sábado, 9 de diciembre de 2023

libro: Cantos y lamentos del Dios de los suicidas

Escribir resulta complicado. El poner en orden las palabras que uno tiene en la cabeza, y hacer que las mismas tengan un sentido no es tarea fácil. Si ya de por sí, resulta difícil hacerlo en una novela, libro o ensayo sobre un tema en concreto, imaginad hacer lo mismo en un relato de pocas páginas o, subiendo el nivel de dificultad, en microrrelatos. De eso, precisamente, va la entrada de hoy. En donde vuelve a aparecer un autor, con una colección de microrrelatos y relatos, donde da muestras de su talento.


Escrito por Athman M. Charles, la presente antología consta de un prólogo escrito por Toluuuu y un epílogo a cargo del propio autor. A lo largo de sus 39 historias, el escritor nos irá introduciendo por lugares donde el horror, ya sea sobrenatural o no, hace acto de presencia en cada una de las historias, algunas más breves que otras. Pero con un denominador común: ninguna de ellas, consigue dejar indiferente al lector.

Después de sorprender, y dejar con un buen sabor de boca con su anterior antología de relatos, que podéis leer aquí tito Ath vuelve a la carga, donde nos da muestras de su talento a la hora de narrar historias que se salen del terror que todos conocemos.

Si hay algo que une a estos relatos, es que hay que leerlos bien altos de moral. La mayoría de narraciones, concluyen de forma bastante dura, a lo que ayuda además el tipo de lenguaje que usa el autor. Son frases breves, pero a la vez concisas. Las cuales, buscan golpear la conciencia de todos aquellos que se acerquen al presente volumen.

Ya sean narraciones protagonizadas por violadores, fantasmas, dioses, asesinos en serie, zombis o personajes desesperados, Athman no da un respiro a sus protagonistas. Tampoco a los lectores. Son historias que, pese a ser violentas, no abusan de la hemoglobina o casquería, salvo en alguno que otro caso. Pero, y esto es lo importante, es como cuenta estas narraciones lo que hace que sean más interesantes o no.

Como suele ocurrir en toda antología, hay relatos mejores o peores. Es como una ley no escrita dentro del mundo de la narrativa. Un día más, el relato encargado de abrir fuego, ya nos va preparando ante lo que nos vamos a encontrar. Cuando el autor visita algunos de los lugares comunes dentro del terror, lo hace llevándolos a su propio terreno. 

Varios relatos, están protagonizados por seres humanos, con el signo de perdedor grabados en la frente. En otros, la venganza es lo que mueve al protagonista del mismo. Y, todos ellos, alcanzarán su trágico destino más pronto que tarde. 

Uno de los relatos que más me gustó, fue Navajas y Cartones. Aquí, el autor rinde homenaje, o al menos me lo pareció, a La invasión de los ultracuerpos o Están vivos. A lo largo de sus páginas, Ath juega con los lectores, plantándoles la semilla de la duda de, si todo está en la imaginación del protagonista, o, si por el contrario, está ocurriendo de verdad.

Otras historias que también llamaron mi atención, fueron Suerte, Amantes ferroviarios, La hora muerta, La vida es una caja de sorpresas, La cama, Trabajo, Confesiones y, por supuesto, Rizitos de oro. No es que el resto de narraciones sean malas, que no lo son, tan solo que estás son las que más destaco dentro de la antología. Ya sea por la historia o por su conclusión, son las que más me gustaron.

Tal y como podéis comprobar, no he hecho un resumen de cada una de las historias, Y es que, prefiero que descubráis por vosotros mismos lo que el autor nos tiene que contar. Cualquier cosa que diga, os estropeará la sorpresa.

Si os gustan las narraciones breves, que se salen de lo habitual o si os gusta el terror en cualquiera de sus formas, esta es una antología que no deberíais dejar pasar.


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