El cine de superhéroes está viviendo una época dorada, con algunos proyectos más acertados que otros. La entrada de hoy entra en el segundo grupo, un film que cumple de sobra con el motivo con el que fue realizado que no es otro que el de entretener. Algo que su protagonista y principal impulsor del proyecto es un experto. Así pues, conozcamos al nuevo antihéroe de DC, conozcamos a Black Adam.
Dirigida por Jaume Collet-Serra, en su segunda colaboración con The Rock tras Jungle Cruise, y escrita por Adam Sztykiel, Rory Haines y Sohrab Noshirvani la trama nos cuenta como tras un sueño de 5000 años Black Adam, Dwayne Johnson, despierta en nuestra época para intentar detener los planes de Ishmael, Marwan Kenzari, de hacerse con una misteriosa corona y dominar el mundo. Pero en su lucha este particular héroe no estará solo, puesto que contará con la ayuda de la Sociedad de Justicia de América.
Tras muchos años tras el proyecto, por fin The Rock pudo hacer realidad su sueño de convertirse en Black Adam, pese a que en la cinta Shazam se nos avanzó su llegada. Y como se suele decir, la espera ha merecido la pena, puesto que es un film que cumple con las expectativas. Poco importa que la película no sea novedosa, puesto que la historia que se nos cuenta la hemos visto más de una vez en este tipo de producciones. Pero es como se narra lo que hace que enganche a las audiencias o no.
Además de los intérpretes arriba mencionados, cabe destacar la aparición de Sarah Shahi, como Adrianna Thomas interés amoroso de Adam; Aldis Hodge, dando vida a Hawkman; Noah Centineo, interpretando a Atom Smasher y Pierce Brosnan, con los rasgos de Dr. Fate. Precisamente este último, junto con Johnson, son lo mejor de la cinta. Brosnan se encuentra bastante cómodo dando vida al hechicero por antonomasia de DC, y eso se nota. Disfruta de la interpretación y es algo que transmite a la audiencia.
Pero antes de proseguir con los aciertos de la cinta, toca hablar de los errores. El principal lo encontramos en los efectos digitales, algunos de los cuales cantan por soleares. Algo que extraña, puesto que el presupuesto con el que ha costado no ha sido modesto precisamente. Lo que a uno le lleva a preguntarse en que se han gastado parte del dinero asignado a ese departamento. Lo que es una pena, puesto que si el acabado digital hubiera sido más pulido, ahora estaríamos hablando de algo completamente distinto.
Otra de las cosas que no me acaba de convencer es que, en un principio la cinta recibió la clasificación R, es decir, para mayores de 18 años. Pero luego rebajaron la violencia a 13 años, lo que es una pena. Puesto que a lo largo de la proyección, vemos atisbos de lo que podía haber sido puesto que nos encontramos con escenas violentas que no se habían visto antes en DC, y mucho menos en Marvel. Ojalá lo podamos ver en una futura edición sin censura.
Otro de los errores fue revelar la escena postcréditos, que por supuesto no voy a destripar aquí en caso de que aún no la hayáis visto. Pero en los tiempos que corren las noticias vuelan, y, lo que se suponía que tenía que ser una sorpresa, se acabó revelando antes del estreno de la película. Pese a ello, os recomiendo verla puesto que puede avecinar grandes cambios en el universo cinematográfico de DC.
Pero los aciertos supuran a los errores. Uno de los principales es, como ya he dicho anteriormente, Johnson. El intérprete hace suyo a un personaje que, según afirma, nació para interpretar. Pese a que en los comics Adam es un villano, que se ha enfrentado en más de una ocasión a Superman y Shazam, de un tiempo a esta parte ha ido evolucionando a antihéroe, e incluso a formar parte tanto de la Liga de la Justicia como de la Sociedad de la Justicia.
Otra de las virtudes es el ritmo de la cinta, que apenas concede un momento de respiro a los espectadores. Desde el inicio engancha, y no hay momento para el aburrimiento. Además, que su duración apenas supere las dos horas, ayuda. Pese a tratarse de la presentación de un personaje, ese metraje le basta al realizador para ponernos en situación enseguida y conseguir que los espectadores tengan simpatía por él, a pesar de que su origen diste mucho de conseguir que te caiga simpático.
Y también hay que destacar la presentación de la SJA, lo que tal vez derive en su propia cinta. Pero aquí se nos presenta como un grupo ya formado, y que es llamado por un personaje ya aparecido en otros filmes del universo DC, para intentar detener la amenaza que supone el personaje de Adam. He de decir que ignoraba su aparición, y cuando lo vi en pantalla me sorprendí. Amén del cameo de otro personaje de una serie de DC que ha supuesto una más que agradable sorpresa.
En resumidas cuentas, si os gustan las películas de superhéroes os gustará, y si sois fans de The Rock pues lo haréis el doble. Ahora esperemos que podamos volver en la gran pantalla a este antihéroe, que a tenor de los números en taquilla, parece ser que así será.
A continuación el trailer:
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