocurrido a la anterior expedición. Relato de pura serie B y que me recordó mucho a La cosa, tanto por la ambientación como por el ambiente claustrofóbico que sufren los protagonistas. De nuevo, Naharro no decepciona y nos ofrece una historia muy entretenida.
- Cordeles, escrito por Sergio Moreno Montes: unos amigos se adentran en una fábrica abandonada, mientras se suceden las desapariciones de unos niños. Lejos están de imaginar nuestros protagonistas la aventura que van a vivir. El relato recuerda y mucho a It y a Pesadilla en Elm Street 4, tanto por la resolución en sí como por la historia.
- El párroco y el diablo, por Eduardo Casas: un cura experto en luchar con demonios llega a un pueblo abandonado del interior de España, mientras un viejo enemigo no para de perseguirle para intentar derrotarle. Relato chulo y que va cogiendo velocidad hasta llegar a una conclusión bastante esperanzadora.
- Una de demonios, zombis y paletos con armas pesadas, de Néstor Allende: después que una célula terrorista despierte a un demonio, se desata el caos en la tierra cuando los muertos vuelvan a la vida poseídos por demonios y unos paletos son capaces de resistir la invasión. El relato con el mejor me lo he pasado, Néstor rinde homenaje tanto a la serie B más pura y al espíritu Grindhouse, como a los amigos autores que aparecen en forma de guiño a diversos personajes.
Antología que sorprende debido a que no hay relatos flojos, todos en mayor o menor medida se hacen muy entretenidos y no sobra ninguno de ellos. Algo que sorprende puesto que en los volúmenes de relatos suele haber algunos que no llegan a gustar del todo a los lectores, algo que por fortuna no ocurre aquí.
La pastilla roja está sorprendiendo debido a la calidad que viene ofreciendo de un tiempo a esta parte a la hora de ofrecer antologías que buscan alejarse de lo establecido en este tipo de volúmenes.
Si os gustan las historias de terror con toques sobrenaturales, no lo dudéis y echadle un vistazo, seguro que no os arrepentiréis.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.
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