Ah los bolsilibros, que recuerdos nos traen. Esas tardes de verano o fines de semana viendo a nuestros padres o abuelos devorar las aventuras de pistoleros, cazadores de monstruos o viajeros espaciales en pequeño formato, capaces de albergar en sus pocas páginas grandes aventuras. De un tiempo a esta parte la editorial Yeray está rindiendo homenaje a este formato. Hoy le toca el turno a un western, repleto de acción y emoción y que supone una verdadera carta de amor al género. Así pues, vamos a calzarnos las espuelas, espolear a nuestros caballos y a tener los revólveres cargados para enfrentarnos a los peligros que nos vayan surgiendo por el camino.
Escrito por Pedro González Núñez, la trama nos cuenta como el antiguo pistolero Wayne James decide embarcarse en una última aventura junto con su compañero de fatigas Ladd Brennan para hacer frente a su antiguo amigo Hackman Cooper, que ahora reside en Eastwoodville. En su camino conocerá tanto a nuevos aliados, como a enemigos en un viaje que estará lleno de peligros.
Tal y como podéis ver por el nombre de los protagonistas, y eso que he dejado de mencionar a otros, el autor lanza a los lectores un juego en el que se pondrán a prueba no solo sus conocimientos sobre el western, y aquellos intérpretes que participaron en alguna vez en sus carreras en este género, sino también sobre el cine en general. Ya que no son pocos los homenajes que los lectores se van a encontrar a lo largo de sus páginas.
La novela sigue, más o menos. el ABC del western sobre un antiguo pistolero que intenta dejar atrás una vida pasada, por lo que en ese aspecto no engaña. Sabe a lo que juega y hace participe de ello a los lectores. Por lo que, a lo largo de sus páginas, nos vamos a encontrar con el típico saloon, cuatreros, tiroteos, whisky, indios y, sobre todo, mucha acción y emoción.
Los personajes cumplen los tópicos de este tipo de literatura, no solo el protagonista principal, sino también todos aquellos que le acompañan en sus peripecias. Lo que no es malo, ya que, si por algo se caracteriza este tipo de literatura es que los buenos son muy buenos, y los malos muy malos. Apenas hay lugar para la sorpresa. Este tipo de libros están escritos con un solo objetivo, que no es otro que el de entretener a todos aquellos que se acerquen a los mismos, por lo que su meta está cumplida de sobra.
Se nota que al autor le gusta el género, ya que no para de lanzar homenajes al western, tal y como vengo destacando en la entrada de hoy. En este aspecto es un poco juguetón, puesto que si algunos de los nombres que aparecen aquí están bastante claros, otros cuesta más sacarlos. Pero, a la mínima que tengáis unos pocos conocimientos cinematográficos, lo más seguro es que los saquéis sin problema alguno.
Como en toda buena historia del oeste, no van a faltar los tiroteos y peleas. A destacar el último enfrentamiento, entre nuestros protagonistas y el antagonista en una parte final que se encuentra narrada desde diferentes puntos de vista y que no tiene nada que envidiar a las pelis de acción. No sé si fue intención del autor o no, pero una parte de los instantes finales me recordó al tercio final de John Rambo, con el veterano de Vietnam haciendo de las suyas en unos túneles.
Esta fue, sin duda, la parte que más me gustó. No solo por como está contada, con un lenguaje bastante cinematográfico, sino porque se puede visualizar bastante bien a medida que uno va leyendo la batalla final entre ambos bandos.
Salvando las distancias, se podría decir que esta es una historia que podían haber escrito John Ford, Quentin Tarantino y Sergio Leone en una noche de farra, puesto que Pedro recoge lo mejor de cada uno de estos realizadores, lo mete en una coctelera y el resultado final es un trago fuerte, que deja un muy buen sabor de boca.
Tanto si os gustan las novelas de vaqueros, como si sois seguidores de las historias llenas de acción, no lo dudéis y dadle una oportunidad. Seguro que no os arrepentiréis.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy y quería desearos unas felices fiestas con vuestros seres queridos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario