lunes, 13 de julio de 2020

libro: Cannonwood. Cómo (casi) conquistar Hollywood

Ah los dorados ochenta. La época de esplendor de los videoclubs, un tiempo donde uno se podía encontrar desde los grandes clásicos de Hollywood, hasta las producciones más de serie B, e incluso zetosas. Y es en éste tipo de productos, donde una productora brilla con luz propia, la de los primos Menahen Golan y Yoram Globus, que, con sus filmes, alegraron no pocas tardes a la muchachada con sus películas protagonizadas entre otros por Chuck Norris, Charles Bronson o Michael Dudikoff. Bienvenidos a la Cannon.

Escrito por Pablo García Naranjo, el presente libro supone una novelización de multitud de anécdotas de ambos primos, de como sacaron adelante su productora, de como alcanzaron el éxito, y como se fueron hundiendo poco a poco tras multitud de fracasos.

La novela es una verdadera gozada, y supone conocer anécdotas de la desaparecida productora. Si bien algunas de ellas, ya las conocía gracias a los dos anteriores libros dedicados a la productora, otras muchas me eran del todo desconocidas, y he de decir que algunas de ellas me arrancaron alguna carcajada que otra.
Y es que hay que reconocer que, de los dos primos, Golan era el más echao pa'lante, el más soñador y el que más ganas le ponía. Para ello, basta con leer su anécdota con Franco Nero, y como le convenció para interpretar el papel en la primera cinta de ninjas de la productora.
Por contra, Globus era el más sensato, el que solía pararle los pies a su primo y quien solía conseguir el dinero para poner en pie las producciones, algunas de ellas se llegaron a hacer, mientras que otras se quedaron en eso, pósteres de películas que no se hicieron, a pesar de que se anunciasen como el próximo gran estreno de la productora. Como ejemplo, baste citar el caso de Spider-man.

El libro supone un gran divertimento, y está hecho sobre todo para todos aquellos que crecimos en la época de los videoclubs. Y es que, si bien ambos primos pocas veces acertaban a la hora de acertar con la crítica, salvo en el caso de El tren del infierno y poco más, el resto de las películas de su catálogo pocas veces rozaban el aprobado. Pero eso a ellos no les importaba, ellos querían entretener al público, y, en honor a la verdad, lo conseguían.

A lo largo de sus capítulos, los lectores serán testigos de como algunas de las películas más conocidas salieron adelante. Y de las anécdotas que las rodearon, algunas de ellas divertidas, mientras que otras no tanto, algunas de ellas son especialmente duras, como la que rodea a la que fuera Emmanuelle, Sylvia Kristel, y sus problemas de adicción durante el rodaje de Mata Hari.

Mientras uno lee el libro, se echa de menos no tener a mano una lista de canciones o temas que adornaron los filmes de la productora. Y es que, la Cannon nos regaló un buen puñado de temazos que hoy día resultan auténticos cañonazos, y que suben el ánimo. Como ejemplo, se me vienen a la cabeza el de Delta Force, el de Fight to Survive de Contacto Sangriento, el de El Guerrero Americano o el Winner takes it all de Yo, el halcón, con el que a uno le entran ganas de emular a Stallone, ponerse la gorra hacia atrás y ponerse a echar pulsos.

En definitiva, un libro escrito con cariño y con el que uno recuerda su infancia. Una vez más, la editorial vuelve a dar en el clavo a la hora de ofrecer a los lectores un producto de calidad, con buenas fotografías y con un gran acabado. Si queréis saber más de la Cannon, no lo dudéis y haceros con el libro, seguro que nos arrepentiréis en absoluto.

Como regalo el tema antes citado de Yo, el halcón:





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