Dentro de nuestra literatura pulp existen grandes nombres de este género. Curtis Garland, Marcial Lafuente Estefanía, Lou Carrigan o Jose Mallorquí son algunos escritores destacados en esta categoría literaria. Precisamente a Mallorquí le debemos uno de los grandes iconos dentro de nuestra literatura de evasión como fue El Coyote, a quién ahora se une Duke un multimillonario amante de las aventuras y que bebe de Doc Savage, el hombre de bronce. Una de las figuras más reconocidas dentro del pulp americano.
Escritos por Jose Mallorquí, con el seudónimo de J. Figueroa Campos, las aventuras del multimillonario de origen español Duke Straley abarcaron diez libros, donde nuestro protagonista se enfrentaba entre otras amenazas a científicos locos, mafiosos o sociedades secretas. Pero Duke no está solo en sus peripecias, ya que entre otros cuenta con la ayuda de la abogada Susana Cortiz; su mejor amigo Bob Dennison; el capitán de policía Max Mehl y la hermana de Duke Betty.
Libros muy entretenidos y que cumplen de sobra con la función con la que fueron creados, que no es otra que la de entretener. Si bien conocía el personaje de El Coyote, no había tenido la oportunidad de leer nada de Mallorquí hasta que cayeron en mis manos los dos volúmenes que recopilan las diez novelas protagonizadas por Duke.
Si hay algo que caracteriza a la literatura de evasión es que va directa al grano. Un par de capítulos le bastan, no solo a Mallorquí sino también a otros autores que se movieron en este género, para meter a los lectores en situación. Una vez puestas las cartas sobre el tapete, no paran de sucederse las aventuras hasta llegar a una conclusión en la que el misterio queda resuelto, los villanos ven frustrados sus planes y nuestro héroe se alza con la victoria.
Duke comparte con Doc Savage algunas características comunes. No en vano Duke bebe, y mucho, del famoso hombre de bronce. Ambos son millonarios, con un gran intelecto, con ganas de ayudar al prójimo sin importarles lo que les pueda pasar a ellos y son grandes atletas. Pero mientras Savage fue entrenado por monjes que le concedieron habilidades casi sobrehumanas, Straley cuenta tan solo con su inteligencia, sus conocimientos para la lucha cuerpo a cuerpo y algunos gadgets tecnológicos que le sacarán de más de un apuro.
La única pega que se le puede poner a la edición son algunas pequeñas erratas y algunos errores en la maquetación, lo que hace que reste enteros a los dos volúmenes. Lo que resulta una verdadera pena, ya que la editorial hizo un gran esfuerzo a la hora de traer a los aficionados a la literatura de evasión estos dos volúmenes. Tomos que permiten rescatar del olvido a este personaje y traerle de vuelta, tanto para las nuevas generaciones como para aquellos nostálgicos de la literatura pulp patria.
El estilo literario de Mallorquí es bastante ágil y directo, no se anda por las ramas con tramas innecesarias que no llevan a ninguna parte. Cada nueva aventura de Duke es como si fuera un episodio de televisión, puesto que cuando acaba una aventura enlaza con la siguiente. Esto hace que las peripecias de nuestro protagonista apenas concedan un momento de respiro a los lectores.
Desde aquí felicitar a Dlorean por la labor que realizan a la hora de traer a los lectores aventuras no solo dentro del género pulp, sino también el steampunk o la espada y brujería.
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