En la variedad está el gusto, algo que se demuestra en diferentes facetas a lo largo de nuestra vida y que está de forma bastante evidente en la cultura en cualquiera de sus ámbitos. De esta forma las nuevas editoriales que van surgiendo, poco a poco van ampliando su catálogo para poder llegar a un mayor número de posibles lectores. Algo que se demuestra con la entrada de hoy, un libro de testimonios con el que la editorial Palabras de agua entra en el terreno de la no ficción, para ofrecernos un texto que refleja los testimonios de su protagonista a lo largo de los años dentro de la policía española.
Escrito por Eduardo Casas Herrer y dividido en tres partes, el autor va contando a sus lectores algunas, de las múltiples peripecias, que le han ido ocurriendo a lo largo de los años como agente de la ley. Algunas de ellas divertidas y otras no tanto, tal y como confiesa el autor en el principio del libro.
Dentro del libro existen dos partes bien diferenciadas. En la primera de ellas nos encontramos con la parte más ligera del libro, con aquellas anécdotas más divertidas y que seguro arrancarán una sonrisa a los lectores. Sonrisa que se queda congelada en la segunda mitad, en la que el autor nos desvela su trabajo como miembro de la UIT (unidad investigación tecnológica) y su lucha, junto con sus compañeros y otros miembros de la justicia, en contra de la pornografía infantil.
Este no es el primer libro que publica el autor, puesto que de forma previa ya publicó las novelas Cristal translúcido y El juez de Sueca, y el libro de divulgación La red oscura. Esta es la primera ocasión que tengo la oportunidad de leer algo de este escritor, y he de decir que me ha gustado. Y es que el argumento ya me tenía ganado, me resultó interesante y una vez acabada su lectura las esperanzas que tenía depositadas en que me gustase quedaron más que confirmadas.
El libro prefiere primero poner al espectador en situación, acerca de las primeras misiones del autor, con un carácter más ligero y divertido, para poner toda la carne en el asador en su tercera parte, en donde nos desvela parte de las operaciones en las que vio implicado. Esta son sin duda las partes más duras, las de las entradas a los domicilios de los pederastas y de lo que se encuentran dentro de sus ordenadores. Lo que más asusta de estos testimonios, es que el espectro de la pornografía infantil no es campo únicamente de adultos, sino que los adolescentes también se ven implicados en este oscuro mundo.
Lo que resulta más duro es leer como algunos de los familiares de los arrestados han de hacer frente a la cruda realidad del oscuro secreto de sus seres queridos. Mientras que otros lo afrontan de la manera más natural y eran conocedores del mismo.
Es una obra que nos revela la cara más oculta de nuestra sociedad, aquella que hemos visto en las noticias y que siempre nos deja estupefactos cada vez que aparece en los medios de comunicación. En esta ocasión lo que los lectores se van a encontrar son testimonios de primera mano por parte del autor, quién a pesar de utilizar un estilo narrativo bastante ágil consigue que algo se remueva en el interior de los lectores. Si leyéndolo uno consigue verse afectado, no quiero ni imaginar como lo debió pasar el autor al haberlo vivido de primera mano.
Con este nuevo trabajo la editorial da un paso adelante al diversificar su trabajo, y resulta un gran acierto a la hora de apostar por este nuevo formato. Tan solo espero que sea el primero de muchos libros inscritos en esta nueva rama. Un libro imprescindible para todos aquellos que quieran saber más acerca del trabajo que desempeñan los hombres y mujeres encargados de la seguridad de los ciudadanos.
Mi segunda novela se llama "El Juez de Sueca", no "de la horca".
ResponderEliminarPor lo demás, muchas gracias por tus palabras y gracias por haberme leído :)
Cierto, ya está corregido. Se me cruzaron los títulos a pesar de tener el tuyo a la vista. Pido disculpas y enhorabuena por tu trabajo. Me ha gustado mucho.
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