Una vez más, los zombis vuelven a hacer acto de presencia en este blog. Y lo hacen de la mano de Alfonso Zamora, un autor que se ha dejado caer por aquí en más de una ocasión, con la saga que creó tiempo ha, y que más alegrías le ha, y nos ha, deparado. Así pues, veamos como se originó todo y que nuevas aventuras nos ha preparado el escritor madrileño.
Escrito por Alfonso Zamora, la trama nos cuenta como se originó todo, como se propagó la enfermedad que dio origen a los zombis, como llegaron al Bernabeu parte de los protagonistas e incluso el origen de las alianzas que vimos en la primera parte de la saga.
Interesante vuelta al género zombi por parte del autor, en el que se nota que se desenvuelve bastante bien y donde se nota un cambio que ha favorecido a la saga, ya que aquí la acción está más presente que nunca, con instantes que no desmerecerían aparecer en absoluto en una producción Cannon, dicho con todo el respeto del mundo, o protagonizada por chuache.
Ya desde las primeras páginas el autor nos sitúa en el meollo de la cuestión, por lo que nos engancha desde el primer momento. Apenas hay instantes de respiro, salvo en un par de ocasiones. Y aún así, le sirven al escritor para ir cogiendo fuerzas ante lo que está por venir. Lo que sin duda favorece a la trama, puesto que así los lectores conocen más a fondo tanto a los nuevos, como a los antiguos personajes que ya han aparecido.
Los personajes están bastante bien construidos, sobre todo en el caso de dos de los villanos principales: el coronel Bachiller y la soldado Barbero. Sin duda el nivel de hijoputismo que desprenden ambos personajes harían palidecer de envidia a otros malos como Negan, Alfa o El Gobernador, en lo que a adversarios se refiere en la lucha contra los muertos vivientes.
Una de las cosas que menos me gustó fueron algunas erratas, que hacen que el resultado final resulte menos satisfactorio de lo esperado. Lo que resulta una verdadera pena, ya que estos errores harán que los puristas del lenguaje carguen las tintas, en vez de apreciar el conjunto en general. Esperemos que para futuras ediciones, que seguro que las habrá, estos fallos queden subsanados.
Otro instante que te deja con la miel en los labios en una amenaza que parece estar al nivel de peligrosidad de los zombis. Al revelarse la misma, uno se esperaba más. El nombre dado por el autor, Los Oscuros, resulta lo bastante intrigante. Pero, una vez realizan acto de presencia nos llevamos un chasco. Si bien se nos explica su origen, una vez han mostrado su rostro, queda claro que el nombre era más amenazador que los integrantes de este grupo. Lo que es una pena, puesto que podrían haber dado bastante juego. Aún así, juegan un papel primordial en el devenir de los acontecimientos.
Pero una vez dicho lo malo, lo que queda es bastante bueno. Los instantes finales son una verdadera gozada, lo mismo que la presentación de los nuevos personajes. Aquí, como en los anteriores libros de la saga, los protagonistas se encuentran desmoralizados en no pocas ocasiones y han de sacar fuerzas de donde puedan, sobre todo cada vez que pierden a un ser querido. Lo que ocurre en bastantes momentos en el presente libro.
A lo largo de sus páginas, los lectores no solo se encontrarán con guiños a The walking dead, sobre todo en lo que se refiere al personaje de Laura, sino también a instantes del primer libro de la saga. Por lo que el autor va jugando con los lectores que han ido acompañando a Iker y cía desde su primera aparición en la saga.
En los agradecimientos, el autor plantea una especie de juego a los lectores. Y es que uno de los capítulos no está escrito por él, sino por una amiga suya. A decir verdad no lo he descubierto, pero si tuviera que arriesgar, yo diría que es aquel en el que aparece el personaje de Laura y sus dos catanas, como si fuera una Michonne patria.
Tanto si os gustan los libros de temática zombi, como si sois completistas de esta saga, es un volumen que no debéis dejar pasar.
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