La figura de Bud Spencer es inmortal. Su innegable carisma, sus películas junto a Terence Hill o por separado, han hecho disfrutar a generaciones de cinéfilos. En la entrada de hoy, se permite a los lectores que se acerquen a este libro, la posibilidad de conocer al Spencer más íntimo y personal, visto a través de una de sus hijas, quien, mediante multitud de anécdotas, nos descubre a un Bud que no se alejaba demasiado de sus personajes vistos en la gran pantalla.
Escrito por Cristiana Pedersoli, el presente libro supone una verdadera delicia para todos los que somos seguidores de Bud. Mediante recuerdos, Cristiana desvela a los lectores como Carlo, verdadero nombre de Bud, era un gigante en todos los aspectos, no solo de tamaño, sino también de corazón.
Me resulta muy complicado no dejar salir a mi niño interior, y fan, de Bud a la hora de escribir estas líneas. Bud formó parte de mi infancia, y el ver sus películas, vuelve a transportarme a cuando era niño y las veía con mi padre. Incluso hoy lo sigo haciendo cada vez que ponen alguna de sus cintas en televisión. Y es que no importa el tiempo que pase, uno se sigue riendo en las mismas escenas y momentos, sin importar las veces que uno haya visto el film.
Cristiana permite a los lectores ver a un Bud que, tal y como he mencionado unas líneas atrás, no se alejaba mucho de sus personajes ficticios. En ocasiones era como un niño grande, y disfrutaba de las pequeñas cosas de la vida. Si bien ya conocía algunas cosas de la vida de Bud, este libro me ha permitido saber muchísimas más, y apreciar aún más, si cabe, su figura.
Dentro del libro hay historias emocionantes, dramáticas, tiernas y, por supuesto, hilarantes. Sobre todo alguna relacionada con las intenciones de Bud de ponerse a dieta. Mientras uno lo va leyendo no puede evitar que se le dibuje una sonrisa en la cara. Puesto que uno se imagina esa situación e, inmediatamente, lo visualiza en cualquiera de sus filmes cuando le quitaban comida, o no le daban la ración que él quería.
También Cristiana comparte con los lectores momentos de la vida de Carlo antes de convertirse en Bud. Como por ejemplo el momento en el que estuvo a punto de morir, o sus aventuras en la jungla sudamericana, y que parecen sacadas de una película. O también la inteligencia de la que hizo gala su padre en no pocas ocasiones a lo largo de su vida.
Uno de los momentos que más me ha gustado del libro, es cuando la autora nos cuenta lo que significó la figura de Bud para las personas, y la tranquilidad y emoción de la que hacía gala Bud al conocer a sus seguidores. Resulta muy emocionante, y consigue que se te ponga un nudo en la garganta, el momento en el que Cristiana narra el momento de la partida de su padre, y lo que sucedió durante su funeral.
El libro se complementa con algunas de las recetas favoritas de Bud, por lo que nos podremos sentir como él a la hora de prepararlas y degustar sus platos favoritos, que tienen una pinta estupenda todo hay que decirlo. Y, por si fuera poco, nos encontramos con fotos provenientes de Bud en su faceta más personal, ya sea en familia o en alguno de sus rodajes alrededor del mundo.
Una compra imprescindible para todos los seguidores de este inmoral intérprete. Una vez más agradecer a la editorial la publicación de este tipo de libros, que no hace sino confirmar la pasión que sienten por el séptimo arte, y que transmiten a sus lectores.
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