Escrito y autopublicado por Pablo Carnicero de la Cámara, el libro nos cuenta las peripecias de Miguel Herrero, antiguo policía ahora en paro, al que un antiguo compañero le ofrece un caso en apariencia sencillo: encontrar a una prostituta rusa para un acaudalado empresario. Pero como siempre, a medida que va investigando, nada es lo que parece.
Tal y como se puede ver, el autor sigue más o menos el ABC de las obras del noir más clásico, pero a su estilo. Y es que su protagonista dista mucho de ser un tipo duro. Es alguien normal y corriente, que te lo podrías cruzar la calle. Una persona con gustos frikis, amante de la cocina y del rock, pero con una gran habilidad para la observación, y con una gran inteligencia, la cual le será de gran ayuda a la hora de resolver el caso.
Pero en su investigación no estará solo, ya que contará con la ayuda de Oli, un informático un tanto peculiar, pero que, sin duda, demostrará ser gran ayuda en no pocas ocasiones.
Algo que me sorprendió del libro es que la acción está situada, en su mayoría, en mi ciudad, Guadalajara, si bien también parte de la misma transcurre en Madrid. Un lugar poco dado a estar nombrado a la hora de enclavar situaciones llenas de adrenalina. Por ello, es de agradecer que se nos saque un poco del mapa, y que se vea que nuestra ciudad también puede ser enclave de novela negra.
El libro está escrito en un estilo ágil, con diálogos rápidos, y con varios instantes violentos, los cuales sorprenden por su contundencia, ya que si bien están espaciados, cuando aparecen uno se queda boquiabierto de ver como Miguel reparte estopa, ya que nadie diría que con ese aspecto es capaz de repartir leña.
A lo largo de sus páginas, el autor plasma sus gustos, tanto musicales, como literarios o cinematográficos, en la figura de Miguel. De esta forma, uno puede creer que el protagonista de la obra es una especie de alter ego del escritor. Puesto que comparte con su creación no pocas coincidencias, e incluso un sentido del humor un tanto ácido.
Miguel está lejos de ser un héroe, la definición que más se ajusta sería la de antihéroe. Si bien las acciones que hace, es para un bien mayor, está lejos de hacerla de forma gratuita. Y además es un celoso patológico, lo que le ha costado no pocas relaciones a lo largo de su vida.
Libro poco conocido, ya que fue autoeditado por el propio autor, y que sin duda merece rescatarse, puesto que posee elementos para pasar un rato bastante ameno, y ahora que se aproximan horas de calor, pues nada como poder evitarlas con lecturas tan refrescantes como ésta.
Si os gustan las novelas negras clásicas, pero que se apartan de lo normal, no lo dudéis y dadle una oportunidad, seguro que no os arrepentiréis en absoluto.
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