Bad to the bone, Born to be wild, ambos himnos del rock se pueden aplicar a la entrada de hoy. Y es que estas dos canciones, reflejan a la perfección el carácter de los protagonistas del libro, quienes en una serie de entrevistas, desvelan a los lectores como fue su participación en algunos de los títulos clave del cine de acción de buena parte de los años 80 y 90, e incluso en algunas joyas de los años 70. Un volumen plagado de anécdotas, que, sin duda, hará las delicias de los aficionados a los cotilleos.
Con introducción a cargo de Steven E. de Souza, guionista de clásicos como Commando o Jungla de Cristal, y escrito por Timon Singh, el libro se encuentra dividido en 5 partes: los pesos pesados, en donde entrevista entre otros a Benny Urquidez, el villano de Los Supercamorristas; Sven-Olen Thorsen, la mano derecha de Thulsa Doom en Conan; Vernon Wells, el inolvidable maloso de la ya citada Commando o Martin Kove, el sádico instructor de Karate Kid.
También entrevista a los dos villanos de Superman 2, y que acompañaban al personaje de Terence Stamp, uno de ellos, Jack O'Halloran, desvela a los lectores que era hijo de un importante jefe de la Cosa Nostra, dato que desconocía en absoluto, y que me dejo con la boca totalmente abierta.
En la tercera parte, el autor entrevista a los terroristas que acompañaban a Hans Gruber en su ataque al edificio Nakatomi, uno de ellos Andreas Wisniewski, también fue villano en Bond, y como curiosidad, de pie de mujer nada. Aquí el buen señor calza un 46, por lo que el chiste de Willis, ahora que sabes la verdad, tiene, si cabe, mucha más gracia ahora que sabes la verdad. Y por supuesto, el escritor no deja la oportunidad de entrevistar a Clarence Gilyard Jr, quien luego se pasaría a las fuerzas del bien siendo el compañero de Chuck Norris en la serie de Walker y por supuesto a Al Leong, más conocido por todos como: "el chino que muere en todas las películas".
En la cuarta parte, denominada los descastados, Singh se dedica a entrevistar a aquellos actores más de carácter, que sin duda se las hicieron pasar canutas a sus adversarios. Como no podía ser de otra forma, uno de los que tenía que estar en esta categoría era David Patrick Kelly, el inolvidable villano de The Warriors, o el grimoso Billy Drago, quien con su sola presencia ya daba bastante mal rollo.
El último capítulo, está dedicado al final boss. Aquellos actores reservados al final, ante los que el héroe de turno tenía que hacer frente, ante que los títulos de crédito comenzasen a desfilar. Entre estos jefazos finales, los lectores se encontraran a Ronny Cox, más conocidos como Cohagen o Dick Jones, por sus roles en Desafío Total y Robocop respectivamente; Paul Freeman como Belloq en En busca del arca perdida o Steven Berkoff en Rambo 2.
Por supuesto que estos intérpretes hicieron más roles a lo largo de sus carreras, pero estos papeles son por los que mucha gente los recuerda.
El libro supone un autentico divertimento, ya que está plagado de multitud de anécdotas, algunas bastante divertidas, otras no tanto, pero que en general dejan con muy buen sabor de boca. A uno le hubiera gustado estar presente durante las entrevistas, ya que de lo que no hay duda es que tanto unos como otros se lo debieron de pasar genial durante las mismas. Al menos esa es la sensación que me queda después de haber disfrutado de su lectura.
Ya al comienzo del libro, el autor avisa que no están todos los villanos que le hubiera gustado entrevistar, ya sea porque algunos fallecieron, o porque pidieron una morterada de pasta por ser entrevistados, o porque no fue posible localizarlos. Personalmente, entre los que me hubiera gustado ver por éstas páginas: Patrick Kilpatrick; Bolo Yeung o Rutger Hauer. Sin duda, sus anécdotas hubieran sido bastante interesantes.
El libro está bien maquetado, y se encuentra bastante bien ilustrado con fotografías de los actores a los que se les entrevista. Ya sea de una cinta en particular, o con una instantánea suya en la actualidad. Para algunos el tiempo no parece haber pasado, mientras que para otros, no parece haber sido tan amable. Pero lo que realmente importa del libro son lo que nos cuentan sus protagonistas, y es ahí donde está la chicha y la importancia del libro.
Un libro ideal para leer en este verano y que, una vez más, confirma a su editorial como una de las grandes a la hora de cuidar a sus fans al ofrecer un producto de calidad. Cuidando el producto, y haciendo retroceder a los seguidores a la época de las cintas del videoclub. No me queda más que darles la enhorabuena una vez más, y animarles a que sigan por este camino que han iniciado, y del que espero que no se desvíen nunca.
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