Dirigida en 1999 por Troy Duffy que debutaba de esta manera en la dirección haciendose cargo también del guión, nos contaba la siguiente historia: los gemelos Connor y Murphy McManus, interpretados respectivamente por Sean Patrick Flannery ( Las aventuras del joven Indiana Jones ) y Norman Reedus ( The walking dead ) viven en Boston. Un día durante la celebración del día de San Patricio se enfrentan a unos mafiosos rusos, los cuales aparecen muertos al día siguiente. Al entregarse en comisaría son recibidos como heroes no solo por la polcia, sino también por el agente especial del FBI Smecker ( Willem Dafoe ). Los hermanos tendrán clara cuál será su misión a partir de ese momento.
Esta es a grandes rasgos la trama del film. Pese a que es un argumento que hemos visto unas cuantas veces en la gran pantalla, lo que hace de ella una película de culto es la forma en como está narrada la historia. Y eso que en su momento fue un fracaso en taquilla con una pobre recaudación, pero el boca a boca hizo que pronto alcanzara el status de culto que tiene hoy día.
Pude descubrir esta cinta gracias a mi cuñado que me recomendó verla, sabiendo la querencia que tengo hacía el cine de acción. Apenas había oido hablar de ella y cuando la vi me encantó. Los tres actores principales tienen una gran quimica entre ellos, y eso se nota en el resultado final de la cinta. Y eso a pesar que los interpretes originales para interpretar a los hermanos eran Mark Wahlberg y Stephen Dorff.
Una de las secuencias que más molan de esta película es la que tiene lugar cuando los hermanos se enfrentan a un grupo de mafiosos en un edifico. La forma que tienen de hacer su entrada y la resolución del mismo es espectacular, y eso que estamos hablando que la cinta contó con un presupuesto bastante modesto. Lo que demuestra de nuevo que con imaginación es posible hacer que el poco dinero del que dispongas luce como si hubieras tenido diez veces más.
Diez años después de su estreno llegó la esperada secuela y que practicamente volvía a contar con los mismos protagonistas, a los que ahora se les une la guapa Julie Benz ( Dexter ). La acción tiene lugar cuando los hermanos deciden vengar la muerte de un parroco querido por ellos y que ha sido asesinado por mafiosos. Su respuesta no tardará en llegar.
El film en esta ocasión no recaudó lo esperado, pero los fans ( entre los que me incluyo ) están ansiosos para que Duffy y sus protagonistas vuelvan a la carga en la tan ansíada tercera parte. El final de la secuela nos deja con ganas de más aventuras de los gemelos McManus. Ojala se lleve a cabo, y una vez finalice habrán pasado cerca de 17 años desde que Duffy nos presentara a estos santos particulares de la ciudad de Boston.
Si le daís una oportunidad a la cinta no os arrepentireís. No inventa la coca cola ni pretende hacerlo. Ambas películas están hechas con un único fin, y es el de hacer pasar un rato entretenido a los espectadores y desde luego lo consigue.
Como viene siendo habítual os dejo con el trailer de la entrada de hoy:
Espero que os haya gustado la entrada.
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