jueves, 28 de mayo de 2020

libro: Tiempo muerto, hijo de puta

En estos tiempos de confinamiento, que ahora se están acabando, las lecturas nos han ayudado a pasar mejor estos momentos de permanecer encerrados. Una de las mismas, es la última obra publicada por el autor de la saga El cuarto jinete, pero en esta ocasión cambia por completo de género, y se adentra por completo en la novela negra, con unas gotas de ciencia ficción. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, y veamos que nos espera en esta nueva novela.

Escrita por Víctor Blázquez, la obra nos cuenta como Rayhan Márquez, un detective se verá envuelto en la búsqueda de un asesino en serie, a la vez que un pasado del que quería huir volverá, y su conciencia le hará dudar entre el honor y el deber para proteger a su compañero y amigo.

Poco más se puede añadir, sin estropear algunos de los giros que nos tiene preparados el autor. Los cuales no son pocos, ya que si habéis seguido la trayectoria del escritor, sabréis que siempre se guarda algún as bajo la manga con el que sorprender a los lectores, un giro con el que pillar con la guardia baja a los lectores, y soltar un golpe con el que sorprendernos y noquearnos. Aquí vuelve a hacerlo en un par de ocasiones, lo que ya viene siendo un sello de marca por parte de Blázquez. Si no fuera así, no sería un libro suyo.

Los personajes están bien definidos, y todos juegan un papel fundamental en la obra. Poco importa si su aparición es de unas pocas líneas o no, todos ellos tienen un papel crucial en el devenir de los acontecimientos. A algunos se les coge mas cariño que a otros, ya sea por su personalidad o por como nos los ha descrito el autor. Mientras que a otros, cuando aparecen, les deseas lo peor, precisamente por como están definidos.

A medida que va avanzando la acción, uno se pregunta quien es el asesino, y los motivos que le llevan a cometer unos asesinatos bastante atroces. Una vez se ha descubierto la identidad del mismo, y sus razones, a uno se le viene a la mente la película Terminator. Y es que la novela se podría definir como el cruce entre la cinta de Cameron y Resurrection, el film dirigido por Russell Mulcahy, y protagonizado por Christopher Lambert, al que se le podrían añadir unas gotitas de Seven.

El libro juega con el presente de Rayhan, un pasado del que quiere huir y ahora vuelve para perseguirlo, y un futuro incierto. Es una línea temporal que no pinta nada clara para el protagonista, y que se vuelve más tormentosa cuando conoce las motivaciones del asesino al que está persiguiendo. Es en ese momento cuando la cordura de Márquez, ya frágil de por si debido a la tensión del caso y de las circunstancias personales, se verá más cerca del derrumbamiento que nunca.

Como buena novela negra, en ningún momento los lectores saben más que el protagonista. Las pistas son reveladas al mismo tiempo. Así, son sorprendidos a la vez que el investigador, y no pueden decir eso de: aha lo sabía, o ya lo sospechaba. He de decir, que el giro que da el autor con respecto a la identidad del asesino no lo esperaba en absoluto, y me sorprendió para bien. Una vez lo supe, uno puede tomar dos caminos: o entrar en el juego que nos plantea el escritor, y seguir leyendo, o abandonar la lectura sintiéndose engañado. Huelga decir que seguí en la lectura, ya que estaba intrigado, en saber como acabaría todo.

En la novela hay pocas escenas sangrientas, eso sí, cuando hacen acto de aparición la hemoglobina y la violencia salpican las páginas, y parecen querer salir del libro y querer salpicar a los lectores, puesto que son bastante explicitas. Lo mismo que ocurre en un determinado momento en una escena de acción, con un tiroteo, muy bien descrito y con las balas traspasando los cuerpos como si de un Medal of honor se tratara.

La vuelta de Blázquez supone un motivo de alegría para sus lectores, y nos demuestra que sigue en plena forma. En esta nueva publicación, nos demuestra que la novela negra no se le da mal, a la vez que nos presenta a un personaje que puede dar de sí en un futuro si las circunstancias acompañan. Una vez aparece, los lectores quieren que vuelva a aparecer, puesto que mola bastante. No solo por como lleva la investigación, sino también por la química que tiene con Rayhan.

Si os gustan las novelas negras que se salen de lo común, y además queréis conocer a un nuevo personaje que puede dar nuevas alegrías a los aficionados en el futuro, no lo dudéis y dadle una oportunidad. Seguro que nos arrepentiréis.




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