libro: Sirope

¿Recordáis el running gag de Fuga de Cerebros, en el que uno de sus protagonistas apostaba que era capaz de llenar una botella de cinco litros de semen? Pues más o menos, pero sin gota de humor, es de lo que trata la reseña de hoy. Un libro que parece ir pon unos derroteros, para que, de repente, pumba, dejarnos noqueados con su fría realidad. Bienvenidos a Garden City.

Con prólogo a cargo de Cristina Jurado, ilustraciones interiores obra de Gemma Martínez, portada creada por Jenn Rubio, y el dibujo del afilador a cargo de Joaquín Sánchez Baíllo, la novela, escrita por J. Sadler, nos cuenta como en la idílica comunidad de Garden City, ubicada en Inglaterra, un grupo de chicos están a punto de graduarse. Entre ellos se encuentra Pete, nuestro protagonista, para su graduación tendrá que haber producido cierta cantidad de sirope, la cual determinara su futuro, de otra forma conocerá a la temida figura de El Afilador.

Más que interesante novela, que parece empezar como una típica novela de terror adolescente, con los protagonistas encontrar en este tipo de escritos, para ir poco a poco evolucionando a algo totalmente distinto, y que nos hace reflexionar, a nosotros los lectores, sobre la sociedad en la que vivimos hoy día, y en las relaciones que se establecen entre los seres humanos.

Algo que me sorprendió del libro, fue su tono. Como he señalado en el párrafo anterior, me esperaba que el afilador hiciese de las suyas, cual Jason o Freddy, por señalar dos iconos del cine de terror adolescente, e iniciase una masacre entre aquellos adolescentes que no alcanzasen el objetivo señalado del sirope. Nada más lejos de la realidad. La sangre brilla por su ausencia. Por lo que aquellos que esperen masacres, o explosiones de violencia y miembros cercenados, se llevarán una decepción.

Lo que si se van a encontrar todos aquellos lectores que se acerquen a esta obra, es un acercamiento sobre como funcionan las personas, y el precio que algunas están dispuestas a pagar con tal de alcanzar sus objetivos. Aquellas que no entran en el juego, no están bien vistas y han de ser exterminadas. Por lo que en vez de una novela de terror, tal vez tendríamos que estar hablando de ciencia ficción distópica, a pesar de que la acción de la obra tenga lugar en nuestro presente.

A mitad de la novela tiene lugar un giro, que por supuesto no voy a desvelar, pero que es un gran homenaje a una de las grandes novelas de la literatura universal. Pero lo que aquí hace el autor, es poner el reverso oscuro de la obra, y eso que si la memoria no me falla, la obra original ya tenía sus partes algo oscuras. Pero lo que el escritor logra en Sirope, es potenciarlas, elevarlas y degradarlas hasta su máxima potencia. 

Lo mejor de la novela, son sus personajes y como están construidos. Entendemos sus motivaciones, sus reacciones, y más o menos actuarían como lo haríamos nosotros en su lugar. Es decir, con cabeza y planeando tus acciones de antemano, no planeando a lo loco. En ese aspecto, me recordó al momento en La cabaña en el bosque, cuando los protagonistas deciden ir todos juntos para investigar y no separarse, y solo drogándolos consiguen separarles. Pues bueno, algo así, pero sin drogas, es lo que hacen los adolescentes de Sirope, pensar, y no hacer las cosas a lo loco.

El final, es bastante amargo, y nos demuestra que por mucho que se intenten cambiar las cosas, por mucho que se luche, éstas seguirán igual. Las frases finales del libro lo demuestran. Así como las últimas páginas. Por supuesto que no voy a desvelar la conclusión, pero una vez dejada reposada la obra, tal vez uno piensa que otra distinta no hubiese casado con el tono que la obra tenía.

Lo más curioso de todo, es que la clasificación que se nos muestra de clases, es completamente real. Tal y como nos cuenta el autor en la advertencia final. Así que pese a tratarse de una obra de ficción, y que la figura del afilador no existe como tal, muchos de los adolescentes enmarcados en según que programa, no alcanzan las notas de corte necesarias para alcanzar sus objetivos. De esta forma, ellos no consiguen alcanzar su "sirope".

Una novela distinta, triste y que demuestra que su editorial Applehead es capaz de ofrecernos buen material, y totalmente alejado de los ensayos cinematográficos a los que nos tiene acostumbrados. Si os gustan las obras de terror que se alejan de lo normal, y que os hagan pensar, éste es vuestro libro.